El Gobierno alem¨¢n rinde homenaje a Eduardo Chillida

Berl¨ªn, la vieja y ahora recuperada capital de Alemania ha sido escenario hoy de una primicia cultural que deber¨ªa enorgullecer a Espa?a y, en especial, al Pa¨ªs Vasco. El gobierno alem¨¢n, representado por el ministro de la Canciller¨ªa, Ronald Pofalla, ha rendido un breve pero exclusivo homenaje a Eduardo Chillida, con motivo del d¨¦cimo aniversario de su muerte.

La ceremonia ha tenido lugar en el patio de honor de la grandiosa sede del gobierno germano donde, desde hace doce a?os, brilla con una magia personal, la escultura Berl¨ªn, un coloso de 6 metros de altura y 90 toneladas de peso, que Chillida cre¨® para simbolizar la reunificaci¨®n del pa¨ªs y que se ha convertido con el tiempo, en una de las se?as de identidad m¨¢s famosas de la capital.

"Las esculturas de Chillida hablan alem¨¢n", ha dicho el ministro Pofalla, al referirse al trabajo del gran escultor vasco y cuya obra sigue siendo admirada con pasi¨®n por los amantes del arte en Alemania. "Berl¨ªn (la obra de Chillida) es una se?al de identidad de esta ciudad", a?adi¨® el ministro, que ha representado a la canciller Angela Merkel en el acto.

En la ceremonia de homenaje a Chillida, la ¨²nica que ha sido organizada hasta la fecha por un gobierno extranjero para recordar la trayectoria art¨ªstica del gran escultor y tambi¨¦n el d¨¦cimo aniversario de su fallecimiento, estuvieron presentes el embajador de Espa?a en Alemania, Pablo Garcia Berdoy y dos hijas del artista, Guiomar y Carmen, que llegaron a Berl¨ªn acompa?adas por sus respectivos esposos.

En el mes de marzo de 2000, Eduardo Chillida lleg¨® a Berl¨ªn para escoger el lugar junto con el entonces canciller, Gerhard Schr?der, donde deb¨ªa ser instalada su grandiosa escultura. Siete meses despu¨¦s, Schr?der y Pilar Belzunce, presidieron una ceremonia, en medio de las gr¨²as y cientos de obreros que continuaban los trabajos de construcci¨®n del edificio, para desvelar la ¨²ltima gran escutura ideada por el escultor vasco.

"Chillida me ha dicho que esta ser¨ªa su ¨²ltima gran obra en su carrera. Si es as¨ª, ser¨¢ una culminaci¨®n magn¨ªfica, una obra ¨²nica de este gran escultor", dijo Schr?der en aquella ocasi¨®n. De hecho, la instalaci¨®n de Berl¨ªn en el patio de honor de la sede del gobierno germano marco un hito excepcional en la carrera del gran artista vasco y tambi¨¦n en la presencia cultural de Espa?a en la recuperada capital alemana.

Por primera vez, una obra de un artista espa?ol ocupaba un lugar de honor en la moderna canciller¨ªa y, tal como lo destac¨® Schr?der hace doce a?os, por primera vez tambi¨¦n, la obra de Chillida pod¨ªa llegar a ser con el tiempo -tal como sucedi¨®-, un s¨ªmbolo grandioso de la unificaci¨®n alemana.

"Esta obra ser¨¢ un espl¨¦ndido tel¨®n de fondo para todos los visitantes nacionales y extranjeros que lleguen a Berl¨ªn", destac¨® entonces el canciller Schr?der. "La obra de Chillida se transformar¨¢, muy probablemente, en el s¨ªmbolo de la Alemania unificada".

Este aspecto ha sido resaltado por el embajador espa?ol, quien ha recordado que existen dos razones por las cuales la ¨²ltima gran obra de Chillida ocupaba un lugar privilegiado en el patio de honor de la canciller¨ªa alemana: "Su genio como artista y un gesto de reconocimiento de Alemania hacia Espa?a, la patria de Chillida".

Guiomar Chillida ha recordado otra faceta de su padre relacionada con Alemania y que seguramente convenci¨® a Helmut Kohl a aceptar el ofrecimiento de un mecenas b¨¢varo, Rolf Beckar, que le susurr¨® al o¨ªdo que la nueva canciller¨ªa en Berl¨ªn necesitaba una gran obra de arte y que el artista id¨®neo era Eduardo Chillida. "Mi padre siempre dec¨ªa: yo no hablo alem¨¢n pero mi obra, seguramente si lo hace".