La crueldad de la esperanza, seg¨²n Puccini y Dallapiccola

Dos ¨®peras unidas por el agotador y cruel sentimiento de mantener viva la esperanza de libertad y consumir la vida en una terrible reclusi¨®n. Ambas, con un desenlace tr¨¢gico tras a?os de mantener abierta y sangrante esa herida. Il Prigionero, de Luigi Dallapiccola (1904-1975), y Suor Angelica, de Giacomo Puccini (1858-1924) cuentan la historia de una preso y de una monja recluida por su familia al quedarse embarazada. Esta particular uni¨®n es una coproducci¨®n del Teatro Real y el Liceo de Barcelona que el coliseo madrile?o estrenar¨¢ el 2 de noviembre y cuya direcci¨®n esc¨¦nica recae en Llu¨ªs Pasqual (ya dirigi¨® en el coliseo madrile?o Don Giovanni en 2005 y Trist¨¢n e Isolda en 2008). En el foso, como ¨¦l dice, el alem¨¢n Ingo Metzmacher se encargar¨¢ de encontrar los lazos subterr¨¢neos que ambas obras, musicalmente tan dispares (Dallapiccola era dodecafonista), comparten.

Gerard Mortier, director art¨ªstico del Real, ya hab¨ªa subido a escena con Pasqual Il Prigionero en su etapa parisina. Pero entonces (en 2008) la unieron a la Oda a Napole¨®n, de Sch?nberg, mucho m¨¢s parecida en estilo. Esta vez el parentesco se ha basado en el lazo tem¨¢tico que comparten. El director de escena catal¨¢n lo resumi¨® as¨ª: ¡°Una de las mayores torturas es alimentar la esperanza de algo que no va a ocurrir. Porque la esperanza no se controla¡±.

Ambas obras comparten un decorado austero, en lo econ¨®mico y lo espiritual. Adem¨¢s de la jaula que ya se utiliz¨® en Par¨ªs, se colocar¨¢ en el escenario una suerte de torniquete de tortura sirve a Il Prigionero para explicar la reclusi¨®n y tortura espiritual y f¨ªsica del reo. El torniquete se transforma en un torno (el que utilizaban las monjas de clausura para fabricar sus dulces y donde tambi¨¦n se abandonaba a los ni?os no deseados) en Suor Angelica (la segunda del famoso Tr¨ªpitico de Puccini). ¡°En las dos hay una cr¨ªtica de la moral y a la religi¨®n unidas para apagar sentimientos de rebeld¨ªa en el ser humano que conduzcan a la libertad. En el Prigionero es un carcelero y en Suor angelica son las monjas¡±, ha se?alado Pasqual.

Una de las mayores torturas es alimentar la esperanza de algo que no va a ocurrir. Porque la esperanza no se controla Lu¨ªs Pasqual

Ingo Metzmacher, maestro alem¨¢n que en los ¨²ltimos tiempos se ha puesto al frente de las mejores orquestas del mundo (como la de Viena o la de Berl¨ªn), anda euf¨®rico con la idea de este montaje. ¡°Me encanta la partitura Dallapiccola y me parece que es una obra maestra. Ninguna nota est¨¢ puesta al azar. Es muy transparente, l¨²cida. Cada nota musical est¨¢ vinculada a la historia que cuenta. En Il Prigionero hay un momento que lo refleja muy bien, cuando a ¨¦l se le presenta la oportunidad de escapar. Se abra una puerta y una cuesta hacia arriba. Y Dallapiccola utiliza una forma musical que se llama ricercare, como una met¨¢fora de la b¨²squeda de al libertad. En ambas, la m¨²sica es muy silenciosa, contenida, suave, con momentos de una gran explosi¨®n, de gritos, es decir, con un registro muy din¨¢mico que espero que sepamos reflejar bien", espera Metzmacher.

Mortier, alimentando la leyenda que le acompa?a acerca de su mala relaci¨®n con la obra de Puccini, ha se?alado que en realidad el compositor "ha sido muy mal interpretado muchas veces" y que para saberlo "solo hay que escuchar a Toscanini con La Boheme", ha criticado."Puccini siempre est¨¢ en la tesitura media pero yo he o¨ªdo gritar mucho a algunos cantantes, que es lo que ocurre cuando se quiere tener ¨¦xito r¨¢pido y f¨¢cil. Aqu¨ª no va a pasar eso. Aqu¨ª la orquesta ha trabajado mucho y los cantantes se esfuerzan", ha prometido.

Puccini siempre est¨¢ en la tesitura media pero yo he o¨ªdo gritar mucho a algunos cantantes Gerard Mortier

La orquesta del Real (la Sinf¨®nica de Madrid) ya ha dado en los ¨²ltimos tiempos sobradas muestras de su capacidad real. En el aspecto l¨ªrico, Deborah Polaski representar¨¢ a la madre en la ¨®pera de Dallapiccola y a la princesa en la de Puccini. Los bar¨ªtonos Vito Priante y Georg Nigl se alternar¨¢n en el papel titular de Il prigioniero, y las sopranos Veronika Dzhioeva y Julianna Di Giacomo compartir¨¢n el rol de Suor Angelica.