Una catedral bondiana
Este ¡®thriller¡¯ es el psicoan¨¢lisis de Sam Mendes hecho gran espect¨¢culo
Cuando el porte severo de Daniel Craig hered¨® el personaje de James Bond en Casino Royale (2006), la operaci¨®n fue tratada como un punto y aparte: un regreso a los or¨ªgenes literarios de la creaci¨®n de Ian Fleming y una ruptura con la supuesta frivolidad pop que, en la saga cinematogr¨¢fica, hab¨ªa alcanzado su punto l¨ªmite en Muere otro d¨ªa (2002). Casino Royale se tomaba la molestia de reformular al agente 007 como mito tr¨¢gico-rom¨¢ntico, a la medida de unos tiempos demasiado dados a la hip¨¦rbole emocional. Lo desalentador de Casino Royale y Quantum of Solaceera que, en sus planteamientos estil¨ªsticos, parec¨ªan levantadas sobre el complejo de inferioridad respecto al fen¨®meno Jason Bourne.
'Skyfall'
Direcci¨®n: Sam Mendes.
Int¨¦rpretes. Daniel Craig, Javier Bardem, Judi Dench, Ralph Fiennes.
G¨¦nero: thriller. Gran Breta?a, Estados Unidos, 2012.
Duraci¨®n: 143 minutos.
Skyfall, celebraci¨®n del cincuentenario de la encarnaci¨®n cinematogr¨¢fica del personaje, estuvo a punto de no existir y, visto el resultado, hubiese sido una p¨¦rdida realmente dolorosa. Sam Mendes, con la ayuda de sus guionistas, se ha planteado el proyecto como una aut¨¦ntica catedral bondiana: hay aqu¨ª una nueva y radical reformulaci¨®n del personaje ¡ªSkyfall es su psicoan¨¢lisis hecho gran espect¨¢culo¡ª, pero, al mismo tiempo, se incorporan ecos de todo el recorrido y todas las mutaciones del superagente, aqu¨ª cuestionado y diseccionado.
Como la incomprendida Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008), Skyfall gira sobre la desubicaci¨®n, el crep¨²sculo y la muerte del h¨¦roe: el final de la secuencia precr¨¦ditos, la conversaci¨®n con un Q en clave geek, la pelea con dragones de Komodo al pie o el tiroteo con medusa digital al fondo, con sus ecos melanc¨®licos del Bond m¨¢s pop y filofant¨¢stico, apuntalan esa lectura, que Sam Mendes propone sin escatimar sentido del espect¨¢culo al respetable.
Pero lo interesante llega en el tramo final, de la mano de ese villano interpretado por Javier Bardem como pura orfebrer¨ªa del exceso: tras lanzar preguntas problem¨¢ticas sobre la sexualidad de 007 en una localizaci¨®n asombrosa ¡ªla isla / guarida del antagonista Silva¡ª, Mendes enfrenta a h¨¦roe y villano ¡ªo Abel y Ca¨ªn, o Apolo y Dionisos, o el Ego y el Ello¡ª en el territorio del trauma fundacional ¡ªel verdadero origen de Bond¡ª para resolver su compartido complejo de Edipo. Ah¨ª Skyfall alcanza sus m¨¢s poderosas y perturbadoras resonancias.
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