El guardi¨¢n entre el cemento
'Submarine', adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de Joe Dunthorne y ¨®pera prima de Richard Ayoade, relata en primera persona el primer amor y la primera muerte
Fogueado en la realizaci¨®n de comedias televisivas y v¨ªdeos musicales para Arctic Monkeys, Vampire Weekend y Yeah, Yeah, Yeahs, el debutante Richard Ayoade debe principalmente su fama al papel de Maurice Moss que encarn¨® en la sofisticada telecomedia brit¨¢nica Los inform¨¢ticos (2006-10). Submarine, adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de Joe Dunthorne, exige, no obstante, olvidarse de todo esos precedentes: la ¨®pera prima de Ayoade se propone algo tan dif¨ªcil como conquistar la espontaneidad en su plasmaci¨®n visual de un relato de iniciaci¨®n, en unos momentos en que el simulacro de dicha espontaneidad vive sus tiempos de gloria como ejercicio de estilo. De ah¨ª que mencionar Academia Rushmore (1998) de Wes Anderson como norte referencial de Submarinecorra el riesgo de convertirse en lugar com¨²n en toda aproximaci¨®n cr¨ªtica a este debut, cuando, en realidad, se trata de una injusticia. Ayoade no parece haber necesitado la mediaci¨®n de Anderson para encontrar tanto en la Nouvelle Vague como en el Free Cinema todo el arsenal expresivo que su pel¨ªcula pone al d¨ªa con m¨¢s humildad ¡ªy, tambi¨¦n, puro placer de hacer cine¡ª que envarada pose.
'Submarine'
Direcci¨®n: Richard Ayoade.
Int¨¦rpretes: Craig Robert, Noah Taylor, Paddy Considine, Yasmin Paige, Sally Hawkins.
G¨¦nero: comedia. Reino Unido, 2010.
Duraci¨®n: 97 minutos.
Relato en primera persona del primer amor y la primera muerte (cercana), con el p¨¢nico a la desintegraci¨®n familiar al fondo, Submarine encuentra en la controlada pirotecnia formal y la estrat¨¦gica ruptura de tono su perfecta caligraf¨ªa para la subjetividad de su vulnerable h¨¦roe: un adolescente en el Swansea de mediados de los 80, magnetizado por una compa?era de clase ferozmente anti-rom¨¢ntica y concernido por los flirteos maternos con un antiguo amor reciclado en grimoso gur¨² new age. Submarine conjura la sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu y defiende con u?as y dientes su apreciable singularidad en los detalles: en la verdad que transpira este romance entre dos personajes no demasiado dotados para la empat¨ªa, en la descripci¨®n costumbrista y tragic¨®mica de ese hogar de clase media dominado por el silencio y la derrota afectiva y, sobre todo, en el contagioso subid¨®n de cineasta cachorro que parece experimentar Ayoade al rodar cada escena.
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