Quietos
Fue coincidencia que el d¨ªa en que se glosaba la muerte de Garc¨ªa Calvo recibiera similar tratamiento el divorcio de la cantante Paulina Rubio
Fue una coincidencia que el d¨ªa en que se glosaba la muerte de Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo recibiera tama?o similar el tratamiento de las ¨²ltimas novedades del divorcio de la cantante Paulina Rubio. Para tranquilidad general: parece que las cosas se van a arreglar en el tira y afloja de la pareja. Pero la casualidad podr¨ªa haber servido para recuperar la faceta de Garc¨ªa Calvo no ya tan solo como poeta sino tambi¨¦n como letrista de canciones. Si inolvidable fue la adaptaci¨®n que Amancio Prada hizo de su poema Libre te quiero, no lo fueron menos algunas de las versiones que el inabarcable Chicho S¨¢nchez Ferlosio music¨® de Garc¨ªa Calvo. El propio autor, maestro del aprobado general para fomentar el aprendizaje en lugar de las calificaciones, agradeci¨® a Chicho que asumiera el trance de cantar por ¨¦l, que pusiera sus delirios en solfa.
Si A contratiempo queda como una pieza maravillosa, casi un himno alternativo muy anterior a que alguien se le ocurriera festejar el Quinto Centenario del viaje de Col¨®n, Afr¨® tamb¨² y el Carmen Arvale recuperaban euforias ancestrales, con ritmos ¨¦tnicos antes de que fuera moda disfrazarse de zul¨² para cantar. En 1982 Jos¨¦ Luis G¨®mez, al frente del Teatro Espa?ol, invit¨® a los tres a un par de recitales que a¨²n hoy campean por la Red recuperados sin nostalgia. Pero en canciones de Chicho como En la trena, El antivillancico o T¨², en cuya mano lucieron espl¨¦ndidas algunas creaciones de Garc¨ªa Calvo, incluso aquellos tan socorridos versos del ¡°enorgull¨¦cete de tu fracaso, porque sugiere lo limpio de la empresa¡±.
Aunque ¨¦l escribiera con tino ¡°que nada muere: la muerte es solo miedo a morir¡±, en los recuerdos apenas se habl¨® de su letra para el himno de la Comunidad de Madrid, encargo por el que cobr¨® una peseta. Es un himno con m¨²sica de Soroz¨¢bal que frecuentamos poco, entre otras porque el madrile?o presume de ap¨¢trida. Pero en su letra, llena de humor y de identidad para gente sin identidad, dice cosas que por actuales casi acongojan: ¡°Cada cual quiere ser cada una: No voy a ser menos. ?Madrid, uno, libre, redondo, Aut¨®nomo, entero! Mire el sujeto las vueltas que da el mundo para estarse quieto¡±.
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