Soundgarden: ¡°Todo tan jodido y el ¡®pop¡¯ hablando solo de ir a discotecas y ligar¡±
Formaci¨®n ic¨®nica del ¡®grunge¡¯ junto a Nirvana y Pearl Jam, la banda de Chris Cornell se reconstruye desde cero para lanzar ¡®King animal¡¯, su primer ¨¢lbum en 16 a?os
Qu¨¦ malsana envidia provoca la gente que puede permitirse decir eso de "solo trabajo si s¨¦ que me voy a divertir". Nadie parec¨ªa necesitar un nuevo ¨¢lbum de Soundgarden, pero hete aqu¨ª que Chris Cornell y sus colegas quer¨ªan pasarlo bien. Juran que la decisi¨®n de parir su primer ¨¢lbum desde hace 16 a?os ¨CKing animal (Universal)¨C no tiene nada que ver con compromisos contractuales. ¡°En serio. Ning¨²n compromiso, ni discogr¨¢fico, ni de merchandising, nada¡±. Cornell abre una botella de Pepsi Light en la suite de un moderno hotel de Par¨ªs, a tiro de adoqu¨ªn del Arco del Triunfo.
Junto al cantante de Soundgarden se sienta Ben Shepherd, el bajista de esta banda formada en 1984 y que en los noventa, junto a Nirvana y Pearl Jam, fue uno de los grupos m¨¢s emblem¨¢ticos del llamado Sonido de Seattle, el difunto grunge (llegaron a vender m¨¢s de 22 millones de discos en todo el mundo). ¡°Gracias por venir a Par¨ªs, nos has ahorrado un d¨ªa de viaje¡±. Ambos de negro, con gafas de sol, se presentan cordialmente pese a llevar seis d¨ªas de promoci¨®n, dando tumbos por Europa.
Es dif¨ªcil comprender por qu¨¦ estos cuarentones han decidido que les va la marcha, porque cuando se metieron en el estudio sab¨ªan que iban a tener que empezar absolutamente de cero. Volver a la casilla de salida y, lo m¨¢s dif¨ªcil, resta?ar las heridas que les abocaron a la ruptura tras el ¨¢lbum Down the upside (A&M Records). No en vano el primer sencillo se llama Been away for too long (Alejados durante demasiado tiempo). ¡°Ten¨ªamos que reconectar con todo. Ya no hab¨ªa club de fans, no ten¨ªamos p¨¢gina web. No conoc¨ªamos a nadie en la discogr¨¢fica¡ A&M hab¨ªa sido comprada por Polygram, y esta por Seagram y luego resulta que somos de Universal. Nadie estaba haciendo realmente nada con Soundgarden¡±, cuenta un Cornell bastante ducho en opas y fusiones art¨ªsticas.
Cornell ha grabado las voces en casa, o sea que eso de volver a ser un equipo no est¨¢ del todo claro
Adem¨¢s de por diversi¨®n, hab¨ªa otra motivaci¨®n para el regreso. T¨¢cticas aisladas acabaron forjando toda una estrategia comercial a gran escala. ¡°Es importante darse cuenta de que incluso en el caso de bandas que han roto, o en las que ha muerto alguien, el cat¨¢logo y el nombre permanecen. Una vez que llegamos a esa conclusi¨®n empezamos a hablar de qu¨¦ pod¨ªamos hacer: lanzamientos de ¨¢lbumes en directo, dar conciertos sorpresa para atraer la atenci¨®n, ensayar¡¡±. El verano pasado actuaron ante 40.000 personas en el festival Sonisphere de Getafe?(Madrid), era la primera vez que pon¨ªan el pie como banda en Europa en m¨¢s de 14 a?os. Hab¨ªan conseguido recomponer la herida abierta entre el guitarrista Kim Thayil y el propio Cornell, herida en la que tuvo mucho que ver la adicci¨®n al alcohol y los f¨¢rmacos que en los noventa sufr¨ªa el cantante. Pero para este ¨¢lbum Cornell ha grabado las voces en casa, o sea, que eso de volver a ser un equipo no est¨¢ del todo claro...
Un carraspeo, una mirada perdia y Cornell evita la respuesta. Sigue hilando su discurso: ¡°En seguida nos dimos cuenta de que pod¨ªamos hacer canciones nuevas, aunque no sab¨ªamos a d¨®nde nos iba a llevar eso¡±. Ahora ya se sabe a d¨®nde les ha llevado. A un ¨¢lbum de Soundgarden: ese rock pesado que todo dios relaciona con Black Sabbath pero que siempre ha sido algo m¨¢s. Un sonido oscuro como la plomiza ma?ana oto?al de s¨¢bado en la que se desarrolla la entrevista. En King animal est¨¢n los solos impensables del guitarrista Kim Thayil, la percusi¨®n narrativa de Matt Cameron, el bajo varios tonos m¨¢s grave de lo normal de Ben Shepherd y la voz de Chris Cornell, en su d¨ªa casi un constante falsete y hoy algo m¨¢s rasgada, a?eja. Es un ¨¢lbum que trasmite un estado de ¨¢nimo cerrado, cargado de presagios sombr¨ªos.
Shepherd consigue meter baza, Cornell es un torrente de declaraciones, y pide que le dejen la car¨¢tula. ¡°Entiendo por qu¨¦ la gente piensa que es un ¨¢lbum de concepto. Por la manera en la que se enlazan unas canciones con otras. Tambi¨¦n el dise?o art¨ªstico del ¨¢lbum da esa sensaci¨®n, entronca muy bien con la m¨²sica¡±. No han querido un productor al uso. ¡°Solo necesitamos un ingeniero realmente bueno y Adam Kasper [el productor de Down the upside y que ha trabajado con Foo Fighters, Nirvana y Pearl Jam] nos recuerda a un joven Terry Date [productor fetiche del metal de los noventa]. Pero Terry siempre ten¨ªa miedo de que nuestras grabaciones fueran muy ¨¢speras¡±, a?ade Chris.
Cornell quiere sacudirse el sambenito de divo comercial
?spero, sombr¨ªo¡ Cornell quiere sacudirse el sambenito de divo comercial que muchos el cuelgan por los bandazos de su carrera en solitario (lleg¨® a grabar su ¨¢lbum Scream con Timbaland, un rey Midas del pop que produjo, entre otros, a Madonna, Lindsay Lohan y a Dima Bilan, el cantante que Rusia llev¨® a Eurovisi¨®n en 2008¡). Un giro de 180 grados: ¡°Nos preguntamos c¨®mo es posible que todo esto est¨¦ tan jodido y que sin embargo el pop solo hable de ir a discotecas y de ligar¡±.
Cornell parece haberse tra¨ªdo de su otro gran proyecto de estos a?os, el supergrupo Audioslave, el tono reivindicativo: ¡°En Soundgarden siempre hemos intentado evitar las letras expl¨ªcitamente pol¨ªticas, pero ah¨ª est¨¢n las met¨¢foras. Por ejemplo, Halfway there, en un tono m¨¢s social, habla de c¨®mo las corporaciones y los gobiernos nos han llevado a donde nos han llevado. Pienso en qu¨¦ pasar¨¢ 40 a?os despu¨¦s de que yo haya muerto. Qu¨¦ pasara con mis hijos. Y no veo ning¨²n experto, ni acad¨¦mico, ni pol¨ªtico, diciendo otra cosa que: ¡®no sabemos cu¨¢n terrible va a ser el mal que se avecina, pero va a llegar seguro. En Espa?a y en Grecia sab¨¦is bien de qu¨¦ hablamos¡±. Un silencio de pesimismo copa la conversaci¨®n. Shepherd suspira y mira a su colega: ¡°Visto as¨ª, Chris, quiz¨¢ lo mejor sea ir discotecas y lanzarse a ligar¡±. A fin de cuentas estamos aqu¨ª para divertirnos ?no?
Babelia
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