Las ilusiones visuales de Vik Muniz
El artista brasile?o expone en Madrid sus collages de conocidas obras de arte. El CAC M¨¢laga prosigue con la retrospectiva dedicada a su obra
El vuelo entre Nueva York y R¨ªo de Janeiro suele durar poco m¨¢s de nueve horas. Para Vik Muniz, que hace este viaje con frecuencia, es un tiempo de paz y sosiego, fuera del alcance de tel¨¦fono y ordenadores, de asuntos o personas que requieren su atenci¨®n. As¨ª es que se la ha ingeniado para realizar all¨ª sus nuevas obras. Ha logrado concentrarse en el trabajo manual de hacer peque?os recortes de revistas y peri¨®dicos con los dedos ¨C¡°suelo llevar siempre una navajita conmigo, aunque en los aviones ya no me la dejan llevar en la cabina, por lo que he tenido que usar solo las manos para desgarrar el papel¡±, explica¡ªcon los que ha compuesto algunas de las obras de su serie Pictures of Magazine 2, en la que viene trabajando desde hace dos a?os. Se trata de la recreaci¨®n de algunas conocidas obras de arte de pintores como Edward Hopper, Paul C¨¦zanne, Caravaggio o Warhol a partir de un collage de diminutas teselas de papel.
Vik Muniz (Sao Paulo, 1961) aplica a su trabajo la m¨¢xima de McLuhan de que ¡°el medio es el mensaje¡±. Pinta con chocolate, mermelada, az¨²car o espaguetis, crea im¨¢genes con ramas o cualquier material, como se puede apreciar en la retrospectiva que le dedica en estas fechas del CAC M¨¢laga. Sus nuevos trabajos se presentan ahora tambi¨¦n en la galer¨ªa Elba Ben¨ªtez, de Madrid, y son una especie de collages de peque?os recortes de revistas que forman la imagen de algunas famosas pinturas. ¡°La primera de las obras de esta serie fue el desnudo de Bonnard que est¨¢ en esta muestra¡±, cuenta. ¡°No consegu¨ª hacer la cara de la modelo. Estaba experimentando y poco a poco he conseguido dominar la t¨¦cnica. Empezar una serie d eobras implica plantearse muchas preguntas a trav¨¦s de ellas. Cuando dejas de tener preguntas es que la serie ya est¨¢ acabada¡±.
Los hace a peque?a escala, tama?o folio. Pero para ¨¦l la obra no es ese collage artesanal, sino la fotograf¨ªa que le hace y ampl¨ªa a diferentes tama?os. El collage no es el original es solo ¡°la matriz¡±, seg¨²n ¨¦l. La obra de arte es la copia fotogr¨¢fica que ¡°enga?a¡± al espectador seg¨²n la mire de cerca o de lejos. ¡°Trabajo mucho con temas en torno a iconos, asuntos de g¨¦nero y con la familiaridad del p¨²blico con ciertas im¨¢genes. Yo hago siempre la mitad de la obra, la otra mitad la pone el espectador y su proceso al ver la pieza. Procuro que haya una interactividad dirigida hacia el bagaje visual del espectador. Iconos o arquetipos. Que tenga la impresi¨®n de haber visto eso antes y encontrar a su vez algo distinto en ella. Un cortocircuito, una discrepancia que hay que ajustar. Y ese ajuste es una especie de conversaci¨®n consigo mismo. No se trata solo de ver sino de negociar con lo que se ve¡±.
¡°?C¨®mo se inserta la imagen art¨ªstica en los medios de comunicaci¨®n? ?Qu¨¦ la distingue de las otras im¨¢genes?¡±, contin¨²a Muniz. ¡°La obra de arte tiene una fisicalidad que implica que el espectador es el que debe acercarse a ella. Es un ritual de aproximaci¨®n, por eso yo echo mano de toda la narrativa de la aproximaci¨®n. Si ves la obra a cinco metros ves una cosa, a dos metros ves algo distinto, a veinte cent¨ªmetros de distancia parece otra. Estos niveles de lectura requieren un proceso. Las im¨¢genes de las revistas son transparentes en ese sentido. Yo dejo como un rastro de migas para que sigan el camino. Que busquen la miga en el suelo y alcen la vista para buscar la siguiente, entremedias hay un vac¨ªo sem¨¢ntico. Es un truco con un cuestionamiento, un discernimiento. Hace que el espectador se pregunte por el proceso¡±.
La idea de relacionar obras de la historia del arte con trozos de im¨¢genes de actualidad en peque?os fragmentos contribuye a una lectura nueva de la pieza resultante. ¡°Me sigue gustando mirar la prensa. Me preguntaron hace poco por qu¨¦ le¨ªa revistas y peri¨®dicos si lo ten¨ªa todo en internet. Le contest¨¦ que hay una diferencia entre la noticia y el documento. La revoluci¨®n tecnol¨®gica y digital est¨¢ dando otro rol al papel. Cualquiera escribe un blog, pero el papel sigue permaneciendo, es un documento con un respaldo hist¨®rico¡±, comenta.
¡°Yo provengo del mundo de la publicidad¡±, explica el artista brasile?o que vive en Nueva York desde hace unas tres d¨¦cadas. ¡°Empec¨¦ a pensar en hacer arte cuando viv¨ªa en el East Village cuando sent¨ª el pulso de mi generaci¨®n en obras como las de Cindy Sherman o Jeff Koons. Sent¨ª que era gente como yo. Ellos ten¨ªan que negociar la distinci¨®n entre lo que viv¨ªan en el mundo real y los papeles que desempe?aban en el mundo de la imagen, el mundo mediatizado. Esta negociaci¨®n es muy interesante. He procurado estar bien equipado conceptualmente tanto con lo que s¨¦ de la publicidad como del arte. Me interesa la fusi¨®n entre la obra y el documento. Es la foto de una obra que se transforma en la obra en s¨ª misma. Donde una termina empieza la otra. Eso crea una ambig¨¹edad que incita al espectador a plantearse preguntas sobre lo que est¨¢ viendo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.