El arte contempor¨¢neo alcanza cifras r¨¦cord en las subastas de EE UU
En el mercado confluyen obras de calidad con las nuevas fortunas de los pa¨ªses emergentes que prefieren invertir en obras antes que en acciones
La semana pasada los coleccionistas se gastaron casi mil millones de d¨®lares (m¨¢s de 785 millones de euros) en arte contempor¨¢neo. La casa Christie¡¯s alcanz¨® una cifra hist¨®rica al vender 67 obras realizadas tras la II Guerra Mundial por 412,2 millones de d¨®lares -s¨®lo superada por otra venta en 2006 de arte moderno y piezas impresionistas que alcanz¨® los 491,5 millones-. 24 horas antes, Sotheby¡¯s adjudic¨® 58 obras por 375 millones, logrando precios r¨¦cord jam¨¢s pagados por algunos autores como Rothko. A escasas manzanas de donde tuvieron lugar ambas pujas, otra subasta, en este caso de acciones, no ten¨ªa tanto ¨¦xito. El parqu¨¦ de la bolsa de Nueva York asist¨ªa a un desplome de m¨¢s de 240.000 millones de d¨®lares.
Los inversores se sienten m¨¢s seguros depositando su dinero en cosas reales que pueden tocar y reconocer, como un cuadro, que en algo tan vol¨¢til y et¨¦reo como una acci¨®n¡± Pierre Naquin
¡°Los coleccionistas y los nuevos ricos ven en el arte un mercado de inversi¨®n menos proclive a las fluctuaciones financieras del mercado de valores¡±, explica en conversaci¨®n telef¨®nica Robert McClain, asesor de arte y propietario de la galer¨ªa que lleva su nombre en Houston, Tejas. Una opini¨®n con la que coincide Pierre Naquin, miembro de Art Media Agency. ¡°Los inversores se sienten m¨¢s seguros depositando su dinero en cosas reales que pueden tocar y reconocer, como un cuadro, que en algo tan vol¨¢til y et¨¦reo como una acci¨®n¡±, indica.
El mi¨¦rcoles pasado en la subasta de Christie¡¯s, una pintura de Franz Kline se vendi¨® por 40,4 millones, superando a la cantidad m¨¢s alta jam¨¢s pagada por una obra del autor abstracto, que precisamente se hab¨ªa logrado el d¨ªa anterior en la puja de Sotheby¡¯s (Su pintura Shenandoah fue adquirida por 9,32 millones); Otros ocho artistas, entre ellos Jean-Michel Basquiat y Jeff de Koons, tambi¨¦n alcanzaron precios r¨¦cord por sus trabajos. Sotheby¡¯s logr¨® algo similar un d¨ªa antes.
¡°El arte de posguerra es el que m¨¢s interesa a los coleccionistas, tanto los tradicionales como los reci¨¦n llegados, mucho m¨¢s que el impresionismo. Las obras de autores contempor¨¢neos se han revalorizado en los ¨²ltimos a?os, explica McClain. El mercado del arte est¨¢ asistiendo a una nueva clase de compradores, fortunas de Europa del Este, Asia y Am¨¦rica del Sur que no necesariamente son expertos en arte pero que quieren diversificar sus inversiones.
Aunque estos artistas alcanzaron su tope m¨¢ximo en el mercado la semana pasada, los precios de las obras de arte contempor¨¢neo llevan experimentando un crecimiento desde que la econom¨ªa sali¨® de la recesi¨®n a finales de 2010. ¡°El mi¨¦rcoles Christie¡¯s estableci¨® un nuevo r¨¦cord en una subasta de arte contempor¨¢neo y de posguerra. En los ¨²ltimos a?os, hemos liderado este mercado sobrepasando primero la barrera de los 200 millones, luego la de 300, la semana pasada superamos los 400¡±, aseguraba en un correo electr¨®nico Brett Gorvy, responsable de la secci¨®n de arte contempor¨¢neo y de arte de posguerra de Christie¡¯s.
El creciente propensi¨®n hacia los autores que desarrollaron su trabajo en la segunda mitad del siglo XX se explica, seg¨²n Naquin, porque el amplio n¨²mero de sus obras las que est¨¢n disponibles en el mercado. ¡°El arte impresionista ha pasado a ser objeto de inter¨¦s para los museos y hay pocas piezas de pintores o creadores de ese movimiento que est¨¢n a la venta. No ocurre lo mismo con el arte contempor¨¢neo¡±, indica.
Otros ocho artistas, entre ellos Jean-Michel Basquiat y Jeff de Koons, alcanzaron precios r¨¦cord por sus trabajos
El dinero de estos nuevos ricos ha servido de motor para el renacer del mercado del arte pero, adem¨¢s, las piezas disponibles de arte contempor¨¢neo sonde una extraordinaria calidad. Muchos de los coleccionistas tradicionales han aprovechado el apogeo de los artistas de posguerra para deshacerse de las obras que hab¨ªan adquirido y recapitalizar su inversi¨®n. ¡°No s¨®lo hay nuevos ricos que quieren invertir en arte, es que las obras por las que pueden pujar y que han salido al mercado son de un gran valor desde el punto de vista art¨ªstico¡±, sostiene McClain.
Entre las obras que se sacaron a subasta la semana pasada, muchas fueron puestas a la venta por grandes coleccionistas. La serigraf¨ªa Estatua de la Libertad de Andy Warhol, la obra por la que m¨¢s se pag¨® en la subasta de Chrisitie¡¯s, 43,9 millones, pertenec¨ªa al magnate alem¨¢n Erich Marx, cuya colecci¨®n constituye el n¨²cleo del museo de arte contempor¨¢neo Hamburger Bahnhof de Berl¨ªn. El Kline que obtuvo la cifra r¨¦cord fue puesta a la venta por el magnate y coleccionista David Geffen. Otra obra de Warhol, un relato de Marlon Brando en la pel¨ªcula Salvaje, fue vendida por Donald L. Bryant, un patrono del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
No s¨®lo hay nuevos ricos que quieren invertir en arte, es que las obras por las que pueden pujar y que han salido al mercado son de un gran valor desde el punto de vista art¨ªstico¡± Robert McClain
Las subastas de Sotheby¡¯s y Christie¡¯s no s¨®lo fueron especiales por los precios que alcanzaron los lotes sino por el alto n¨²mero de compradores que decidieron pujar. ¡°Este a?o est¨¢ siendo excepcional en este sentido y, en parte, es debido a que los compradores y los vendedores quieren adquirir y deshacerse de obras de arte antes de que comience 2013 ya que entonces podr¨ªa cambiar el sistema impositivo en EE UU y no quieren arriesgarse a pagar m¨¢s impuestos¡±, explica McClain.
¡°2011 ya fue un a?o de recuperaci¨®n evidente, pero 2012 ha sido excepcional¡±, se?ala Naquin. Aunque el mercado del arte esta volviendo a revivir una etapa de bonanza, hay quien se muestra preocupado por el incesante incremento de los precios. ¡°No paran de subir y de subir, y cuando parece que se van a estabilizar siguen subiendo. En alg¨²n momento deber¨¢ estabilizarse la balanza, de lo contrario podr¨ªa producirse una burbuja que no ser¨ªa positiva¡±, advierte McClain.
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