Jos¨¦ Luis Borau, cineasta polivalente

El jueves, a las ocho, asistimos a la presentaci¨®n de la ¨²ltima biograf¨ªa sobre Borau. En el refrigerio posterior le coment¨¦ al autor y amigo Bernardo S¨¢nchez que era espl¨¦ndida y oportun¨ªsima ¡ªde la m¨ªa se cumpl¨ªan ya 15 a?os¡ª pero que le ve¨ªa el peligro en el t¨ªtulo, La vida no da para m¨¢s, una de las frases c¨¦lebres de Jos¨¦ Luis. Desgraciadamente, result¨® fatal. En el mismo acto le entregu¨¦ a Manolo Guti¨¦rrez Arag¨®n una novela corta m¨ªa sobre Bacon para que se la pasara a Jos¨¦ Luis con la siguiente dedicatoria: ¡°He venido a verte y te has escabullido¡­ Ll¨¢mame¡±.

El t¨®pico en estos casos est¨¢ claro, solo caben elogios, aunque con Jos¨¦ Luis tambi¨¦n es especial el t¨®pico: me he pasado a?os repitiendo, entre tertulias y conocidos, que no he encontrado a¨²n a nadie que me hable mal de Borau, y ojo, estamos en Espa?a, todav¨ªa. Recuerdo que siempre me lo corrobora Julio Diamante, tertuliano de pro. Fui buscando la excepci¨®n nada menos que con Lola Gaos y lo ¨²nico que le arranqu¨¦ fue que solo hab¨ªa cobrado 100.000 pesetas por Furtivos, y que si era tan buena por qu¨¦ no la llamaba m¨¢s. ¡°Luis¡±, me preguntaba Borau, ¡°?si fuese tan f¨¢cil encontrar personajes para Lola, t¨² te crees que no la llamar¨ªa?¡±. Dentro de sus m¨²ltiples actividades: actor, director, escritor, rastreador de personajes, editor, de todo menos m¨²sico, escribi¨® un libro sobre El caballero D¡¯Arrast y, claro, el art¨ªculo de Augusto M. Torres, en EL PA?S, se titulaba El caballero Borau. Pues eso.

Me dio clases de guion, ya en los a?os noventa, junto con otro amigo desaparecido, Mario Onaind¨ªa, ay, ay, ay¡­ y siempre me pareci¨® lo de Machado en el buen sentido de la palabra bueno, inteligente ¡ªsic¡ª y con una cabeza que no paraba ni un momento, pero en cuanto a las travesuras de las que hablaba, lo m¨¢s que se concedi¨® fue editar a Carranque de los R¨ªos, all¨¢ por finales de 1998. Su gran sentido com¨²n no le permit¨ªa andar salt¨¢ndose las vallas, como mucho picard¨ªas como la de escribirle una carta de amor a Soledad Pu¨¦rtolas. Ah¨ª es n¨¢. La biograf¨ªa que yo le dediqu¨¦ lleva pr¨®logo de Berlanga y en ¨¦l alardea de haber sido su amigo durante m¨¢s de 40 a?os y lamenta que no cuajara su aventura de R¨ªo abajo para tener, por fin, ¡°el amigo de Hollywood¡±. Alude tambi¨¦n a su noble estatura episcopal, pero yo adem¨¢s digo que ¡°pone a veces cara de angelote barroco agruesado, como buen gourmet, y que una de sus m¨²ltiples contradicciones es ser de la tierra de Goya y Bu?uel y odiar lo carpetovet¨®nico¡±. Tambi¨¦n que est¨¢ muy bien de gobernador franquista en Furtivos, pero que nunca presidir¨ªa un consejo de guerra, ni siquiera de Alfonso. Como guionista s¨ª fue m¨¢xima autoridad, ¡°el cerebro gris del cine espa?ol¡± le llamaban los franceses, aunque en mi biograf¨ªa nuestro com¨²n amigo Azcona matiza que eso no se puede ense?ar. Eso s¨ª, Borau siempre nos dec¨ªa que nos plante¨¢semos lo de querer ser guionistas porque son los que calientan la cama para que despu¨¦s otros se metan ¡ªBilly Wilder, dixit¡ª.

En fin, de lo que me enter¨¦ el otro d¨ªa es de que le dio tiempo hasta a escribir un guion junto al mismo Rafael Azcona, Las hermanas del Don ¡ªel r¨ªo ruso¡ª, que est¨¢ in¨¦dito y va sobre putas. Pues ah¨ª est¨¢ el tajo, directores. Por cierto, gran papel el de Victoria Abril de ¨ªdem en R¨ªo abajo. Jos¨¦ Luis, me cago en la puta, la vida no da para m¨¢s.

Luis Mart¨ªnez de Mingo es escritor.