¡®El Juramento¡¯ de Gaztambide resucita en el Teatro de la Zarzuela

Han pasado doce a?os del ¨²ltimo estreno de El juramento en el teatro de la Zarzuela, y la friolera de 154 desde que se representara por primera vez, en la misma sala, esta zarzuela de Joaqu¨ªn Gaztambide. Y como las modas siempre vuelven (o si no ya se encargan los modistos de hacerlas volver) la no tan conocida obra regresa al escenario madrile?o, esta vez, de etiqueta.?

Si de la escena se encarga Emilio Sagi, exdirector del Real, y de la direcci¨®n musical el maestro Miguel ?ngel G¨®mez Mart¨ªnez, director habitual en la ?pera de Viena, Berl¨ªn o Hamburgo, el dise?o del vestuario corre a cuenta del modisto eterno Jes¨²s del Pozo, fallecido el a?o pasado, que imagin¨®, ya hace m¨¢s de una d¨¦cada, una zarzuela minimalista, con elegantes vestidos y cors¨¦s en tonos blanco y crema.

"Siempre he estado animado a hacer zarzuela, pero las ofertas no ven¨ªan. Cuando me lo propuso Paolo Pinamonti (director del teatro) me pareci¨® una oportunidad que no pod¨ªa dejar pasar; es un g¨¦nero que no tiene nada que envidiar a la ¨®pera, y ah¨ª debemos estar nosotros para que se reconozca", apunta el director musical. Conocido por dirigir sin partitura -o m¨¢s bien con la partitura cerrada-, G¨®mez Mart¨ªnez almacena en su memoria cada una delas notas y silencios de la melod¨ªa escrita en la partitura: "Me ayuda much¨ªsimo aprenderme el libreto, as¨ª puedo mirar hacia arriba, puedo ver las caras de preocupaci¨®n que puedan tener los cantantes y, si algo no va bien, arreglarlo antes de que haya problemas".

Emilio Sagi fue el impulsor del estreno de El juramento en el a?o 2000. La zarzuela, y concretamente esta, tiene una fuerte connotaci¨®n sentimental en su recorrido art¨ªstico: su abuelo, uno de los primeros directores de zarzuela, la dirigi¨® muchas veces. Pero Sagi encuentra el valor de la pieza, sobre todo, en la originalidad de la obra: "Todo es curioso: los protagonistas son cuatro bar¨ªtonos, el tenor no es el t¨ªpico h¨¦roe de la historia ni protagonista absoluto, como suele ocurrir en la ¨®pera".?

El escenario de la Zarzuela regresa la vista a la Espa?a de 1710, durante el reinado de Felipe V, marco frecuente de la zarzuela grande isabelina. El texto, de Luis de Olona, propone una vistosa comedia llena de sentimentalismo, tan del gusto burgu¨¦s decimon¨®nico: un marqu¨¦s sujeto tenazmente por una misteriosa promesa, una hermosa joven que se enamora de este noble desconocido rechazando a su dolido prometido, a los que rodean una serie de t¨®picos personajes (un gracioso campesino, un grotesco tutor, una c¨®mica baronesa o un cabo, ayudante del marqu¨¦s). "El p¨²blico se va a encontrar con algo diferente, una partitura muy interesante, melod¨ªas muy bien hechas y una obra muy cercana a una construcci¨®n de una ¨®pera", explica Sagi.

Influenciada por la m¨²sica italiana, El juramento tiene romanzas muy inspiradas en ¨®peras de Rosinni, pero al mismo tiempo salpicada de aires muy espa?oles. Dos distribuciones cubrir¨¢n las 18 funciones programadas, la ¨²ltima el 16 de diciembre. S¨¢bina Pu¨¦rtolas y Silvia V¨¢quez se alternar¨¢n en el papel de Mar¨ªa, protagonista del libreto; La condesa ser¨¢ interpretada por Carmen Gonz¨¢lez y Mar¨ªa Rey Joly, mientras al Marqu¨¦s lo encarnar¨¢n Gabriel Berm¨²dez e Isaac Gal¨¢n, asumiendo David Men¨¦ndez y Axier S¨¢nchez el papel de Don Carlos.