Todos somos Mesopotamia
Caixaforum re¨²ne en Barcelona 400 obras para mostrar joyas de la cuna de la civilizaci¨®n Por primera vez en d¨¦cadas, se pueden ver im¨¢genes actuales de los yacimientos de Ur, Uruk, Eridu, Tello y Ubaid
La Biblia no se equivoc¨® al situar el para¨ªso y el origen del mundo, entre los r¨ªos Tigris y ?ufrates, un ¨¢rea f¨¦rtil conocida como Mesopotamia, que hoy coincide con las zonas no des¨¦rticas del actual Irak y el noroeste de Siria. La arqueolog¨ªa ha demostrado que en este privilegiado espacio naci¨®, hace casi 6.000 a?os, gran parte de la cultura de nuestros d¨ªas: las ciudades, la escritura, la realeza, la contabilidad, la divisi¨®n del trabajo, el dinero, las leyes, la literatura, el comercio, la arquitectura monumental, la rueda, el sistema sexagesimal con el que, todav¨ªa hoy, medimos el tiempo, y un largo etc¨¦tera de avances que han hecho al hombre un ser ¡°civilizado¡±.
Faltaban 2.500 a?os para que en Europa se levantaran los primeros monumentos megal¨ªticos y en Egipto todav¨ªa no exist¨ªa un Estado unificado gobernado por un fara¨®n, cuando en el sur de Irak, la zona conocida como Sumeria, naci¨® la primera ciudad de la historia: Uruk, un n¨²cleo urbano en el que hab¨ªa calles y canales y en el que llegaron a vivir entre 35.000 y 80.000 personas. Antes del diluvio. Mesopotamia, 3500-2100 a. C. re¨²ne en Caixaforum Barcelona un conjunto de 400 piezas, la mayor¨ªa objetos cotidianos que nuestra mirada ha convertido en obras de arte, joyas y textos procedentes de 32 museos y colecciones de todo el mundo como el Museo del Louvre de Par¨ªs, el Field Museum de Chicago o el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, entre otros. Tambi¨¦n reconstrucciones en 3D de edificios de la ciudad de Ur y el templo Blanco de Uruk, creadas para la exposici¨®n y fotograf¨ªas de artistas contempor¨¢neos, que reflejan la fascinaci¨®n que sigue creando esta zona de Oriente Pr¨®ximo en la cultura occidental.
Un ¨²nico expositor obliga al espectador a bordearlo y observar las piezas que est¨¢n en su interior. ¡°Como en los viajes inici¨¢ticos, llenos de obst¨¢culos que realizaban los h¨¦roes sumerios, se ha creado una especie de desierto blanco en el que las piezas est¨¢n enterradas¡±, explica Pedro Azara, arquitecto y profesor de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a (UPC), que ha comisariado esta exposici¨®n, abierta hasta febrero de 2013. Despu¨¦s, viajar¨¢ a Madrid. ¡°Es la visi¨®n m¨¢s completa que jam¨¢s se ha hecho de las culturas del sur de Mesopotamia¡±, asegura Azara.
Durante cinco a?os este experto ha reunido las obras, la mayor¨ªa objetos creados con materiales poco nobles, sobre todo barro. Se pueden ver tablillas en las que se inscribieron, en cuneiforme, que tras ser descifradas, han podido leerse recuentos de ganado o grano vinculados con los templos, listas de reyes, himnos a los dioses o relatos de mitos, pero tambi¨¦n planos de ciudades y croquis de edificios. Todo conservado gracias a que muchas de las tablillas se cocieron tras quemarse los edificios. El barro tambi¨¦n se emple¨® para crear esculturas y maquetas como las que representan carros tirados por toros, barcos y figuras de los oferentes de grandes ojos y manos cruzadas que se colocaban en los templos para obtener la protecci¨®n divina.
Tambi¨¦n se exponen sellos cil¨ªndricos y su huella en cera donde se ven animales, edificios y escenas llenas de personajes; elementos de arquitectura y esculturas de piedra, como diorita o basalto, que se exportaban desde Anatolia e India, y que representan a personajes ilustres, casi siempre reyes. Es el caso de Gudea de Lagas, el gran rey arquitecto, que construy¨® templos como el Ningirsu y que ha viajado desde el Louvre, que ha cedido una figura de cuerpo entero del famoso personaje. Tambi¨¦n se exponen elementos ornamentales y joyas aparecidas en las tumbas reales de Ur, como diademas y pulseras de la reina Puabi de oro y lapisl¨¢zuli. No se expone el famoso estandarte que se puede ver en el British Museum ¡°por problemas econ¨®micos, ya que no pod¨ªamos pagar el alto coste del seguro¡±, excusa Azara.
Tambi¨¦n se explica cual era el imaginario colectivo de estos pueblos y en que cre¨ªan. Por ejemplo en dioses como An y Nammu, el cielo y la tierra o en Enki, el dios de las aguas en forma de toro, de legendaria potencia sexual, que cre¨® el mundo tras llenar con su semen el curso de los r¨ªos Tigris y ?ufrates.
Desde las primeras noticias sobre las culturas mesopot¨¢micas, algunas firmadas por autores del Califato de C¨®rdoba en el siglo X, hasta las primeras expediciones en la d¨¦cada de los a?os veinte del XX, cuando la zona pas¨® a ser dominio ingl¨¦s, la exposici¨®n explica c¨®mo occidente ha ido descubriendo esta civilizaci¨®n. ¡°En Espa?a no se explica ni bien ni mal¡±, se lamenta Azara. Mesopotamia, hoy Irak, sigue siendo una zona de m¨¢ximo inter¨¦s mundial, la exposici¨®n tambi¨¦n tiene im¨¢genes de la guerra ¡ªdesde 1980, comienzo del conflicto entre Ir¨¢n e Irak, las misiones arqueol¨®gicas internacionales no pueden excavar¡ª, de las invasiones y del pillaje que han acabado con parte de los yacimientos arqueol¨®gicos.
Uno de los mayores atractivos, aparte de las piezas reunidas, es poder ver cinco de los yacimientos sumerios de primer orden: Ur, Uruk, Eridu, Tello, Ubaid y Kis, tal y como se conservan en la actualidad. Azara y un equipo internacional pudo acceder a la zona con el apoyo del gobierno y el ej¨¦rcito iraqu¨ª. Nadie lo hab¨ªa conseguido desde los a?os 80 del siglo pasado, cuando estall¨® el conflicto entre Ir¨¢n e Irak. ¡°Desde hace cinco a?os las autoridades iraqu¨ªes siempre dicen que van a conceder permisos, pero la inseguridad de la zona, gaseada y minada lo impiden¡±, se lamenta.
La cultura de Mesopotamia influy¨® en Grecia y el mundo judeocristiano, crisoles de la cultura europea. Los conflictos de esta zona han dificultado un mejor conocimiento. Tambi¨¦n, que la mayor¨ªa de las ciudades estaban construidas de barro por lo que han acabado sepultadas bajo gruesas capas de aluviones fluviales. Hechas de barro, como el primer hombre de la Creaci¨®n, seg¨²n la Biblia. Todos somos Mesopotamia.
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