El joven Mart¨ªn Patino
Un documental sin declaraciones a c¨¢mara, sin material de archivo ni texto en 'off' explicativo, conformado solo por un sensacional montaje
Con apenas 25 a?os, en 1955, fue el art¨ªfice de la organizaci¨®n de aquellas Conversaciones de Salamanca sobre el cine espa?ol, en las que lo mismo cab¨ªa un franquista que un comunista, un director que un cr¨ªtico. Antes de licenciarse en la Escuela Oficial de Cine fue uno de los promotores de una hist¨®rica huelga de alumnos (?en tiempos de Franco!), que provoc¨® la salida del director de la instituci¨®n, un inepto, y propici¨® el principio del cambio en el sector educativo del cine con la propuesta de que el nuevo director deb¨ªa ser Jos¨¦ Luis S¨¢enz de Heredia, franquista y gran cineasta. Eso es tener vista. Ya en los setenta, se enfrent¨® a la censura de la dictadura por medio de una serie de extraordinarios documentales cr¨ªticos con la situaci¨®n socio-pol¨ªtica. Canciones para despu¨¦s de una guerra, Querid¨ªsimos verdugos y Caudillo son parte de nuestra historia. Y ahora, ya octogenario, tras un largo periodo de tiempo sin pel¨ªculas comerciales, dedicado a las exposiciones de vanguardia, Basilio Mart¨ªn Patino decidi¨® un buen d¨ªa sacar de nuevo su mirada privilegiada a la calle. ?Por qu¨¦? Porque la situaci¨®n lo demandaba: para documentar el movimiento 15-M, aquellos d¨ªas de revoluci¨®n pac¨ªfica que dieron la vuelta al mundo en las jornadas previas a las ¨²ltimas elecciones generales.
Libre te quiero
Direcci¨®n: Basilio Mart¨ªn Patino.
G¨¦nero: documental. Espa?a, 2012.
Duraci¨®n: 60 minutos.
El resultado es Libre te quiero, documental sin declaraciones a c¨¢mara, sin material de archivo ni texto en off explicativo, conformado solo por un sensacional montaje y la fuerza de las im¨¢genes de la protesta, de la mano dura policial, de los c¨¢nticos, de la esperanza, de los gritos de rabia, todo ello ayudado por el poema hom¨®nimo de Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo y de la m¨²sica de Amancio Prada.
Antidisturbios, vallas, porras y furgones contra aviones de papel, literal, en una imagen quiz¨¢ idealista e ingenua, entre lo c¨®mico y lo tr¨¢gico, socarrona y pejiguera, pero muy verdadera. En otra de las im¨¢genes m¨¢s impactantes, una joven sentada en el suelo, a un palmo de la bota de cuero de un antidisturbios, juega a palmotear un globo que vuela unos cent¨ªmetros para caer de nuevo en su mano; sabe que se est¨¢ rifando una hostia, y sin embargo sigue all¨ª, con la sonrisa iluminada, en su mundo de color, un universo tan po¨¦tico como seguramente, y por desgracia, lejano. Se podr¨¢ dudar de la eficacia del 15-M, pero, en estos tiempos de capitalismo salvaje, donde una noticia tras otra tiene que ver con la corrupci¨®n institucional, nunca se podr¨¢ dudar de su vigencia y de sus intenciones, plasmadas aqu¨ª en un documento que se impone como un torrente de fuerza y de libertad cinematogr¨¢fica.
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