La galaxia Cesc Gay
Juntamos a tres de las estrellas que se han puesto al servicio del director Cesc Gay Su nueva pel¨ªcula ¡®Una?pistola en cada mano¡¯, que refleja la confusi¨®n del g¨¦nero masculino
Cada a?o, a mitad de temporada, la Liga de baloncesto profesional estadounidense, la NBA, junta a los mejores jugadores en el partido de las estrellas: todos los grandes pasan por ese acto, y as¨ª acallan el gusanillo de los aficionados de saber qu¨¦ pasar¨ªa si en un mismo equipo juegan, por ejemplo, Pau Gasol y Dirk Nowitzki. En el cine, los productores descubrieron ya hace mucho tiempo este morbo, el que mueve al p¨²blico a ver pel¨ªculas con cuantas m¨¢s estrellas, mejor. M¨¢s all¨¢ de su calidad cinematogr¨¢fica, la saga Ocean¡¯s eleven (y la original con Frank Sinatra, Dean Martin, Angie Dickinson y Sammy Davis Jr.), la ¨¦pica El d¨ªa m¨¢s largo, las cl¨¢sicas La Biblia y Gran hotel o la serie Los mercenarios, en la que Stallone est¨¢ implicando a todo repartegalletas cinematogr¨¢fico que sepa verbalizar m¨¢s de dos palabras coherentes, son productos nacidos para el espect¨¢culo de cuanto m¨¢s, mejor.
"Los t¨ªos vamos dispuestos a disparar a todo lo que se mueve. Espero que se pase con la edad"
Aparte est¨¢ otro cl¨¢sico del cine, las pel¨ªculas por episodios, un formato que permite ofrecer una pl¨¦yade de estrellas en el cartel promocional, como as¨ª hicieron El Rolls Royce amarillo o Casino Royale, versi¨®n 1967. Si el truco de muchas estrellas en un argumento sale de la manga del tah¨²r de Hollywood, la versi¨®n de filme por cap¨ªtulos tiene su apogeo en el cine franc¨¦s e italiano, es decir, se da m¨¢s en el cine europeo.
Y luego est¨¢ Cesc Gay. En la carrera de este director catal¨¢n (Barcelona, 1967) ha habido de todo: codirigi¨® Hotel room (1998) ¨Cla ¨²nica manera de lograr debutar, confesaba en su momento¨C, adapt¨® teatro de ¨¦xito con Kr¨¢mpack (2000), y encontr¨® su lugar cinematogr¨¢fico con En la ciudad (2003), cr¨®nica descarnada de las dudas y los dilemas de una generaci¨®n muy reconocible en Espa?a: la que entonces eran treinta?eros urbanitas. Tras Ficci¨® (2006) y V.O.S. (2009), en las que sus personajes han ido envejeciendo al mismo paso que el director, y en las que logr¨® reunir a un buen pu?ado de actores interesantes, el pr¨®ximo 5 de diciembre estrena ¨Ctras clausurar el certamen de Roma¨C Una pistola en cada mano, en la que a¨²na un reparto colosal con una estructura de cap¨ªtulos: seis episodios, de los cuales los dos ¨²ltimos se entrelazan, m¨¢s un ep¨ªlogo, que dejan al espectador con la amarga sensaci¨®n de que el ser humano, secci¨®n masculina, es m¨¢s tonto de lo que se cree.
Para juntar a ¨Ccojan aire¨C Leonardo Sbaraglia, Eduard Fern¨¢ndez, Javier C¨¢mara, Clara Segura, Luis Tosar, Ricardo Dar¨ªn, Eduardo Noriega, Candela Pe?a, Leonor Watling, Jordi Moll¨¤, Alberto San Juan y Cayetana Guill¨¦n Cuervo, Gay hizo encaje de bolillos y encontr¨® una soluci¨®n. ¡°Cada semana rodamos un cap¨ªtulo. Dedic¨¢bamos tres o cuatro d¨ªas a ensayar, y dos o tres al rodaje¡±, recuerda el director. Casi todos los actores son los pensados inicialmente. Casi todos, porque, en el primer episodio, a Eduard Fern¨¢ndez le daba la r¨¦plica Javier Bardem. ¡°Intentamos varios cambios de fecha, pero no pudo ser porque Skyfall le requer¨ªa todo el rato¡±. Adi¨®s a Bardem, hola a Sbaraglia.
"Esta pel¨ªcula no nos deja muy bien parados a los t¨ªos. No s¨¦ c¨®mo reaccionar¨¢n al verla"
Para la sesi¨®n de fotos, a El Pa¨ªs Semanal le ocurri¨® algo parecido: entre enfermedades propias, familiares, estudios en el extranjero, trabajos teatrales fuera de Madrid, rodajes argentinos e imposibilidades varias, la foto se acot¨® a tres estrellas y su director. Pero qu¨¦ tres estrellas. ¡°Me siento muy orgulloso de estos actores. Al ir emparejados en cada cuento, cada actor ten¨ªa delante un rival, y siento que, en el buen sentido, muchas de esas parejas se ten¨ªan ganas¡±. El tr¨ªo de fotografiados revela al alim¨®n otro secreto: cada uno tuvo acceso solo al texto de su episodio. Eduardo Noriega: ¡°Le¨ª mi parte. Le respond¨ª que estaba encantado y que, por supuesto, rodar¨ªa con un director como ¨¦l. Le ped¨ª que me dejara leer el resto para ver cu¨¢l era el tono, y se neg¨®. Al parecer, en anteriores filmes, alg¨²n int¨¦rprete hab¨ªa descubierto otro personaje que le apetec¨ªa m¨¢s y pidi¨® cambiarlo. Y ahora Cesc no quer¨ªa ese baile. Yo le promet¨ª que no har¨ªa eso, que soy muy disciplinado, que era por hacerme una idea. No cedi¨® ni un mil¨ªmetro. As¨ª que rod¨¦, como el resto, a ciegas, bas¨¢ndome en su meticulosidad y, a la vez, en su manga ancha¡±. Noriega confiesa que se sent¨ªa acomplejado ante los nombres que le acompa?aban en el reparto, y que, en su caso, quien le da la r¨¦plica, Candela Pe?a, fue la perfecta compa?era: ¡°Ella brilla de forma impresionante, pero a la vez me ayud¨® much¨ªsimo¡±.
El actor c¨¢ntabro tambi¨¦n aparece en el ep¨ªlogo, y ah¨ª su personaje sufre una vuelta de tuerca: ¡°Yo iba como mi personaje, sin entender nada en mitad de una fiesta, donde se da un dato esencial de su vida que a m¨ª me dej¨® noqueado. En realidad, creo que Cesc hizo esto de los guiones para que nos sinti¨¦ramos m¨¢s vulnerables, lo que enriquec¨ªa cada plano¡±. Gay replica: ¡°Puede. Yo empec¨¦ el guion por la historia inicial e intent¨¦ alargar ese encuentro, hasta que desist¨ª porque no iba a ninguna parte. Entonces me puse a escribir encuentros inesperados, cosas concretas, porque pienso que, en la vida, los momentos m¨¢s importantes pasan sin que no solo los pensemos, sino que ni siquiera nos los lleguemos a plantear¡±. Ocurren de sopet¨®n, ¡°sobre todo en lo emocional¡±. A partir de ah¨ª levant¨® la pel¨ªcula como si fuese un disco: ¡°S¨ª, porque escrib¨ª historias como si fuesen canciones, y para cada una de ellas, un artista busca el mejor productor, los mejores m¨²sicos que le acompa?en¡ Me lo plante¨¦ igual¡±. Noriega aporta una pista: ¡°S¨¦ que escribi¨® el guion acompa?ado de fotos de actores m¨ªticos en la pared, como Robert Mitchum o James Stewart, que le inspiraron para redactar a la contra. Gay coloca a los galanes en situaciones en las que no salen bien parados¡±.
"Cesc tiene un sentido del humor muy ir¨®nico. Y tiene una gran compasi¨®n por sus personajes", dice Leonor Watling
As¨ª llegamos al coraz¨®n del filme: el ser humano g¨¦nero masculino, en versi¨®n Cesc Gay, una panda de in¨²tiles. Luis Tosar est¨¢ muy de acuerdo: ¡°No nos deja bien parados a los t¨ªos, es verdad, pero ha dado en el clavo porque es muy listo. No s¨¦ c¨®mo responder¨¢ el p¨²blico masculino¡ Sin embargo, deber¨ªa verla para sacar conclusiones¡±. En el caso del cuento de Tosar, su r¨¦plica le llega de Ricardo Dar¨ªn: ambos hablan en pantalla sobre la esposa del segundo, y el personaje de Tosar reflexiona sobre una clave masculina: ¡°No nos gusta perder¡±. ¡°Somos muy orgullosos¡±, explica Gay. ¡°Nos cuesta disciplinarnos. Y no te olvides: soy un t¨ªo, me gustan las mujeres. ?Claro que las admiro! Porque son m¨¢s sanas, m¨¢s directas. John Ford ya mostraba en sus pel¨ªculas las extra?as vueltas que tenemos los t¨ªos. Dar¨ªn me dec¨ªa que, efectivamente, todo lo que dice y hace su personaje es muy de hombre, que una mujer no ir¨ªa con esas tonter¨ªas¡±. Para Noriega hay un a?adido: ¡°Es un retrato de la cuarentena masculina casi pat¨¦tico. Veo a una generaci¨®n muy vulnerable¡ y s¨ª, me siento en algunas cosas muy reflejado. Los t¨ªos vamos dispuestos a disparar a todo lo que se mueve, espero que con la edad desaparezca la actitud de macho conquistador [risas]. No nos ponemos en el lugar de la otra¡±. El realizador est¨¢ de acuerdo: ¡°La edad solo hace que esos intentos sean a¨²n m¨¢s rid¨ªculos. Yo pens¨¦ que exageraba, pero la vida te muestra que no¡±. Watling intercede: ¡°Espero que no todos los t¨ªos se¨¢is as¨ª. Yo al menos he encontrado a alguno diferente. Lo que me gusta de Cesc es que te pone en ese momento en el que las personas ponen las cartas emocionales boca arriba en el tapete y se plantean c¨®mo han podido llegar hasta ese instante, en qu¨¦ momento empez¨® todo y por qu¨¦ no se habl¨® antes de ese problema. Cesc tiene un sentido del humor muy ir¨®nico y, sobre todo, tiene gran compasi¨®n por sus personajes. Como les quiere, logra que el espectador les acompa?e en su viaje¡±. Respuesta del director: ¡°Soy incapaz de escribir un personaje al que no pueda querer, porque pasas muchos meses con ellos entre la escritura, el rodaje, el montaje, el estreno¡ Yo quer¨ªa que, a la salida de la pel¨ªcula, el espectador sintiera tanta ternura por ellos que desease abrazarles¡±. Noriega apostilla: ¡°El tono c¨®mico ayuda a sobrellevar esos patinazos¡±.
Gay no se siente portavoz de una generaci¨®n, ¡°aunque es cierto que necesito establecer un v¨ªnculo directo con lo contado, y hablo de lo que me rodea¡±. Por poco, Gay no cumple el est¨¢ndar del guionista medio espa?ol. Seg¨²n datos de un estudio de la Fundaci¨®n Autor, el 76% de los guionistas espa?oles son hombres ¨Cha aumentado el porcentaje de mujeres en los ¨²ltimos 10 a?os¨C, tienen una media de edad de 47,4 a?os (dominando el segmento de entre 36 y 55 a?os, que supone el 65% del total del colectivo) y residen en Madrid (51%) o Barcelona (23%). ¡°Curiosamente, somos una generaci¨®n que ahora va poco al cine, por motivos laborales o porque est¨¢s en casa cuidando a los hijos¡±, reflexiona el cineasta. Es cierto, en todo el mundo, el principal consumidor de cine es adolescente, entre 15 y 21 a?os, justo el p¨²blico que ha huido en Espa?a de las salas. El segundo gran nicho lo suponen los espectadores que superan los 50 a?os, un p¨²blico que en Espa?a a¨²n es m¨¢s visible ante la desbandada adolescente de los cines. A mitad de 2012, las salas espa?olas hab¨ªan perdido 12 millones de espectadores, la mayor parte, seg¨²n los distribuidores, adolescentes, que adem¨¢s rehu¨ªan el cine espa?ol.
Cesc Gay: "Hace a?os hab¨ªa muchas pel¨ªculas generacionales. Hoy, sin embargo, hay un gran vac¨ªo"
Y en ese momento han llegado los brotes verdes. En mitad de los recortes salvajes de los presupuestos del ICAA, el organismo de Cultura encargado del cine; tras una subida del IVA de las entradas que el Gobierno elev¨® hasta el 21% ¨Cel conocido como ivazo¨C; cuando se est¨¢ levantando a toda prisa un nuevo marco jur¨ªdico para la industria cinematogr¨¢fica, y negociando esa ley y los recortes del Fondo de Cinematograf¨ªa entre todos los sectores del cine; cuando m¨¢s protestan las televisiones privadas con la obligaci¨®n de destinar un 5% de sus ingresos a producci¨®n audiovisual europea (para m¨¢s curiosas vueltas, el pasado 16 de octubre, el Ministerio de Industria, Energ¨ªa y Turismo indic¨® que, en producci¨®n cinematogr¨¢fica, el 60% se deb¨ªa invertir en producto de lengua oficial del Estado, y el resto, en otras de la Uni¨®n Europea, para frenar extra?as inversiones en superproducciones rodadas en Espa?a); en mitad de la peor crisis econ¨®mica de la historia de Espa?a llegan Lo imposible y Las aventuras de Tadeo Jones y elevan la cuota de mercado del cine espa?ol.
En lo que va de 2012, el cine espa?ol ya supera los 86 millones de euros de taquilla (en 2011 logr¨® 96 millones), y, de ellos, 36 millones corresponden al drama de Juan Antonio Bayona (m¨¢s de un tercio del total) y casi 18 millones a la pel¨ªcula de animaci¨®n de Enrique Gato. Son las dos pel¨ªculas m¨¢s vistas en Espa?a este a?o. Y como apunta Pedro P¨¦rez, presidente de la FAPAE, la asociaci¨®n de los productores espa?oles, ¡°las cosas hubieran ido mejor sin el ivazo, que ha retra¨ªdo la taquilla de un 15% a un 20%¡±. Aun as¨ª, a estas alturas, la cuota de mercado se acerca al 17,5%, y a¨²n quedan por estrenar filmes como Invasor, de Daniel Calparsoro, o esta Una pistola en cada mano¡, aunque a cambio el cine estadounidense proyectar¨¢ Crep¨²sculo: Amanecer parte 2, El origen de los guardianes, El hobbit: parte 1 o Los miserables: misiles en las salas, pe?l¨ªculas que gastar¨¢n un mont¨®n de dinero (m¨¢s de dos millones de euros como m¨ªnimo) en la promoci¨®n de su lanzamiento, ante lo que el cine espa?ol solo puede responder con un mont¨®n de publicidad desde las televisiones que participan en su producci¨®n (el esfuerzo de Telecinco en Lo imposible y Las aventuras de Tadeo Jones es digno de estudio).
Ante todo este panorama, Cesc Gay se confiesa ¡°privilegiado¡±. ¡°No solo es que hago lo que quiero, es que tengo trabajo. Muchos de mis amigos, en cambio, lo han perdido o no lo encuentran. En el cine espa?ol se vive una sensaci¨®n como la de cuando se acaba una fiesta, se encienden las luces y descubres que se ha terminado la bebida. En fin, no s¨¦ c¨®mo le ir¨¢ a mi pel¨ªcula. Hace a?os hab¨ªa muchas pel¨ªculas as¨ª, generacionales. Hoy hay un gran vac¨ªo¡±.
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