El tesoro sueco del poder negro
G?ran Olsson rescata en ¡®The Black Power Mixtape 1967-1975¡¯ los archivos del movimiento de derechos civiles
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¡°Esta es la playa de Hallendale. Est¨¢ unas millas al norte de Miami, Florida. Desembarcamos all¨ª con la piel blanca, ojos de sue?o y muy suecos. Quer¨ªamos entender y plasmar Estados Unidos a trav¨¦s de sonido e imagen, tal como es. No obstante, hay tantas opiniones sobre ese tema como norteamericanos: 210 millones¡±. Con estas palabras, extra¨ªdas de una filmaci¨®n hecha por cineastas suecos en 1967 en tierras americanas, arranca The Black Power Mixtape 1967-1975, documental de G?ran Olsson que llega esta semana a las pantallas espa?olas y que parte del hallazgo de un yacimiento de valioso material que llevaba casi 40 a?os sin ver la luz: los abundantes archivos en torno a la g¨¦nesis, evoluci¨®n y ca¨ªda del poder negro que criaban polvo en la televisi¨®n p¨²blica sueca.

¡°En mi juventud hab¨ªa o¨ªdo rumores acerca de estos tesoros desconocidos de material en bruto sobre los black panthers¡±, se?ala Olsson, ¡°pero nunca me lo hab¨ªa cre¨ªdo del todo¡ hasta que encontr¨¦ las filmaciones y entrevistas con Stokely Carmichael, uno de los primeros motores del movimiento, que aparecen al comienzo de mi pel¨ªcula, y entonces supe que era cierto. Tambi¨¦n circulaban leyendas sobre la filmaci¨®n de un concierto in¨¦dito de David Bowie, pero eso result¨® ser falso¡±.
Interesado en las intersecciones entre cuestiones de raza y creaci¨®n cultural, Olsson ya hab¨ªa dedicado un documental a Leila K., primera estrella del hip hop sueco, y al sonido de Filadelfia y su problem¨¢tico contexto social antes de encontrar este tesoro escondido. Una colecci¨®n de documentos que dan fe del compromiso y el inter¨¦s con que la blanqu¨ªsima Suecia vivi¨® la lucha por los derechos civiles de la comunidad afroamericana.
¡°Todo se remonta a cuando Martin Luther King recibi¨® el Premio Nobel en 1966¡±, precisa el cineasta, ¡°todo eso conect¨® al establishment de mi pa¨ªs con el movimiento por los derechos civiles. Y luego lleg¨® la generaci¨®n radical del 68 que sintoniz¨® de manera muy directa con el Black Power. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta que Suecia era neutral en esa ¨¦poca y decidi¨® producir sus propios medios de comunicaci¨®n sin depender de los medios for¨¢neos. Y, por supuesto, Suecia era en aquel entonces un pa¨ªs muy rico y radical¡±.
La entrevista a Angela Davis es un momento poderoso del documental
Olsson ha querido dotar a su pel¨ªcula de la estructura de un mixtape, que no es otra cosa que esas viejas cintas de casete en las que uno grababa una ordenada selecci¨®n de canciones para un destinatario concreto: ¡°El mixtape era algo que hac¨ªas para impresionar a alguien a trav¨¦s de tu exquisito gusto musical, normalmente era una suerte de declaraci¨®n de amor indirecta. El formato tambi¨¦n conlleva una cierta dramaturgia, que es lo que buscaba para mi pel¨ªcula. Y me interesaba que cada uno de los temas fuera, en cierto sentido, independiente. La pel¨ªcula deja clara la autor¨ªa, la fecha y el contexto de cada pieza de material de archivo utilizada, pero, sobre todo, lo importante es que esa estructura habla de un regalo de amor¡±.
Olsson acompa?a las entrevistas y documentos de la ¨¦poca con el audio de entrevistas a figuras como Harry Belafonte, The Last Poets, Erika Badhu, el historiador Robin Kelley o la poetisa Sonia S¨¢nchez realizadas especialmente para la ocasi¨®n. Las voces se integran de manera no intrusiva en el conjunto, a partir de otra referencia formal sorprendente: ¡°Me inspiraron las pistas de comentarios que suele haber en los DVD. Las adoro¡±.

Junto a un crudo ¨²ltimo tramo en el que se aborda el uso de las drogas por parte del sistema para debilitar el Black Power, el documental tiene uno de sus momentos m¨¢s poderosos en la entrevista realizada a la activista Angela Davis en prisi¨®n, en la que se debate la licitud de la acci¨®n violenta: ¡°Cuando estaba editando la pel¨ªcula, mis amigos no dejaban de decirme que las manifestaciones y las revoluciones estaban completamente pasadas de moda. Pero, desde que la pel¨ªcula vio la luz, hemos asistido a la primavera ¨¢rabe, al movimiento Occupy Wall Street, pero tambi¨¦n a manifestaciones masivas reclamando justicia en Israel, Grecia y, por supuesto, Espa?a. Puedes estar de acuerdo o no con la gente que sale a la calle, pero son una parte esencial de la democracia y merecen todo el respeto. Y, s¨ª, aunque el movimiento por los derechos civiles tuvo sus conquistas, el racismo sigue siendo un problema all¨ª y en todas partes. Basta fijarse en las escuelas, donde se fragua la desigualdad de oportunidades¡±, concluye Olsson.
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