El relato que prefigura la obra del maestro
La aparici¨®n de un texto nuevo de Hans Christian Andersen es sin duda una gran noticia, un descubrimiento sensacional, como ya se ha escrito en peri¨®dicos de medio mundo. La vida y la obra del escritor dan¨¦s han sido objeto de investigaci¨®n desde hace m¨¢s de un siglo. No era de esperar, por tanto, que apareciese nada completamente nuevo. Pero el historiador local Esben Brage hall¨® en el archivo de la isla de Fionia lo que nadie pod¨ªa sospechar: el que pudo ser primer cuento de Andersen, redactado cuando ten¨ªa entre 14 y 19 a?os. El estudio realizado por el investigador Ejnar Stig Askg?rd confirma la atribuci¨®n. No se trata de un manuscrito original de Andersen, sino de una copia. Parece que el entonces futuro escritor regal¨® a una buena amiga de la familia, la se?ora Bunkeflod, ese primer fruto de su talento literario, y ella u otra persona de su familia regal¨® la copia a un tal S. Plum.
El mismo Andersen reconoce en uno de sus escritos autobiogr¨¢ficos que la casa de la se?ora Bunkeflod fue su primer aut¨¦ntico hogar, y que en ella tuvo sus primeros contactos con la literatura y tambi¨¦n que, al parecer, fue all¨ª donde decidi¨® dedicarse a escribir. No es extra?o, por tanto, que ese primer ensayo lo regalara a su amiga y protectora. El cuento T?llelyset (La vela de sebo) re¨²ne muchas de las caracter¨ªsticas del autor. No solo de sus cuentos, tambi¨¦n de sus novelas, muchos de sus poemas y dramas. La b¨²squeda del lugar en la vida, las apariencias sucias y pobres que ocultan un alma buena y creativa, la capacidad de iluminar a todos los dem¨¢s, son elementos constantes en Andersen. Por ejemplo en El patito feo, donde bajo las feas plumas de un pato sin gracia se esconde un bello cisne que, sin embargo, no llegar¨¢ a la culminaci¨®n sino tras muchas penosas aventuras. Igual que esta vela de sebo. Por otra parte, tomar como eje central de un cuento un objeto aparentemente tan cotidiano como una vela barata es uno de los rasgos m¨¢s caracter¨ªsticos de los relatos andersenianos: sartenes, abetos, cuellos de camisa, farolas, cuellos de botella y otros objetos heterog¨¦neos son protagonistas de algunos cuentos magn¨ªficos.
La luz, tan evidente en este nuevo cuento, es un tema constante en el autor. La farola y La peque?a cerillera son ejemplos de ello. Pero mejor a¨²n si nos vamos a su cuento Las velas, donde la humilde vela de sebo regalada a una ni?a pobre no ser¨¢ menos que la aristocr¨¢tica vela de cera regalada a una ni?a rica. Dice la de sebo: ¡°?Habr¨¢n podido pasarlo mejor las velas de cera en sus candelabros de plata? ?Me gustar¨ªa saberlo antes de consumirme!¡±.
Este hallazgo nos permite ver c¨®mo los temas y el estilo, las preocupaciones vitales y literarias de H. C. Andersen, estaban ya conformadas antes del inicio de su carrera como escritor ¡ªel m¨¢s famoso en el plano internacional¡ª que ha dado Dinamarca.
Enrique Bern¨¢rdez es traductor de la obra de H. C. Andersen al espa?ol y catedr¨¢tico de Ling¨¹¨ªstica General en la Universidad Complutense.
Babelia
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