Cuando el amor justifica los medios

Si el amor justifica los medios no lo resolver¨¢ El cuerpo, la primera pel¨ªcula de Oriol Paulo. Hugo Silva (Madrid, 1977) protagonista del thriller espa?ol de las navidades recurre a uno de los dilemas vitales m¨¢s reinterpretados en pantalla grande para justificar c¨®mo su personaje ?lex Ulloa, un hombre de ciencia, acaba perdido en la incertidumbre de una morgue laber¨ªntica y oscura. ¡°Cuando nos enamoramos no hacemos lo correcto, no funcionamos de forma moral¡±, dice el actor.

En El cuerpo la moralidad es el interrogante pasado por distintos g¨¦neros cinematogr¨¢ficos. El cad¨¢ver de una mujer desaparece de un tanatorio una noche de tormenta y las consecuencias terminar¨¢n por atar en un juego de dependencias a todos los involucrados. Hasta aqu¨ª el misterio, con algo de terror. Los intereses sobre los que pende el filme que ha ideado Paulo para su debut beben del cine negro con dosis de teatralidad y cierto humor ¨Cno solo fomentado por los rizos que gasta Silva y la lacia melena de Coronado-. ¡°El g¨¦nero no est¨¢ muy claro¡±, reconoce Silva. ¡°Es un thriller, con alg¨²n susto, basado en el desconcierto, que a veces te puede sacar una sonrisa¡±.

A Silva le recogen el guante Jos¨¦ Coronado y Bel¨¦n Rueda en un tr¨ªo que termina de cuadricular la joven Aura Garrida con su inquietante mirada cristalina. ¡°La primera prueba que hice para esta pel¨ªcula fue una sesi¨®n con Jos¨¦ y Oriol, los tres nos enamoramos¡±, recuerda. ¡°Especialmente de la manera de trabajar de Jos¨¦, sus estrategias y la habilidad para manejar la inteligencia emocional del director¡±. Luego llegar¨ªa Bel¨¦n Rueda para poner ¡°la elegancia¡± al tr¨ªo principal. La actriz y Silva ya hab¨ªan compartido secuencias en La princesa de ?boli, tal vez por eso sus palabras no suenan tan sorprendentes como cuando se refiere al inspector Coronado. ¡°Ha sido muy sencillo construir una relaci¨®n con tantos problemas y contradicciones por la calidad de Bel¨¦n como int¨¦rprete¡±.

Cuando Hugo Silva termine este proceso casi obsesivo de b¨²squeda de la verdad, en direcci¨®n contraria a la culpa ¨Ctanto pesa este sentimiento que su personaje termina por com¨¦rsela, literalmente-, le esperan dos estrenos. ¡°Este a?o ha sido surrealista¡±, afirma con cierto pudor. ¡°He tenido tres proyectos con tres grandes directores: Pedro Almod¨®var, Alex de la Iglesia y el propio Oriol¡±. Silva es uno m¨¢s de ese reparto coral que se desvelar¨¢ el a?o que viene con el estreno de Los amantes pasajeros del director manchego. Su parte del pastel la devora como el copiloto de ese nuevo viaje cinematogr¨¢fico en el que anda enfrascado Almod¨®var. ¡°He llegado a comprender por qu¨¦ hace ese cine y por qu¨¦ es un genio: nunca deja de crear, es due?o y se?or de su creaci¨®n, con la capacidad de mutarla en el ¨²ltimo segundo siempre desde el juego de sus c¨®digos¡±.

Despu¨¦s se fue a rodar con Alex de la Iglesia: ¡°Un capit¨¢n de barco que cada vez que hace una pel¨ªcula se desnuda¡±. Sus recuerdos parecen algo m¨¢s cansados por el nivel de exigencia de una pel¨ªcula que justifica por la entrega que ve en su director y que resulta en una factura epatante. ¡°Es una rockstar del cine a nivel visual¡±.