Wagner y Verdi irrumpen en el Concierto de A?o Nuevo, dirigido por Welser-M?st

El Concierto de A?o Nuevo de 2013 ser¨¢ "un viaje de descubrimientos que permitir¨¢ apreciar lo incre¨ªblemente bellas y valiosas que son las composiciones creadas por la familia de los Strauss¡±, dijo el director de orquesta austriaco Franz Welser-M?st al dar a conocer el programa para el gran espect¨¢culo de valses de la Orquesta Filarm¨®nica de Viena, que desde la Sala Dorada del Musikverein se retransmite este 1 de enero a las 11.15 (hora peninsular espa?ola). Welser-M?st y el presidente de la Filarm¨®nica de Viena, Clemens Hellsberg, consiguieron despertar la curiosidad al anunciar que entre los valses y polcas habituales de la dinast¨ªa Strauss se infiltrar¨¢n dos gigantes de la ¨®pera. Nada menos que Richard Wagner (1813-1883) y Giuseppe Verdi (1813 ¨C 1901) estar¨¢n presentes en esta apertura del nuevo a?o con el preludio del tercer acto de Lohengrin y un prestissimo del ballet Don Carlo.

La planificaci¨®n del repertorio suele asociarse a eventos de actualidad. Esta vez el motivo es el 200¡ã aniversario de ambos compositores, que a su vez profesaban admiraci¨®n por la creatividad musical de la dinast¨ªa Strauss a finales del siglo XIX, seg¨²n explic¨® Hellsberg. Era respeto mutuo. Tambi¨¦n Johann Strauss y sus hermanos m¨²sicos segu¨ªan con atenci¨®n la evoluci¨®n de los grandes maestros de la ¨®pera, tanto es as¨ª que la primera obra de Wagner que pudo escuchar el p¨²blico vien¨¦s fue el Coro de los peregrinos de Tannhauser interpretada en 1853 por la Capilla musical Strauss. Todo oyente atento podr¨¢ percibir en el repertorio de este 1 de enero varias piezas que hacen alusi¨®n a estos v¨ªnculos entre los m¨²sicos de la ¨¦poca. El programa incluye, entre otras, once obras nunca escuchadas en el m¨ªtico concierto, la mayor¨ªa de ellas de los prol¨ªferos Strauss.

¡°Los valses de Strauss deben sentirse ligeros, elegantes y bellos con la mayor naturalidad, pero precisamente estas cualidades son las m¨¢s dif¨ªciles de conseguir¡±, se?al¨® Welser-M?st. El ritmo sutil y jovial del vals parece indicar que, a pesar de todo lo bueno y lo malo que uno acaba de dejar en el a?o que acaba de concluir, el circuito de la vida contin¨²a como siempre, aunque sea con leves variaciones. Esta sensaci¨®n es sin duda una de las claves del enorme ¨¦xito del Concierto de A?o Nuevo, as¨ª como la calidad sin igual de los virtuosos filarm¨®nicos vieneses, encargados ellos mismos de elegir al director de orquesta que estar¨¢ a su frente en esta especial ocasi¨®n. Es la segunda vez, desde 2011, que otorgan este privilegio, que es casi tan apreciado como una condecoraci¨®n, a Welser-M?st, desde 2010 director musical de la ?pera del Estado de Viena (Staatsoper).

El m¨²sico, nacido en 1960 en la ciudad austriaca de Linz, inici¨® su exitosa trayectoria internacional con la Filarm¨®nica de Londres, donde fue director de 1990 a 1996, antes de asumir la direcci¨®n musical de la Opernhaus de Z¨¹rich. Luego paso a encargarse de la Cleveland Orchestra, que dirige desde 2002 con un contrato hasta 2018, en paralelo a su cargo en la Staatsoper de Viena.

Aunque en 2011 los cr¨ªticos de la prensa austr¨ªaca escribieron al un¨ªsono que Welser-M?st, con su interpretaci¨®n asc¨¦tica y acartonada, hab¨ªa ¡°domesticado¡± el Concierto de A?o Nuevo, los n¨²meros le salvaron. El concierto fue todo un ¨¦xito de audiencia y el CD marc¨® un nuevo r¨¦cord de ventas. Este cl¨¢sico espect¨¢culo nunca pasa de moda, sino todo lo contrario: siempre va a m¨¢s. La amplitud de su difusi¨®n se ha duplicado en los ¨²ltimos diez a?os. La 73¡ã edici¨®n de este concierto de alto nivel musical ser¨¢ vista y escuchada en m¨¢s de 80 pa¨ªses. Entre los nuevos receptores en 2013 se encuentran Cuba, But¨¢n, Panam¨¢, Tonga, Nueva Zelanda, India e Indonesia. Los valses de Strauss resonar¨¢n por primera vez en toda China este 1 de enero a trav¨¦s de la radio estatal CMR, y los surcoreanos podr¨¢n ver el concierto en directo en algunos cines.

El p¨²blico que sigue la retransmisi¨®n por televisi¨®n podr¨¢ disfrutar de algo invisible para los afortunados que consiguieron las codiciadas y muy costosas entradas a la Sala Dorada del Musikverein: s¨®lo se pueden ver en la transmisi¨®n televisada las piezas de ballet que acompa?an el vals de Johann Strauss Donde florecen los limones y la polka de su hermano Josef Strauss Galoppin. Las coreograf¨ªas del brit¨¢nico Ashley Page , antiguo solista del Royal Opera House de Londres, tienen como escenario el palacio barroco Schloss Hof, situado en el Estado de la Baja Austria. El vestuario, que se destaca por el contraste de su colorido, es una creaci¨®n del modista Johan Engels.