¡®Here comes¡¯
Cuando ha saltado a la Red el v¨ªdeo con m¨²sicos tocando 'Here comes the sun' en una sucursal del Inem los espa?oles se han imaginado en una pel¨ªcula de Capra.
Y result¨® que en esta ciudad de m¨¢s de seis millones de cad¨¢veres laborales la gente ten¨ªa ganas de ponerse sentimental y reconocerse en algo colectivo, aunque fuera la compartida agarradera del Metro, la cola frente a la administraci¨®n de do?a Manolita o el gol de Iniesta. Por eso cuando ha saltado a la Red el v¨ªdeo organizado por el radioemigrado programa Carne cruda 2.0 con los j¨®venes m¨²sicos tocando el Aqu¨ª llega el sol de los Beatles en una sucursal del Inem los espa?oles se han mirado a los ojos unos a otros por primera vez en mucho tiempo y se han imaginado dentro de una pel¨ªcula de Capra.
Resulta que las m¨¢s altas instancias del poder tratan de lavar su imagen en comparecencias sin preguntas, pero al pueblo lo que le ped¨ªa el cuerpo es ternura virtual. Y la oficina del Inem es la instituci¨®n que m¨¢s une a los espa?oles justo por delante del bigote honesto de Del Bosque. Los ciudadanos no van all¨¢ a asegurarse la pensi¨®n millonaria o la comisi¨®n indecente a cuenta de la privatizaci¨®n, sino a recibir en respetuoso silencio a los 826 de Telemadrid, los 3.800 de Iberia, los 6.000 de Bankia, los 1.198 de Canal Nou, los 258 de Roca y los 129 de aqu¨ª y hasta a Casillas si lo manda al paro la marea negra. Las puertas del Inem ha habido que abrirlas de par en par y los funcionarios reciben a gayola. Por eso la canci¨®n que compuso George Harrison, tras pasar un horrible 1969, suena a pasodoble espa?ol.
Despu¨¦s del triunfo de audiencia de La voz, tan pobre de m¨²sica, el pa¨ªs ten¨ªa cuerpo de anuncio sentimental¨®n para comerse este turr¨®n de piedras que nos han dado a masticar. M¨ªratelo, yo he llorado, se escriben unos a otros. Qu¨¦ majos los espa?oles, con la que esta cayendo y agarrados a un YouTube. M¨¢s secuencia de Full Monty que flash mob, es un desnudo emocional en carne cruda. Dispuestos a asumir el rigor contable de su ¨¢ngela de la guarda de los merkados, pero alertados de que doscientas familias corruptas se hagan con los tesoros del estado. Sin cartera pero con coraz¨®n, mirando hacia arriba porque quiz¨¢ ya viene, aqu¨ª llega el sol.
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