Todo sobre su madre
Leigh Ledare protagoniza su primera retrospectiva europea con sus provocadoras im¨¢genes El artista es conocido por retratar la vida sexual de su progenitora


Leigh Ledare empez¨® a hacer ruido all¨¢ por 2010, cuando el PS1 de Nueva York ¨Csucursal del MoMA para el ¨²ltimo arte contempor¨¢neo¡ª le seleccion¨® para la gran exposici¨®n que organiza cada cinco a?os para destacar lo m¨¢s prometedor de la escena local. El verano anterior, ya hab¨ªa llamado la atenci¨®n en los prestigiosos Encuentros Fotogr¨¢ficos de Arles. La comisaria invitada, un mito de la fotograf¨ªa contempor¨¢nea como Nan Goldin, le escogi¨® como uno de los nombres a tener controlados en el radar. Sus im¨¢genes retrataban a una pelirroja de mediana edad practicando sexo con amantes m¨¢s j¨®venes a lo largo de ocho a?os. Otra serie sobre ese oscuro objeto del deseo, pensaron algunos. Hasta que, al leer la letra peque?a, descubrieron que Tina Peterson, antiguo prodigio de la danza cl¨¢sica reconvertida en madura bailarina de striptease, era tambi¨¦n su madre.
De la banalidad pornogr¨¢fica, sus im¨¢genes pasaron a la categor¨ªa de provocaci¨®n lim¨ªtrofe con el incesto. ¡°Es una lectura inicial posible, pero no hay que confundirse¡±, alega un flem¨¢tico Ledare, de 35 a?os, aspecto de hipster jubilado con residencia en Brooklyn y respuestas m¨¢s sesudas que sensacionalistas. ¡°No estoy documentando la actividad sexual de mi madre, sino estudiando la condici¨®n de la mujer frente a las convenciones de nuestra cultura, al ideal que debe encarnar toda madre y esposa. Cuando una mujer se aleja del arquetipo, se la considera una desviada y una pervertida¡±, explica. ¡°En el fondo, no estoy hablando de algo tan extraordinario: solo es una mujer que practica sexo¡±.
Fue descubierto por Nan Goldin y trabaj¨® como asistente de Larry Clark, con quien comparte afici¨®n por ¡°lo oculto, lo vergonzoso y lo amoral¡±
El fot¨®grafo estadounidense protagoniza su primera retrospectiva europea, que acaba de hacer escala en el Kunsthal Charlottenborg de Copenhague, donde ser¨¢ expuesta hasta el 12 de mayo. La comisaria de la muestra, Elena Filipovic, analiza el supuesto esc¨¢ndalo en los mismos t¨¦rminos: ¡°A pesar de la omnipresencia del porno en nuestra sociedad, la madre como sujeto sexualizado sigue siendo un tab¨² inquebrantable¡±. Y si es su hijo quien participa en su erotizaci¨®n, todav¨ªa m¨¢s. Ledare sostiene que todos sus proyectos giran en torno a la voluntad de ¡°observar lo que permanece oculto, lo que produce verg¨¹enza y preocupaci¨®n moral¡±. Por eso admira a Larry Clark, de quien fue asistente durante los noventa. ¡°Pero tambi¨¦n a Fassbinder, Mike Kelley o Judith Butler, quienes se especializaron en hacer el mismo tipo de preguntas embarazosas¡±, a?ade.
Para el fot¨®grafo, su trabajo consiste en ponerse a s¨ª mismo en situaciones inc¨®modas. En una de sus primeras series fotogr¨¢ficas, escogi¨® al azar anuncios de contactos en el peri¨®dico y pidi¨® a las solicitantes que le fotografiaran en su posici¨®n preferida. En una de las ¨²ltimas, volvi¨® a apostar por otro experimento tan pernicioso como revelador. Se march¨® de fin de semana con su exmujer y document¨® el reencuentro con su c¨¢mara. Dos meses despu¨¦s, le pidi¨® que repitiera la experiencia. Pero esta vez no con ¨¦l, sino con su nuevo marido. La musa de ambos fot¨®grafos era la misma, pero la mirada fr¨ªa y resentida de unas im¨¢genes se volv¨ªa tierna y seductora en las otras. ¡°Mi obra quiere ser como un diagrama de las relaciones de poder que subyacen bajo las situaciones corrientes¡±, concluye Ledare. En sus im¨¢genes, lo anodino esconde lo malsano y lo intolerable conduce hacia lo esclarecedor. Limitarse a llamar al esc¨¢ndalo supone quedarse corto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
