El italiano muestra su colecci¨®n para primavera/verano 2013 en la segunda jornada de esta cita con la moda en la capital francesa
La carrera de Valli es una de esas que se cuentan tanto por la cerrada defensa de un estilo (que no entiende de vaivenes por temporadas) como por los nombres c¨¦lebres que ha vestido: Carlota Casiraghi en la boda de su t¨ªo Alberto; Emma Stone en los Oscar, Diane Kruger¡ Anoche, en la embajada italiana, ofreci¨® una nueva dosis de majestuosos trajes de noche a su habitual cartera de clientas. Con cinturones de cobre y controlados vol¨²menes propon¨ªan una versi¨®n actualizada de las siluetas de la era dorada de la alta costura.FRANCOIS GUILLOT (AFP)El blanco y negro de la primera mitad de la colecci¨®n favoreci¨® al dise?ador. Con motivos felinos derivados hacia la abstracci¨®n, entreg¨® abrigos y vestidos estructurados que parec¨ªan sugerir que Valli estaba dispuesto a abandonar el terreno de la coqueter¨ªa excesiva en el que a veces habita. Desde que se estableciera por su cuenta en 2005, Valli est¨¢ considerado el Valentino de la nueva generaci¨®n.Zacharie Scheurer (AP)Los tonos pastel tomaron el mando en la parte final del desfile y con ellos se termin¨® la contenci¨®n de Valli. Los vol¨²menes esponjosos se desbocaron, las faldas crecieron y los bordados tomaron por completo los vestidos. Dos ¨²nicos trajes amarillos pon¨ªan el contrapunto ¨¢cido a la sucesi¨®n de dulce.AP (Zacharie Scheurer)Los trajes cortos profusamente decorados remiten a la alta moda italiana. Hubo un tiempo en que Roma compet¨ªa con Par¨ªs en el mercado de la alta costura y es una herencia que Valli parece absorber en su trabajo. Nacido en Roma, fue el elegido por Emanuel Ungaro para sucederle tras su retirada en 2004. La f¨®rmula no funcion¨®. Pero, como Valentino antes que ¨¦l, trajo a Francia una est¨¦tica l¨²dica y elegante que se asocia con la capital italiana, al menos en su encarnaci¨®n como escenario de 'La dolce vita'.Zacharie Scheurer (AP)En la alta costura a menudo hay que distinguir entre el inter¨¦s de la creaci¨®n en s¨ª misma para los que la observan y el que tiene para el p¨²blico al que se dirige. Este oficio debe seducir, en teor¨ªa, a mucha m¨¢s gente de la que compra sus productos. No es el caso de Valli. Su secuencia final de vestidos est¨¢ ¨ªntima y exclusivamente pensada para las citas ¨Cp¨²blicas y privadas¨C que sus clientas tienen en la agenda de los pr¨®ximos meses.FRANCOIS GUILLOT (AP)
