Vecinos
La ingenuidad de los europeos ante la revoluci¨®n tecnol¨®gica, ha saqueado sus industrias de contenidos. Hasta los medios, que le hac¨ªan gratis la publicidad a gigantes como Google, han visto c¨®mo estos desbarataban toda su posibilidad de negocio convirti¨¦ndose en due?os y se?ores en el intercambio de informaci¨®n. A rastras, algunos pa¨ªses europeos, y en esto el nuestro siempre va por detr¨¢s, comienzan a reclamar una fiscalidad menos escapista para conglomerados como Apple o Google, y reclaman la imposici¨®n de un canon para frenar el vaciado de beneficios y pelear por la supervivencia de los puestos de trabajo.
Desprestigiada en su pol¨ªtica cultural por casi todos los frentes neoliberales, que han sido muchos y muy beligerantes, Francia puede presumir de una cuota de pantalla que supera el 80% y de una entrada de capital extranjero por consumo de cultura y entretenimiento que los pa¨ªses de su entorno ni nos atrevemos a so?ar. Para ello se necesita, m¨¢s que otra cosa, una conciencia pol¨ªtica pragm¨¢tica como la que mostraba Jacques Toubon en una cristalina entrevista que Juan Cruz le hizo para este peri¨®dico, donde explicaba el grado de colonizaci¨®n que el producto norteamericano ejerce sobre la cultura europea.
Hace dos semanas asist¨ªamos al dato escalofriante de que una pel¨ªcula como Amanecer, parte 2 segu¨ªa explot¨¢ndose en m¨¢s de 400 pantallas espa?olas, pese a no llegar a 200 euros de media. Cifras que en cualquier otro t¨ªtulo europeo significar¨ªan retirarla con urgencia aunque estuviera en una sola pantalla. Un ejemplo del grado de orde?e al que someten los colonizadores a nuestro supuesto mercado libre. A las televisiones en Francia se les impide acaparar la producci¨®n de cine con el abuso de posici¨®n dominante, mientras que aqu¨ª son due?as del patio y someten las decisiones pol¨ªticas a su arbitrio. Empeque?ecida Francia en el mundo, con el presidente de la Rep¨²blica en labores de presidente del Gobierno, hace tiempo que cedi¨® su corona de representaci¨®n nacional a la cultura, convirti¨¦ndola en la mejor embajadora de la naci¨®n. Bajo el paraguas franc¨¦s sobrevive la cultura europea frente a la colonizaci¨®n norteamericana ahora capitaneada desde el Valle de la Silicona; si logran desarbolar la terquedad vecina nos quedar¨¢ tan solo el desierto m¨¢s inh¨®spito.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.