¡°Bruce Lee es el h¨¦roe de mi infancia¡±
Won Kar-Wai defiende su pel¨ªcula, la biograf¨ªa del profesor del rey de las patadas
A menudo escapa al entendimiento por qu¨¦ se pelean tanto los personajes de The grandmaster (El gran maestro) durante dos horas de pel¨ªcula. Los luchadores chinos de Wong Kar-Wai aprovechan cualquier hora del d¨ªa y cualquier situaci¨®n meteorol¨®gica o geogr¨¢fica para liarse a pu?etazos, patadas, fintas y empujones en curiosas coreograf¨ªas muy poco sangrientas. Este delicado kung fudel director es casi el ¨²nico lenguaje en el que Ip Man (Tony Leung) y Gong Er (Zhang Ziyi) pueden comunicarse de veras durante la frustrada historia de amor que sirve de hilo para tanto trompazo consecutivo. En lo dem¨¢s, la historia resulta dispersa. El melodrama chino de artes marciales ambientado en la primera mitad del siglo XX abri¨® ayer la 63? edici¨®n de la Berlinale, con su creador como presidente del jurado. ¡°Bruce Lee fue el h¨¦roe de mi infancia, s¨ª. Solo que las artes marciales adem¨¢s de golpes certeros y mortales encierran principios, honor y mucha filosof¨ªa¡±, contaba ayer el cineasta.
Se trata de un biopic, sin duda idealizado, de Ip Man, un profesor del arte marcial Wing Chun que dio clases a Bruce Lee. Entre los a?os 30 y 50 del siglo pasado, el luchador se cruzar¨¢ en diversas ocasiones con Gong Er, hija de un maestro de lucha llamado Gong Yutian que procede del norte. Ip Man, que es de un clan del sur, debe medirse con ¨¦l y despu¨¦s con ella en sendas peleas que m¨¢s parecen sesiones de ballet. Ella le vence. Cuando los japoneses invaden China, Ip pierde a su familia y Gong a su padre. Entonces, la heredera hace voto de castidad y organiza su represalia. Ambos terminan en Hong Kong, donde volver¨¢n a encontrarse. Hablan a menudo, pero su pasi¨®n mutua solo encuentra expresi¨®n acertada en el duelo que libran casi al principio de la cinta, cuando sus caras se rozan a c¨¢mara lenta y el espectador entiende que empieza algo improbable. La entretenida pel¨ªcula se sigue como una eleg¨ªa por este amor tan imposible como la estilizada violencia de sus luchas y el hero¨ªsmo inmaculado de sus h¨¦roes. As¨ª lo defend¨ªa Kar-Wai: ¡°Las artes marciales son un c¨®digo que se trasmite de generaci¨®n en generaci¨®n y que cada generaci¨®n enriquece con nuevas pr¨¢cticas¡±.
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