Fortuny y Madrazo desconocidos
Una exposici¨®n re¨²ne por primera vez dibujos de ambos artistas en manos de coleccionistas
Los dos fueron artistas, amigos y cu?ados. Conocieron en vida el ¨¦xito de su pintura, muy cotizada y bien vendida. Mariano Fortuny (Reus, Tarragona, 1838- Roma, 1874) y Raimundo de Madrazo (Roma, 1841- Versalles, 1920) son dos de los pintores espa?oles m¨¢s reconocidos del siglo XIX. Sus biograf¨ªas y su trayectoria creadora estuvieron entrelazadas y ahora, por fin, puede verse un centenar de sus obras ¡ª83 de Fortuny y 20 de Madrazo¡ª, "la mayor¨ªa dibujos in¨¦ditos, no expuestos antes porque est¨¢n en manos de particulares y proced¨ªan de los talleres de los propios artistas", subraya Montserrat Mart¨ª, la comisaria de la exposici¨®n instalada en la sala municipal de la desacralizada iglesia vallisoletana de las Francesas.
Hasta el 10 de marzo se exhiben peque?as composiciones de ambos pintores: estudios, apuntes ¡ªcomo esa Escalera de un convento en Granada, de Fortuny¡ª, a veces bosquejos, meros trazos a carboncillo o l¨¢piz y tambi¨¦n acuarelas y ¨®leos. Los organizadores han "rastreado" el disperso legado de los dos artistas para reunir obras procedentes de 20 coleccionistas de toda Espa?a y que en principio eran de los Madrazo. La muestra Mariano Fortuny y Raimundo de Madrazo coincide con la celebraci¨®n, este 2013, del 175 aniversario del nacimiento del primero, una efem¨¦ride que traer¨¢ celebraciones en Reus y Roma.
La comisaria Mart¨ª destaca de la exposici¨®n el cuadro El carnaval en el Corso (1873), "un ¨®leo espl¨¦ndido" (13x20 cent¨ªmetros) de Fortuny. Para acompa?ar a esa obra hay 22 dibujos preparatorios. El resto de fortunys est¨¢n distribuidos por temas: "Interiores, orientalismo, costumbrismo, Granada, Roma¡", la ciudad que le marc¨® como artista, y peque?as joyas como ese Pope dibujado a plumilla.
En el caso de Madrazo ¡ªtriunfador entre la burgues¨ªa como retratista de mujeres¡ª su obra "est¨¢ menos documentada". En las paredes de la iglesia de las Francesas cuelgan "estudios para composiciones de ¨¦poca y, por ejemplo, retratos de actores, entre ellos, varios de la com¨¦die fran?aise". Par¨ªs fue para Madrazo lo que Roma para Fortuny.
Cuando se conocieron, ambos congeniaron por sus aficiones comunes: antig¨¹edades, toros y arte
Cuando se conocieron, ambos congeniaron por sus aficiones comunes: las antig¨¹edades, los toros y, por supuesto, el arte (compartieron marchante y coleccionistas). Trabajaron juntos en Madrid, donde acud¨ªan con asiduidad a recorrer las salas del Prado, y en Sevilla, Par¨ªs y Roma. Mariano acab¨® cas¨¢ndose con Cecilia, la hermana de su amigo y de la que pueden verse dos retratos pintados por su esposo. Sin embargo, esa relaci¨®n de fraternidad y admiraci¨®n mutua entre los artistas se rompi¨® con la temprana muerte de Fortuny a los 36 a?os, originada por una malaria contra¨ªda en un viaje. La noticia caus¨® un gran impacto. El catal¨¢n estaba reconocido internacionalmente; prol¨ªfico, era un hombre "que quer¨ªa pintar lo que le apetec¨ªa", al que se pod¨ªa ver siempre con una libreta en la mano en la que bosquejaba bocetos, ya fueran meros objetos o tejidos, indicios de lo que luego desarrollaba en sus ¨®leos. Por eso, cuando falleci¨® sali¨® a la luz una multitud de carpetas con los dibujos de su taller en Roma. En ellos hab¨ªa plasmado su inter¨¦s por el entorno, por las figuras y la luz, lo que Mart¨ª llama "la impresi¨®n instant¨¢nea de la vida". En paralelo, "fueron muchos los seguidores e imitadores" surgidos tras su deceso. Casi 140 a?os despu¨¦s, los depositarios de su obra son el Museo Nacional de Arte de Catalu?a, la Biblioteca Nacional, el Museo de Bellas Artes de Reus, el Prado y particulares.
Su cu?ado, nacido en una familia de artistas, se inclin¨® desde joven "por el tecnicismo, heredado de su padre", el tambi¨¦n pintor Federico de Madrazo. Sus obras eran m¨¢s acad¨¦micas. Pese a su estilo minucioso y preciso, la exposici¨®n muestra al "Madrazo m¨¢s espont¨¢neo", el de los dibujos preparatorios. En la muestra predominan los retratos, como el de Dama con carta. Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se convirti¨® en un artista cotizado, que lleg¨® a vender un ¨®leo en Francia, en 1870, por 15.000 francos.
Miembros de las familias Vanderbilt y Kennedy pasaron por los pinceles de Madrazo
Tras los ¨¦xitos de Par¨ªs, se instal¨® en plena madurez en Nueva York a principios del siglo XX. All¨ª retrat¨® la alta sociedad estadounidense. Miembros de los Vanderbilt y los Kennedy pasaron por sus pinceles. Pocos a?os despu¨¦s estallaron las vanguardias y el arte decimon¨®nico salt¨® por los aires y fue relegado un largo tiempo. Ahora se presenta la ocasi¨®n de escudri?ar estos dibujos poco conocidos de Fortuny y Madrazo antes de que retornen a las manos que los contemplan en privado.
Babelia
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