¡°La filosof¨ªa nos puede conducir a la brutalidad¡±
El exitoso escritor estadounidense publica su tercera novela, 'Tierra', situada en la t¨®rrida California En el libro, el paisaje se convierte en un infierno que desencadena "una locura aterradora"


Para el estadounidense David Vann, el paisaje "lo es todo", en su vida y en su trayectoria. Algo comprensible en un hombre que naci¨® y se cri¨® en una de las islas Aleutianas (Alaska), de solo 200 habitantes, y luego vivi¨® en la huerta californiana. De su anterior novela, la exitosa Caribou Island, localizada en el extremo clima alaske?o, ha trasladado ahora la acci¨®n de Tierra (Mondadori) al t¨®rrido ambiente de California. "Era el otro lugar de mi infancia, mis padres eran de all¨ª y la novela se desarrolla en una casa como la que ten¨ªan mis abuelos", dice este autor de 46 a?os, de sonrisa amplia, grandes manos y rostro anguloso que reside en Nueva Zelanda.
El protagonista de Tierra, su tercera novela, es Galen, un joven de 22 a?os de mediados de los ochenta que vive con su madre y es seguidor de los libros de filosof¨ªa hinduista y budista y de la m¨²sica new age?¡ªaquel estilo instrumental y de espiritualidad¡ª. A pesar de esa b¨²squeda de la trascendencia, lo que en realidad desea Galen es que su mam¨¢ le d¨¦ el dinero de la herencia de la abuela para ir a la universidad y, tambi¨¦n, hac¨¦rselo con su prima de 17 a?os, una manipuladora lolita llamada Jennifer.
"En esta obra me r¨ªo de la 'new age' porque yo cre¨ª en todo eso"
La vida de la familia est¨¢ condicionada por "el paisaje seco, sofocante, que se convierte en un infierno y desencadena una locura aterradora". "Siempre escribo a partir del paisaje y de sus efectos en los personajes. El agua, el bosque, las rocas... no son neutrales, presionan a los seres y permiten describir c¨®mo son". A Galen no le sirven de nada sus lecturas sobre la b¨²squeda del yo y toda esa matraca. "Mi libro trata de c¨®mo la filosof¨ªa, a pesar de lo que pensemos, puede llevarnos a la brutalidad", asegura este hombre que de ni?o cazaba ciervos con su padre y ha sido capit¨¢n de barco ocho a?os. "Mi hogar es el paisaje".
La aspereza de la naturaleza se traslada al estilo de Vann, una prosa que los cr¨ªticos califican de seca. Esta se basa, dice, en su gusto por el ingl¨¦s antiguo, "el que exist¨ªa hace 1.000 a?os, muy germ¨¢nico, de frase corta, que suprim¨ªa verbos y preposiciones". La otra raz¨®n para esa forma espartana de narrar est¨¢ en el propio protagonista. "Galen, como seguidor de la new age en los ochenta, quiere volver a lo ancestral, al para¨ªso".
Los protagonistas est¨¢n condicionados por "el paisaje seco, que desencadena una locura aterradora"
Es la segunda vez que Vann menciona la new age, aquel movimiento de los ochenta de espiritualidad y m¨²sica instrumental relajante (Galen escucha cintas del japon¨¦s Kitaro). "Cuando estaba en el instituto era de los que se cre¨ªa todo eso, iba a clases de meditaci¨®n pero solo quer¨ªa acostarme con chicas [carcajada]. Esta obra me da la oportunidad de re¨ªrme de aquello que fui. La new age se convirti¨® para muchos en una religi¨®n. Y como todas las religiones, en el fondo escond¨ªa un profundo deseo sexual" (risas).
Sexo y dinero son dos puntales del libro. "La mayor parte de mi vida he estado por debajo del umbral de la pobreza". Ahora no sufre esa carencia. Tiene ¨¦xito y hay cr¨ªticos que le se?alan como un nuevo Melville. Coincidencia: Vann est¨¢ leyendo Moby Dick. "Me quedan 200 p¨¢ginas, es un regalo que me comparen con ¨¦l pero yo no soy tan metaf¨ªsico. Mi conexi¨®n con otros escritores est¨¢ en abordar temas rurales, la naturaleza, como Raymond Carver, Tobias Wolff o Cormac McCarthy".
Lo que s¨ª comparten Vann y Melville es una vida aventurera y marina. "Hay que tener vivencias para escribir. La literatura est¨¢ llena de aburridos profesores universitarios que cuentan que se acuestan con sus alumnas. Por ejemplo, Jonathan Franzen es profundamente aburrido, su lenguaje lo es; no s¨¦ c¨®mo la gente puede seguir leyendo sus libros". El risue?o Vann sabe por experiencia que es aburrido ser profesor universitario. ?l ense?a ficci¨®n narrativa y no ficci¨®n en la universidad de Warrick (Inglaterra).
A caballo entre Inglaterra y Nueva Zelanda, Vann espera "no tener nunca que volver" a su pa¨ªs. Ha votado a Obama otra vez pero se siente decepcionado: "En su primer mandato se acerc¨® a la derecha m¨¢s de lo que muchos quer¨ªamos. Demasiado precavido y poco ambicioso en sus reformas. No se ha ocupado del Ej¨¦rcito, que es sagrado en EE UU. Lo que odio de mi pa¨ªs es que se cuente a s¨ª mismo mentiras enormes y las crea sin examinarlas: que hay que tener armas en casa para protegernos, que las grandes corporaciones est¨¢n para ayudarnos...
El tercer pa¨ªs en el que Vann pasa parte del a?o es Turqu¨ªa. All¨ª le queda algo de su alma marinera. "Tengo un barco anclado y navego tres meses". Pero es una costa protegida, f¨¢cil para un hombre que vivi¨® un hundimiento y un ataque pirata. "Nancy, mi mujer, y yo hemos decidido que nada de sufrimiento" (risas).
As¨ª que una vida placentera, al contrario que el enloquecido protagonista de Tierra. "No considero a Galen un loco. De hecho, Galen es mitad yo y mitad mi mejor amigo del instituto". Viendo sus manos, mejor que Vann sea la parte espiritual de Galen y no la violenta, ?no? (Risas)."Yo tambi¨¦n lo espero".
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