Un saqueo a plena luz
Armado con detectores de metales y un georradar, un vecino de Aranda de Moncayo extrajo 4.000 piezas arqueol¨®gicas del yacimiento celt¨ªbero de Ar¨¢tikos.
Todo el mundo en la comarca de Aranda de Moncayo sab¨ªa a qu¨¦ se dedicaba Ricardo Granada P¨¦rez. A los detectores de metales. A escarbar en busca de cascos, monedas, vasijas o armaduras en los numerosos yacimientos celt¨ªberos de la zona. En Aranda (198 habitantes, Zaragoza), calles encrespadas y clima duro, no era ning¨²n secreto. Ni en Illueca ni en Jarque, los pueblos de la zona por los que Ricardo se mov¨ªa a sus anchas.
¡°Yo lo he visto con los detectores de metales m¨¢s de una vez, pero como las autoridades no dec¨ªan nada... ?l lleva 30 a?os haci¨¦ndolo, pero lo que no sab¨ªamos es si encontraba algo¡±, cuenta Miguel Galavia, electricista jubilado de 77 a?os, que ha ido a la huerta a por una lechuga para la ensalada. De vez en cuando le preguntaba si hab¨ªa hallado algo de valor: ¡°Dec¨ªa que sacaba poco y nada entero¡±. No conoc¨ªan el tesoro que ten¨ªan bajo sus pies.
Galavia se?ala con el bast¨®n uno de los lugares preferidos por Granada para sus prospecciones: el pueblo celt¨ªbero de Ar¨¢tikos. Para el profano no es nada m¨¢s que un cerro de tierra roja, pero quien lo conoce no ve m¨¢s que signos que delatan un pasado sugerente. ¡°Eso es cer¨¢mica de una vasija, aquello un trozo de bronce y eso es hierro, se nota que est¨¢ quemado, probablemente de cuando los romanos arrasaron la ciudad¡±, cuenta una persona que colabor¨® con la investigaci¨®n y que pide el anonimato. El caso est¨¢ judicializado. Por el suelo hay restos de todo tipo, pero solo el ojo experto los detecta. Dos grandes piedras clavadas en paralelo forman presumiblemente una tumba que ha sido saqueada.
La Guardia Civil apunta a que los saqueos son obra de Ricardo Granada, unos 60 a?os, jubilado, coleta blanca, complexi¨®n fuerte, que, seg¨²n los agentes y la fiscal¨ªa, cometi¨® durante al menos 15 a?os un expolio continuado, uno de los mayores y m¨¢s sorprendentes que ha sufrido Espa?a y cuyas piezas acabaron en el extranjero. Lo hizo ante la desidia de las autoridades espa?olas, que dejaron que durante a?os se subastaran en Alemania y Reino Unido cascos celt¨ªberos en excelente estado.
El pasado 13 de febrero, despu¨¦s de meses de investigaci¨®n, la Guardia Civil entr¨® en una de las tres viviendas de Granada, la de la calle Benedicto XIII en Illueca, en un modesto edificio de ladrillo amarillo sobre una f¨¢brica de calzado. El bot¨ªn sorprendi¨® a los investigadores. Hab¨ªa ¡°4.000 piezas arqueol¨®gicas pertenecientes a diversas culturas, especialmente del periodo celt¨ªbero peninsular, con abundantes joyas y otras piezas propias de los enterramientos de los guerreros de la ¨¦poca¡±, seg¨²n anunci¨® la fiscal¨ªa.
Fuentes de la investigaci¨®n explican la sorpresa de los agentes al ver monedas celt¨ªberas y romanas almacenadas en medio coco, botes de pur¨¦ y cajas viejas de bombones Ferrero Rocher. Sin orden ni concierto, en recipientes encima del televisor hab¨ªa multitud de proyectiles que los celt¨ªberos lanzaban con hondas. Tard¨® en confesar, pero finalmente accedi¨® a colaborar con la Guardia Civil y condujo a los agentes a los lugares donde hab¨ªa estado excavando sin permiso. La juez de La Almunia de Do?a Godina le puso en libertad con cargos. El C¨®digo Penal castiga con pena de prisi¨®n de uno a tres a?os a quien ¡°cause da?os en un yacimiento arqueol¨®gico¡±.
Tras el ca¨®tico almacenaje no se escond¨ªa el trabajo de un aficionado. Granada guardaba seis detectores de metales y un georradar, la m¨¢quina que permite detectar si el subsuelo ha sido removido. El dispositivo es ideal para encontrar tumbas. Es el que utilizan los investigadores de la memoria hist¨®rica en busca de fosas.
El detenido alega que se trata de un caso de 1975. El Ayuntamiento dio el aviso en 1992 pero qued¨® en nada
Gloria P¨¦rez, arque¨®loga de la Universidad de Zaragoza y natural de la zona, es de las personas que mejor conoce el yacimiento de Aranda, sobre el que hizo en 2010 un trabajo. Ella recuerda que cuando iba a hacer una prospecci¨®n a veces encontraba que durante la noche el lugar ya hab¨ªa sido excavado. Las siete hect¨¢reas del hist¨®rico poblado de la tribu celt¨ªbera de los Titos no tienen ning¨²n tipo de protecci¨®n: ni est¨¢n valladas ni vigiladas ni siquiera se?alizadas.
Lo hallado en la vivienda de Granada sorprendi¨® principalmente por su cantidad. La arque¨®loga se?ala que hab¨ªa ¡°una panoplia muy importante, falcatas, broches de cintur¨®n...¡±.
Pero entre las 4.000 piezas confiscadas a Granada destaca tambi¨¦n una ausencia notable. No hab¨ªa ni cascos ni armaduras. La fiscal¨ªa se?ala en una nota: ¡°La mayor¨ªa del material recuperado est¨¢ formado por piezas del ajuar propio de los enterramientos de los guerreros (cer¨¢micas, petos, f¨ªbulas, exvotos, joyas, etc¨¦tera). [...] Se aprecia la falta del armamento que acompa?aba al casco, por lo que cabe presumir que este material ha podido ser ya vendido a terceras personas¡±.
El valor de los cascos es enorme. Y no es f¨¢cil encontrarlos. De los varios miles de sepulturas que excav¨® Enrique de Aguilera y Camboa, XVII marqu¨¦s de Cerralbo, a comienzos del siglo XX, en necr¨®polis celtib¨¦ricas como Aguilar de Anguita, Luzaga, El Atance o La Olmeda (en Guadalajara), Arc¨®briga (Zaragoza) o Alpanseque (Soria), tan solo recuper¨® restos de tres cascos. Y todos estaban fragmentados y deformados por razones de ¨ªndole ritual. Ninguno fue encontrado completo ni reluciente como los que han sido subastados a cuentagotas por Europa desde hace a?os por casi medio mill¨®n de euros y que presumiblemente salieron de Ar¨¢tikos.
Granada se interes¨® p¨²blicamente por Ar¨¢tikos a principios de los noventa. Seg¨²n fuentes del caso, compr¨® cuatro o cinco peque?as parcelas por all¨ª: terrenos casi yermos, con algunos almendros. Su actividad era p¨²blica. Granada viv¨ªa entonces con la hija del cabo de la Guardia Civil. Ofreci¨® al Ayuntamiento de Aranda de Moncayo construir unos 50 bungal¨®s junto al embalse de Maidevera a cambio de reconstruir el poblado celt¨ªbero. El municipio accedi¨® y Granada se construy¨® una casa de madera junto al pantano. Est¨¢ desvencijada, con una peque?a piscina arri?onada. All¨ª deja los perros con los que suele ir a buscar trufas. Al otro lado del embalse est¨¢ el barco que se trajo desde el Cant¨¢brico y que ancl¨® en tierra para montar un chiringuito.
En 2008, la justicia alemana solicit¨® al Gobierno espa?ol que reclamara los cascos. No hubo respuesta
Por los alrededores solo hay alg¨²n pastor, como Juan Pablo San Juan, que acaba de sacar a sus 800 ovejas: ¡°Se dec¨ªa que hab¨ªan encontrado oro, pero no sab¨ªamos lo que hab¨ªa¡±, cuenta antes de seguir camino con una melanc¨®lica despedida: ¡°Esta es la vida del pastor, un d¨ªa malo y otro peor¡±.
Cu¨¢ndo salieron los cascos de Aranda es un misterio. Granada, que se ha negado a hablar para este reportaje, s¨ª apunt¨® por tel¨¦fono: ¡°Eso es un tema de antes de que usted naciera, de 1975 o 1976¡±. En otra breve conversaci¨®n aleg¨®: ¡°En mi pu?etera vida he entrado en un yacimiento¡±.
Los cascos que los expertos creen que proceden de Ar¨¢tikos salieron a la luz por primera vez en 1990. El R?misch-Germanisches Zentralmuseum de Maguncia, Alemania (RGZM), uno de los centros de investigaci¨®n arqueol¨®gica m¨¢s importantes del mundo, avis¨® de que estaban en el mercado, como recuerda el doctor Michael M¨¹ller-Karpe.
En mayo de ese a?o el anticuario de origen espa?ol afincado en Suiza Fernando Cunillera entr¨® en contacto con el RGZM, donde trabajaba el profesor Markus Egg, uno de los m¨¢ximos especialistas en cascos antiguos. Cunillera buscaba asesoramiento sobre unas piezas de bronce excepcionales con la posibilidad de que, si el RGZM quer¨ªa, podr¨ªa comprarlas. Seg¨²n el propio Cunillera se trataba de ¡°un tesoro¡± descubierto por saqueadores en Aranda de Moncayo, la localidad donde actuaba Granada.
Cunillera dej¨® en dep¨®sito dos de estos cascos para que fueran examinados por los t¨¦cnicos del RGZM. La oferta de compra fue desestimada por los responsables del museo que, tras fotografiarlos, presentaron una denuncia a la Interpol por considerar evidente su origen il¨ªcito. El rico industrial austriaco Axel Guttmann acaba adquiriendo los 18 cascos.
Mientras, el expolio continuaba. Alrededor de 1992, Granada lleg¨® incluso a meter un cami¨®n y una pala en el yacimiento para llevarse la tierra y cribarla en casa, seg¨²n los vecinos. Se ve perfectamente el camino que facilita la entrada del cami¨®n y el bocado que le peg¨® a la monta?a. Hasta que el Ayuntamiento le par¨® la obra y lo denunci¨® al Gobierno de Arag¨®n. Ese aviso, como otros, se perdi¨® en el tiempo y la burocracia. El Ejecutivo regional envi¨® un arque¨®logo a visitar las obras, pero en el pueblo nadie volvi¨® a saber nada de aquella alerta.
En 2008, los yelmos reaparecen en un cat¨¢logo de subastas. Siete a?os antes hab¨ªa fallecido en Berl¨ªn su propietario. Los hijos de Guttmann comenzaban a sacar la enorme
colecci¨®n de obras de arte antiguo reunida durante d¨¦cadas. Dos cascos producidos en Espa?a entre los siglos IV y II antes de Cristo estaban en el cat¨¢logo de la subasta que Hermann Historica de M¨²nich ten¨ªa prevista para el mes de abril de 2008. Son piezas que han sido calificadas por autoridades en la materia, como el catedr¨¢tico de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Real Academia de la Historia Mart¨ªn Almagro Gorbea, como el ¡°conjunto de armamento m¨¢s importante jam¨¢s localizado de todo el Mediterr¨¢neo occidental¡±.
En el texto se mencionaba que los cascos eran ¡°calc¨ªdicos de la variante ibero c¨¦ltico¡± y su origen ¡°probablemente¡± era la provincia de Soria. Para los especialistas del RGZM no hab¨ªa duda de que se trataba de los mismos cascos que hab¨ªan pasado por el centro 18 a?os antes. A tal efecto, M¨¹ller-Karpe llev¨® el caso al abogado del Estado de M¨²nich para que paralizara su subasta durante tres meses, cosa que ocurri¨®. La justicia alemana, adem¨¢s, abri¨® un expediente solicitando al Gobierno espa?ol que reclamara la propiedad.
Pero la petici¨®n espa?ola no lleg¨® nunca y, ante el silencio administrativo, los cascos fueron devueltos a la sala de subastas. Los lotes que part¨ªan con un precio de 3.000 y 8.000 euros acabaron vendi¨¦ndose por 19.000 y 25.000 euros respectivamente. Un valor considerado bajo para la calidad de las piezas, pero que, y la sala no deb¨ªa ignorarlo, corr¨ªan el peligro de tener que ser retornadas por sus nuevos due?os si Espa?a decid¨ªa reclamarlas.
En las dos siguientes subastas de Hermann Historica no volvieron a aparecer m¨¢s piezas del lote. Pero en 2009, se ponen a la venta dos m¨¢s. Uno de ellos ilustraba la portada del cat¨¢logo para la venta prevista el 22 de abril. Estaba claro que ya no hab¨ªa miedo a reclamaciones. Por eso, los precios de salida eran superiores: 10.000 euros para cada uno. Y el monto conseguido en el remate mucho m¨¢s: 30.000 y 35.000 euros, respectivamente.
Seis meses despu¨¦s, en octubre de 2009, una nueva subasta puso en el mercado otras dos nuevas piezas que alcanzaron los 38.000 y los 43.000 euros. Mientras, M¨¹ller-Karpe y el RGZM segu¨ªan insistiendo y presentaban una segunda denuncia. Las subastas contin¨²an, y en abril de 2010, dos nuevos cascos se venden en la sala de M¨²nich. Esta vez alcanzan una cifra r¨¦cord de 77.000 euros cada uno.
Los precios de los cascos crecieron ante la falta de reclamaci¨®n: hasta 77.000 euros por cada yelmo en 2010
Desde Alemania, el joven investigador leridano Raimon Graells, incorporado al RGZM ese a?o, env¨ªa un SOS a sus colegas espa?oles en busca de ayuda. Reciben el correo, entre otros, el catedr¨¢tico de Prehistoria de la Universidad de Alicante Alberto Lorrio y el profesor de la Universidad Aut¨®noma de Madrid Fernando Quesada. Los dos hacen llegar el aviso alem¨¢n hasta Mart¨ªn Almagro Gorbea para que, desde su atalaya de la Real Academia de la Historia, interfiera ante el Ministerio de Cultura.
Tras el informe que Almagro Gorbea mand¨® a Cultura, que no tuvo respuesta, en septiembre de 2011 el investigador madrile?o decidi¨® llevar el caso al Defensor del Pueblo para que investigase la no actuaci¨®n del ministerio. Al poco tiempo, la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente del Tribunal Supremo, que coordina Antonio Vercher, abri¨® diligencias que ahora, m¨¢s de un a?o despu¨¦s, concluyeron con la detenci¨®n de Granada.
La fiscal¨ªa espera que los vestigios encontrados en casa de Granada permitan demostrar que el origen es el mismo que los cascos, lo que abrir¨ªa la puerta a reclamar su devoluci¨®n. Los expertos tambi¨¦n tienen que analizar si, como sospechan, los cascos han sido restaurados y con qu¨¦ material. La arque¨®loga Gloria P¨¦rez explica que el bronce de los yacimientos de Aranda es de muy buena calidad, y que se podr¨ªa cotejar el origen.
Ante las cr¨ªticas por su inacci¨®n, el Ministerio de Cultura ha mantenido siempre la misma postura, asegura que ¡°se ha cumplido la legalidad y esta pasa por la aportaci¨®n de pruebas¡± sobre el origen de las piezas.
En febrero, en respuesta a una pregunta del diputado Ches¨²s Yuste, de Chunta Aragonesista (CHA), el ministerio asegur¨® que ¡°tras la petici¨®n de la Fiscal¨ªa alemana solicit¨® a la brigada de Patrimonio Hist¨®rico de la Polic¨ªa Nacional que iniciase las acciones judiciales pertinentes, pidiendo el env¨ªo a Alemania de una comisi¨®n rogatoria para que fueran devueltos los cascos. Pero un juzgado de instrucci¨®n de Madrid determin¨® archivar las actuaciones al no haber pruebas suficientes¡±. El jueves pasado, el ministerio mantuvo que tras la detenci¨®n de Granada hay ¡°indicios¡±, que no ¡°pruebas¡±, y asegura que ¡°la obligaci¨®n de buscarlas es de la justicia y de la Guardia Civil, no del ministerio¡±.
La Guardia Civil estima que en Espa?a son saqueados m¨¢s de 400 yacimientos al a?o, el 75% con detectores
En todo caso, defienden que durante estos meses han guardado discreci¨®n. Lo mismo asegura haber hecho el Gobierno de Arag¨®n, que convoc¨® de urgencia a los expertos a una ¨²nica reuni¨®n. La discreci¨®n se ped¨ªa para que la llamada Operaci¨®n Helmet acabara dando resultados. ¡°Si la investigaci¨®n aporta por fin pruebas que permitan reabrir el caso, se solicitar¨¢ una comisi¨®n rogatoria internacional¡±, aseguran ahora fuentes del ministerio.
La nula presi¨®n y la discreci¨®n de las autoridades espa?olas han posibilitado que las subastas se vayan produciendo. La ¨²ltima, por ahora, en octubre de 2012, hace apenas cinco meses. Esta vez fue en Christie¡¯s, en Londres, donde se vendieron tres nuevos cascos y, a diferencia de lo que hab¨ªa ocurrido hasta ahora, las piezas ya no figuraban en la descripci¨®n como ib¨¦rico-calc¨ªdicos, sino directamente como griegos.
¡°Es una estrategia del comercio ilegal de antig¨¹edades. Se atribuye un origen con el m¨ªnimo de precisi¨®n posible para diluir la posibilidad de precisar el verdadero origen¡±, explica Karpe-M¨¹ller. Los cascos se vendieron por 21.656, 27.844 y 40.147 euros, respectivamente. Un precio inferior a los anteriores, posiblemente por la menor calidad de las piezas, una especie de resto de serie.
Los expertos Graells, Lorrio y Quesada no acaban de entender la nula intervenci¨®n de la Administraci¨®n espa?ola que, de haber sido determinante, habr¨ªa acabado con el rosario de subastas. Est¨¢n convencidos de la procedencia hispana del conjunto porque est¨¢n acostumbrados a trabajar con ese tipo de material. ¡°Son unos cascos de producci¨®n exclusivamente peninsular, de los que conocemos una treintena de ejemplares y cuyas caracter¨ªsticas morfol¨®gicas difieren del resto de cascos antiguos aunque est¨¢n muy relacionadas o incluso derivan, en algunos casos, de formas it¨¢licas. Son piezas ¨²nicas que hacen cambiar el discurso hist¨®rico peninsular¡±, aseguran.
Los tres han escrito Cascos hispano-calc¨ªdicos. S¨ªmbolos de las ¨¦lites celtib¨¦ricas, un libro que est¨¢ a punto de ver la luz, en el que repasan la media docena expuesta en los museos espa?oles y estudian, por primera vez, en la distancia, los 18 ejemplares objeto de pol¨¦mica. Durante su investigaci¨®n han podido reconstruir el periplo de estos cascos medi¨¢ticos, han constatado la venta de una primera pieza del lote en Londres en octubre de 1990, en la sala Phillips West Two, y han localizado ocho de ellos en sus nuevos destinos. Seis, entre ellos los dos m¨¢s espectaculares, con cuernos y aletas, en el Museo de Arte Cl¨¢sico de Mougins, ciudad situada al sur de Francia, y dos m¨¢s, adquiridos por coleccionistas privados catalanes.
¡°Si se puede probar que las piezas son de Aranda de Moncayo ser¨ªa un plus, pero que fueron exportadas sin permiso es incontestable, de manera que la justicia debe actuar. La venta del patrimonio arqueol¨®gico espa?ol nunca ha sido legal, de este modo, nuestra impresi¨®n es que unas piezas que solo se documentan en la Pen¨ªnsula, que podemos fechar aproximadamente cu¨¢ndo salieron de Espa?a, sin permiso, son a todas luces piezas exportadas ilegalmente, que deben estar accesibles al p¨²blico y a la investigaci¨®n¡±, se lamentan los arque¨®logos.
El dinero movido en las subastas contrasta con la austeridad con la que vive Granada. Tiene un Nissan Patrol azul que ha conocido mejores ¨¦pocas ¡ª¡°el tractor¡±, como lo define un vecino¡ª y un Ford Escort con m¨¢s de un lustro. Aunque tiene tres domicilios, ¨²ltimamente vive en casa de sus suegros, una modesta vivienda en Jarque, un pueblo de 500 habitantes y dos bares situado a 13 kil¨®metros de Aranda. ¡°A ¨¦l no le habr¨¢n dado nada, se lo habr¨¢n quedado los intermediarios¡±, pronostica un vecino. En estos pueblos, el caso va a ser protagonista de las conversaciones durante a?os.
En Espa?a, seg¨²n datos que maneja la Guardia Civil se expolian cada a?o unos 400 o 500 yacimientos arqueol¨®gicos, el 75% con ayuda de detectores de metales, pero probablemente son muchos m¨¢s los saqueos que no se denuncian o no llegan al conocimiento de las autoridades.
La polic¨ªa clasifica tres clases de perfiles criminol¨®gicos del expoliador: el ocasional, que busca objetos en sus horas de ocio; el habitual, al que podr¨ªa pertenecer Granada, que busca lucrarse con la actividad; y el erudito local, que movido por su afici¨®n a la historia, se dedica a la b¨²squeda de objetos salt¨¢ndose todas las normas vigentes. La alcaldesa de Aranda de Moncayo, la socialista Rosario Cabrera, solicit¨® hace unos meses la declaraci¨®n de Bien de Inter¨¦s Cultural para el yacimiento del municipio. ¡°Ar¨¢tikos a¨²n tiene mucho que decirnos¡±, explica esta en¨¦rgica auxiliar de farmacia en el fr¨ªo despacho del Ayuntamiento.
La protecci¨®n no implica necesariamente que se acabe el expolio. ¡°El problema no se soluciona poniendo un polic¨ªa en cada yacimiento, sino concienciando a la gente de que el patrimonio es parte de su legado¡±, explica el catedr¨¢tico Alberto Lorrio. Estos expertos mantienen que el saqueo, aparte de descontextualizar las piezas y ofrecerlas aisladas, acaba con toda la informaci¨®n que pudieran arrojar. ¡°Los cascos subastados son un conjunto ¨²nico en el Mediterr¨¢neo, pero por su n¨²mero y conservaci¨®n seguramente no provienen de una necr¨®polis, sino de alg¨²n tipo de santuario o dep¨®sito ritual, cuyo car¨¢cter desconocemos¡±, mantiene Lorrio.
Para los investigadores quiz¨¢ se trate de ofrendas a una divinidad como resultado de uno o m¨¢s acontecimientos b¨¦licos, por lo que se trata de un conjunto ritual y votivo, quiz¨¢ un trofeo militar; lo que ellos llaman spolia hostium, una pr¨¢ctica habitual en la antig¨¹edad. El problema, aseguran, es que al desconocer su contexto se priva de informaci¨®n esencial para reconstruir la historia de las poblaciones protohist¨®ricas de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica.
Para Lorrio ser¨ªa fundamental ¡°que el autor del expolio proporcionara informaci¨®n sobre la procedencia exacta de los hallazgos, tanto de las 4.000 piezas que se le han requisado, como de los cascos, ya que estos yacimientos deben protegerse¡±. Seg¨²n ¨¦l, solo estudi¨¢ndolos podremos conocer las costumbres o las creencias de estas sociedades. ¡°Lo ¨²nico importante de toda esta historia¡±.
La tierra guarda a¨²n muchos secretos. En la comarca de Aranda hay 45 yacimientos conocidos, lo que prueba su importancia en el pasado. La arque¨®loga Gloria P¨¦rez explica que es un punto clave de paso entre Arag¨®n y Castilla, cuenta con agua abundante ¡ªhay 95 fuentes, de las que nace el r¨ªo Aranda¡ª y yacimientos de metales.
En la historia de Ar¨¢tikos, para bien y para mal, ya tiene un lugar destacado Ricardo Granada, el hombre que sin estudios conocidos detect¨® la importancia del lugar antes que las autoridades. ¡°Tiene su cosa que ni la Universidad ni la Administraci¨®n se preocupara por esto antes y s¨ª ¨¦l¡±, explica el alcalde de Illueca, Ignacio Herrero Asensio, del PP. En Aranda hay quien atribuye la agudeza del detenido a su origen en el pueblo vecino. El jubilado Miguel Galavia recuerda el dicho que circula por la zona: ¡°Cuando Col¨®n lleg¨® a Am¨¦rica, ya hab¨ªa all¨ª uno de Illueca vendiendo mantas¡±.
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