Estafadores de la vida
Ganadora de los premios al mejor actor y de la Cr¨ªtica en M¨¢laga, el drama se ambienta en una convenci¨®n en la que se compran voluntades
¡°Trabajas durante toda una vida para pagar una casa, y cuando por fin es tuya no queda nadie para vivir en ella¡±, clamaba Willy Loman en Muerte de un viajante, de Arthur Miller. ¡°La buena noticia es que usted est¨¢ despedido, y la mala es que todos los dem¨¢s tienen una semana para reconquistar sus puestos¡±, bramaba el infecto Blake de Glengarry Glen Ross, de David Mamet. La primera se escribi¨® hace 63 a?os; la segunda, hace 30. Y, sin embargo, las dos siguen vigentes. Los vendedores como s¨ªmbolo de la degradaci¨®n de la humanidad, como espejo de una sociedad que siempre demanda una comisi¨®n. Y una vez m¨¢s lo demuestra A puerta fr¨ªa, tercer largo de Xavi Puebla, que ya habl¨® de las lacras del capitalismo en Bienvenido a Farewell-Guttmann (2008).
A PUERTA FR?A
Direcci¨®n: Xavi Puebla.
Int¨¦rpretes: Antonio Dechent, Mar¨ªa Valverde, H¨¦ctor Colom¨¦, Nick Nolte, Jos¨¦ Luis Garc¨ªa P¨¦rez.
G¨¦nero: drama. Espa?a, 2012.
Duraci¨®n: 85 minutos.
Ganadora de los premios al mejor actor, para el magn¨ªfico Antonio Dechent, y de la Cr¨ªtica en el pasado festival de M¨¢laga, A puerta fr¨ªa se ambienta (casi) exclusivamente en un g¨¦lido hotel donde se desarrolla una convenci¨®n de negocios en la que, m¨¢s que televisiones y c¨¢maras de v¨ªdeo, parecen comprarse y venderse voluntades, personas, almas, vidas. En la l¨ªnea deshumanizadora de Smoking room, la pel¨ªcula, a pesar de sus defectos, huele a verdad, sabe a hedor contempor¨¢neo, a whiskazo, tabaco rubio, codazo laboral, escalera de sometimientos, machismo y soledad, y es mejor cuanto m¨¢s sutil es, cuando menos expl¨ªcitos son los textos y las actitudes.
Como ya hiciese en su excelente corto Viernes (2002), Puebla experimenta con la m¨²sica cl¨¢sica como variante de contraste para narrar un marem¨¢gnum (all¨ª, una fiesta discotequera; aqu¨ª, un oc¨¦ano de ventas), pero quiz¨¢ se equivoca en la puesta en escena del momento clave (la conversaci¨®n con el t¨®tem Nick Nolte, gran presencia), a la que le falta ritmo de montaje en el inicio y tensa calma en el desenlace. Detalles menores, junto a la forzad¨ªsima historia que cuenta sobre su pasado el personaje de Mar¨ªa Valverde (casi sin venir a cuento salvo para justificar posteriormente el desenlace), que no empa?an una de esas pel¨ªculas lamentablemente extra?as en el actual cine espa?ol: aquellas que hundiendo el cuchillo en la realidad, nos devuelven nuestra propia imagen como una sociedad de mentirosos profesionales que solo se mueven cuando tienen a tiro un buen revolc¨®n.
Babelia
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