La Guerra Civil del fot¨®grafo an¨®nimo

Era un lote ciertamente intrigante el ofrecido por Soler y Llach en Barcelona en julio de 2010: un archivo con 1.400 negativos, la mayor¨ªa im¨¢genes de la Guerra Civil realizadas por un fot¨®grafo an¨®nimo. Hab¨ªan sido recuperadas en el sur de Francia. Desfiles de milicianos republicanos en diferentes localidades del frente de Arag¨®n, campos de instrucci¨®n del Ej¨¦rcito Popular, pase de revista de las tropas, vida cotidiana de los soldados... Comiendo, descansando en las trincheras o interrogando a prisioneros, efectos de las bombas, fuego cruzado en el r¨ªo Segre, tanques en acci¨®n... Las im¨¢genes in¨¦ditas ofrec¨ªan tambi¨¦n un inigualable pasaporte a la vida cotidiana en Barcelona: competiciones deportivas o grupos de ba?istas en Sitges, Castelldefels o Badalona, instant¨¢neas de las elecciones de 1931 y de los hechos de la Revoluci¨®n de Octubre de 1934. Todo ello identificado y conservado en tres peque?as cajas, una de madera y dos de lat¨®n.

El lote, que part¨ªa con un precio de 25.000 euros, qued¨® sin postor. No se volvi¨® a saber m¨¢s de las fotograf¨ªas. Hasta ayer. La Comisi¨®n de la Dignidad, asociaci¨®n que ha litigado por el regreso a Catalu?a de los llamados papeles de Salamanca, explic¨® que los hab¨ªa adquirido hace 15 d¨ªas por 7.500 euros, en una subasta por Internet.

La historia pareci¨® entonces repetirse. Seg¨²n Josep Cruanyes, portavoz de la entidad, los negativos pertenecieron a un fot¨®grafo que estuvo movilizado en la 30? Divisi¨®n del ej¨¦rcito popular que hab¨ªa integrado la columna Maci¨¤-Companys. Se los llev¨® en su exilio a Francia, como hizo Agust¨ª Centelles, el fot¨®grafo m¨¢s famoso de la contienda espa?ola. A diferencia de Centelles, este autor desconocido no los volvi¨® a recuperar jam¨¢s. ¡°Los hemos comprado a un intermediario de Barcelona, pero los ha vendido un militar retirado de Perpi?¨¢n, de unos 80 a?os, hijo de otro militar exiliado que estuvo en campos de refugiados franceses¡±, explic¨® Cruanyes. Defendi¨® que las fotograf¨ªas son ¡°m¨¢s ricas que las de los corresponsales de guerra que visitaban el frente de forma espor¨¢dica¡±.

Se ha podido comprobar que el fot¨®grafo trabaj¨® con dos c¨¢maras, una Leica y otra con negativos de 3x4 cent¨ªmetros. ¡°Eso denota que era un profesional¡±. En los negativos, muchos de ellos conservados ya recortados y otros como parte de su rollo original, se pueden leer los nombres de localidades como Gra?¨¦n y Berdegal, en Huesca, barranco de Bada¨¹ll, en Llimiana, Montgai, Baldom¨¤, Linyola o Sanahuja, en Lleida, o Mart¨ªn del R¨ªo, en Teruel, y otros escenarios del frente de Arag¨®n y del Segre. Tambi¨¦n los de mandos como V¨ªctor Torres, comisario de la 146? Brigada Mixta, el comisario de divisi¨®n Jaume Girbau o el teniente coronel Felipe Gal¨¢n, jefe del XI Cuerpo del Ej¨¦rcito.

La Generalitat no las quiso por considerar que su calidad no era comparable con la de otros fotoperiodistas. La compra se ha realizado con aportaciones de 53 personas. Entre todos han reunido 10.000 euros, el dinero necesario para su compra y estudio, tarea que realizar¨¢ la asociaci¨®n Fotoconnexi¨®, asesorada por t¨¦cnicos del Arxiu Nacional de Catalunya (ANC). El resto ser¨¢ para exponerlas y editar un libro. En 2014, el fondo se entregar¨¢ al ANC.

Cruanyes se aventura a lanzar un nombre: el del fot¨®grafo Andreu Puig Farran, fallecido en 1982. ¡°La historia de este fot¨®grafo coincide con la de estas im¨¢genes, ya que Puig estuvo en el frente y acab¨® en el exilio llev¨¢ndose su archivo... que no recuper¨® jam¨¢s¡±. Ahora comienza el estudio del fondo y es pronto para conclusiones. En varias de las fotograf¨ªas aparece una mujer. En uno de los negativos se puede leer su nombre: Maria Fabregat. En otra, esta joven, de amplia sonrisa, aparece junto a un sargento republicano, el mismo que aparece en otra imagen, apoyado en el quicio de una puerta. Quiz¨¢, solo quiz¨¢, el militar es el autor de todas estas misteriosas fotograf¨ªas.