¡°El Congreso est¨¢ secuestrado¡±
Pregunta. Es usted el ¨²nico actor espa?ol que no sale en la pel¨ªcula de Almod¨®var.
Respuesta. Pues me encanta tener la oportunidad de decir que me llam¨®, pero no pude hacerlo.
P. Enhorabuena, entonces.
R. Estaba metido en el Hamlet. Soy muy fan, le¨ª el guion y me divert¨ª, siento no haber estado, me hubiera resuelto algunas cosas.
P. Pero el teatro es el teatro.
R. De hecho, si no fuera por una mera cuesti¨®n econ¨®mica se me ver¨ªa menos el pelo en el cine y en la televisi¨®n. En el teatro tuve la suerte de trabajar en un grupo en que nos gener¨¢bamos los proyectos siempre.
Perfil
De mendigo a gal¨¢n, la capacidad camale¨®nica de Alberto San Juan (Madrid, 1968) es inagotable. Actor superdotado, dice que est¨¢ a verlas venir y por eso inventa, junto a Mariano Barroso, espect¨¢culos como Recortes. Lleno y ¨¦xito total. Lo suyo son en escena los cl¨¢sicos y lo que caiga en cine y televisi¨®n. Idealista, activista, vive en media comuna con dos familias amigas, no tiene representante y va a ser padre.
P. Animalario, ese fen¨®meno que marc¨® ¨¦poca. ?D¨®nde andan?
R. Existe, pero estamos en cierta situaci¨®n de ahogo econ¨®mico.
P. ?En serio? ?Ustedes? H¨¢ganse entonces amigos de Esperanza Aguirre, como Boadella.
R. Pero, Esperanza Aguirre, en teor¨ªa, no es nadie ya. Yo por Boadella siento mucha admiraci¨®n y me gustar¨ªa que ejerciera su capacidad cr¨ªtica contra el poder actual. Lo echo de menos.
P. El teatro, a base de recortes, unos se lo quieren cargar y otros, como ustedes, resucitar.
R. Ahora mismo se est¨¢n produciendo dos grandes movimientos. Un sistema en ca¨ªda libre y otro emergente. Cae la falsa democracia, el capitalismo incompatible con lo humano y nace un reencuentro con el humanismo, compatible con la vida. ?Bajo qu¨¦ forma de Gobierno? Lo iremos viendo¡
P. ?Qui¨¦n se resiste?
R. En el arte, hay cierta falta de reflejos a hablar de lo que pasa y dejarse de comedias juveniles. Los ciudadanos empiezan a hacer cosas. Por no hablar de movilizaciones. Habr¨¢ que proponerse otras acciones, quiz¨¢s tirar las vallas del Congreso y liberarlo porque est¨¢ secuestrado.
P. A ver.
R. No me parece mal promover la desobediencia civil. Cuando las leyes son injustas, lo justo es desobedecerlas.
P. ?Qu¨¦ es usted? ?Un ut¨®pico pr¨¢ctico?
R. Me parece una definici¨®n preciosa. Me la quedo. Necesitamos recuperar nuestra naturaleza disfrutona y alegre. Compitiendo de manera salvaje no lo pasamos bien, disfrutamos m¨¢s con la solidaridad y la cooperaci¨®n. Por puro hedonismo ego¨ªsta.
P. ?Epic¨²reo?
R. Lo colectivo y lo individual se pueden llevar bien. Libertad e igualdad son compatibles y dan lugar sin duda a la fraternidad.
P. ?Jacobino entonces?
R. De Jacobino, poco, no comparto la guillotina. No soy nada raro, a m¨ª me gusta el cachondeo. Iba a decir algo y se me olvid¨®.
P. Mejor, a otra cosa. ?C¨®mo es posible que un actor como usted est¨¦ a verlas venir?
R. No es alarmante en mi caso. Actores como yo, hay muchos, no creo que destaque. Este oficio ha sido siempre muy inestable. Eso que le gustaba reproducir a Aznar del poema de Kipling, que el fracaso y el ¨¦xito son dos impostores, es rigurosamente cierto. Ya me acuerdo de lo que iba a decir.
P. ?Qu¨¦?
R. La gran estafa de la Transici¨®n fue que se excluy¨® a los ciudadanos en el debate y las decisiones sobre la sociedad que quer¨ªamos. Los que se llaman dem¨®cratas tienen alergia a la participaci¨®n ciudadana. Nos siguen considerando ni?os de teta.
P. No s¨¦ si le va a salir trabajo despu¨¦s de decir estas cosas.
R. No me importa. Prefiero mi libertad personal y las colectivas, lo dem¨¢s es secundario. Si quieres que eche m¨¢s le?a al fuego.
P. Por favor¡
R. Me pareci¨® una aut¨¦ntica verg¨¹enza la actitud de la Academia de Cine en los Goya. Quisieron convencer a todos los participantes de que no se pronunciaran sobre la situaci¨®n del pa¨ªs. Tuvieron ¨¦xito, aunque el guion que luego interpreta Eva Hache va m¨¢s lejos de lo que todo el mundo espera y por eso todos los medios se volvieron locos. Aun as¨ª, la ceremonia fue absolutamente light, salvo excepciones, como Candela Pe?a y Maribel Verd¨².
P. Confiese alg¨²n pecado.
R. Sigo con una cuenta abierta en un banco que especula con alimentos, pagando la luz a una empresa que basa su actividad en la estafa directa, aun supongo que compro ropa fabricada en pa¨ªses que explotan seres humanos de cualquier edad, cuando negocio un contrato quiero cobrar m¨¢s sin importarme cu¨¢nto pagan a mis compa?eros¡ Es la primera revoluci¨®n necesaria de hacer, la que est¨¢ dentro de uno. Luego, apuesto por la marea ciudadana.
Babelia
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