El arte sirio en guerra cruza a Dub¨¢i
Los artistas exiliados recrean la crudeza del conflicto en sus obras
El beso, de Klimt, se superpone a una fachada acribillada por la artiller¨ªa. Una recreaci¨®n del Guernica de Picasso adquiere connotaciones damascenas. Y en casi todos los cuadros ruedan cabezas. Las cabezas de los muertos. La guerra siria ha llegado a Dub¨¢i de la mano de los artistas exiliados por el conflicto. Se ha visto la semana pasada en Art Dubai, la principal feria del arte de la regi¨®n; pero sigue presente en la Galer¨ªa Ayyam, que no solo expone obras de pintores sirios, sino que les est¨¢ ayudando a dejar atr¨¢s el infierno de las bombas.
Iba a decir de la ¡°guerra civil¡±, pero Tammam Azzam me corrige. ¡°Nosotros lo llamamos revoluci¨®n¡±, se?ala. En su opini¨®n, no se puede hablar de guerra civil, ¡°cuando una parte tiene todas las armas y la otra no¡±.
Azzam (Damasco, 1979) es el autor de Freedom graffitti, el cuadro que sobreimpresiona El beso a la fachada agujereada, una t¨¦cnica que tambi¨¦n ha aplicado a La Gioconda, La danza, de Matisse, o el Elvis, de Warhol. El contraste entre el optimismo rom¨¢ntico de la pintura de Klimt y la crueldad que se desprende de la foto digital que le sirve de base busca denunciar el abandono del resto del mundo hacia los acontecimientos que desde hace dos a?os sacuden Siria. Y ha logrado su objetivo porque desde que se colg¨® en la web la imagen se ha hecho viral, con m¨¢s de 20.000 ¡°me gusta¡± y compartido 14.000 veces en las primeras cinco horas.
La elecci¨®n del grafiti resulta particularmente significativo. La revuelta siria se inici¨® a ra¨ªz de que unos chavales fueran detenidos y torturados por unas pintadas contra el r¨¦gimen en Deraa, al sur del pa¨ªs, muy cerca de Sweida, la localidad de origen de la familia Azzam. Luego, a falta de mejor escaparate, muchos artistas han convertido la web en un lienzo y el arte ha pasado a ser otro instrumento de comunicaci¨®n tanto o m¨¢s que una forma de expresi¨®n individual.
Conversamos en casa de Khalid Samawi, quien junto a su primo Hisham Samawi y la esposa de este, Jouhayna, abrieron la galer¨ªa Ayyam en Dub¨¢i en 2008 para dar a conocer la prometedora escena art¨ªstica siria. Originarios de Siria, aunque nacidos en Libia, los primos eran coleccionistas de arte contempor¨¢neo ¨¢rabe y persa, y con los aires de cambio que inicialmente trajo la llegada al poder de Bachar el Asad hab¨ªan iniciado la aventura de la galer¨ªa en Damasco dos a?os antes. Hoy, tienen espacios en Beirut, Londres y Yeddah, adem¨¢s de Dub¨¢i. Pero la sede inicial en la capital siria ha cambiado de actividad.
¡°A los pocos meses de empezar la revuelta nos trajimos las obras aqu¨ª y a Beirut¡±, explica Jouhayna. Pero salvar los cuadros ha sido el menor de los retos. Su preocupaci¨®n se ha centrado en salvar a los artistas, el compromiso pol¨ªtico de muchos de los cuales hac¨ªa insostenible su presencia en el pa¨ªs. ¡°La galer¨ªa de Damasco se ha convertido en taller-vivienda para aquellos que han tenido que dejar sus casas en los barrios m¨¢s peligrosos y hemos ayudado a salir a todos los que hemos podido¡±, a?ade la empresaria.
Azzam ha sido uno de ellos. Tambi¨¦n es uno de los m¨¢s activos en expresar su apoyo a la revuelta. Ver su pa¨ªs en llamas le produjo tal desasosiego que prendi¨® fuego a uno de sus cuadros y lo exhibi¨® junto a un coraz¨®n quemado.
¡°Me fui porque empezaban a reclutar a gente para el Ej¨¦rcito y la alternativa era unirme a la milicia del Ej¨¦rcito Libre de Siria. No estaba preparado para matar o morir¡±, admite con un brillo de emoci¨®n en los ojos. Seg¨²n la ONU, ya son 70.000 los muertos desde 2011. Gracias a los Samawi hace poco m¨¢s de un a?o pudo trasladarse junto a su mujer y su hija de seis a?os a Dub¨¢i, donde sigue trabajando.
¡°Dejamos todo, el estudio donde yo trabajaba, nuestra casa, todo¡±, rememora ante el asentimiento c¨®mplice de su mujer. ¡°No sabemos si podremos volver porque no est¨¢ claro cu¨¢ndo va a terminar la revoluci¨®n¡±, a?ade esta. Sea cuando sea, Azzam se muestra convencido de que ¡°va a ganar el pueblo¡±.
Entretanto, el arte se ha convertido para ¨¦l en un doloroso v¨ªnculo con su pa¨ªs. No es el ¨²nico. Oussama Diab con su The new Guernica o Safwan Dahoul a trav¨¦s de su primera obra digital, Moving dream, que tambi¨¦n remite al pintor malague?o, reflejan el peso del conflicto en la obra de los artistas sirios.
¡°La mayor¨ªa ha abandonado Siria, hacia los vecinos L¨ªbano y Jordania, sobre todo; aqu¨ª, que yo conozca, somos unos 30¡±, se?ala Azzam. Y es que los artistas no se han librado del ¨¦xodo al que la violencia ha empujado a dos millones de sus conciudadanos. En un gesto hacia ellos, Art Dubai ha comprometido la recaudaci¨®n de las entradas y las ventas de cat¨¢logos y otros productos para los desplazados sirios a trav¨¦s del Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
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