Les presento a Marc Crehuet
'El rey tuerto' es una gran comedia negra escrita y dirigida por Marc Chrehuet El 'revival' de 'Te quiero, eres perfecto, ya te cambiar¨¦' sigue triunfando
1 Lo que est¨¢ pasando ahora en Barcelona es El rey tuerto (El rei borni), de Marc Crehuet y su banda, en la Flyhard, con entradas agotadas hasta el ¨²ltimo d¨ªa y funci¨®n en proa a una sala ¡°del centro¡±, como sucedi¨® tambi¨¦n con Litus, de Marta Buchaca,?y Smiley, de Guillem Clua. Triple y feliz regalo: no es frecuente descubrir en una misma noche a un nuevo y brillante autor de comedia, que adem¨¢s se revela como un minucioso director, y a un formidable quinteto actoral. Crehuet estren¨® en 2007 una primera obra teatral, Connexions, que desconozco, pero fundamentalmente ha trabajado como guionista y director televisivo. En la Red de Televisiones Locales catalanas firm¨® Greenpower, Perfils y Ficcions, y obtuvo su mayor ¨¦xito con Pop R¨¤pid (2011), en TV3/Canal 33, 13 cap¨ªtulos de 25 minutos sobre las peripecias de un grupo indie llamado The Fredericks, serie que ha entrado ya en su segunda temporada. Hablo de ¡°su banda¡± porque durante estos a?os Crehuet ha trabajado con un equipo de actores ¡ªMiki Esparb¨¦, Alain Hern¨¢ndez, Betsy T¨²rnez y Xesc Cabot¡ª al que ahora se ha unido Ruth Llopis en El rey tuerto, y para los que suele escribir sus personajes, a la antigua y feliz usanza. (Por cierto: si quieren irse haciendo una idea de su estilo, a caballo entre la humorada luminosa y el zarpazo brutal, pillen en YouTube su corto Aniversari, y de paso aplaudir¨¢n a los Venga Monjas, uno de los d¨²os c¨®micos m¨¢s singulares del momento).
Digamos que El rey tuerto comienza con el reencuentro de dos amigas que no se ve¨ªan desde el colegio. Lidia (Betsy T¨²rnez) est¨¢ en paro, ocupada en un frenes¨ª de cursillos (fotograf¨ªa, danza del vientre, nueva cocina) y vive en un barrio extremo con David (Alain Hern¨¢ndez), un portero de discoteca reconvertido en polic¨ªa antidisturbios (o, como dice ¨¦l, ¡°especialista en gesti¨®n de masas¡±). Lidia admira profundamente a Sandra (Ruth Llopis), una hipster a caballo entre el onirismo y la rebeld¨ªa, porque se fue del barrio y parece haberse ¡°realizado¡±, aunque no acaba de quedar claro su medio de vida. Su compa?ero, Ignasi (Miki Esparb¨¦) es un ¡°documentalista social¡± que vive del dinero paterno y est¨¢ sufriendo una seria depresi¨®n. Un peque?o detalle enturbia el reencuentro: David resulta ser quien dej¨® tuerto a Ignasi en una manifestaci¨®n con una bala de goma.
Alain Hern¨¢ndez dibuja de maravilla el fondo de inocencia salvaje
Si la embarazos¨ªsima cena parece la cumbre de un episodio de Larry David, la pieza completa ¡ªcentrada en la ins¨®lita relaci¨®n entre el polic¨ªa y el manifestante¡ª es una excelente comedia negra ¡°a la italiana¡±: con su mezcla de cr¨ªtica ¨¢cida y patetismo cada vez m¨¢s sombr¨ªo (contrapesado por unas pinceladas de inesperada y creciente ternura) hace pensar en aquellos Monstruos de hoy de Dino Risi, guionizados por Scola y Scarpelli, o en lo mejor de Dar¨ªo Fo. Teatro de ahora mismo, sin manique¨ªsmos, con las cargas de profundidad muy bien repartidas. David, el antidisturbios, es una aut¨¦ntica bestia parda con la sensibilidad de una motosierra y una sorprendente voluntad de redenci¨®n: Alain Hern¨¢ndez (que recuerda, por furia y por sorna, las maneras de Eduard Fern¨¢ndez) sabe mostrar todas sus capas, y dibuja de maravilla su fondo de inocencia salvaje y su sorprendente conversi¨®n en antih¨¦roe tr¨¢gico. La verdadera v¨ªctima no es, como podr¨ªa pensarse, el desojado Ignasi (Esparb¨¦, que coloca sus r¨¦plicas con un humor seco y punzante), sino la desesperada Lidia, una poverella que en principio lo tiene todo para caer fatal (racista, tonta del bote), pero su carga de humillaciones, su capacidad de amar, su buen humor y su dolorosa lucidez la convierten en una figura conmovedora que concentra, en manos de la estupenda Betsy T¨²rnez, las mayores cotas de emoci¨®n de la velada. A Ruth Llopis le toca, literalmente, bailar con la m¨¢s fea (y baila con mucho poder¨ªo), porque Sandra es la caricatura inclemente de una izquierdista de electroencefalograma plano, arrogante, castradora y de acentos progresivamente siniestros. Xesc Cabot interpreta a un pol¨ªtico sin nombre, extra?o personaje que se aparece, como escapado de un televisor, hablando sin cesar de los beneficios de la austeridad, y al que desconectan una y otra vez: parece una gracia (o un da?o) colateral, pero su rol crece de modo determinante en el tercer acto.
El constante juego de vectores contrarios, en el que las carcajadas dan paso a silencios helados, culmina en un final inesperado, sencillo y de enorme eficacia. A ratos ech¨¦ de menos un mayor desarrollo de la relaci¨®n entre David e Ignasi (que dar¨ªa para una obra aut¨®noma), aunque es posible que hubiera desequilibrado la estructura. O mucho me equivoco o aqu¨ª hay autor, comedia y compa?¨ªa para rato.
La precisa, elegante y espumosa puesta en escena de Elisenda Roca no deja escapar ni un solo gag
2 Hace tiempo que no ve¨ªa un musical tan en su punto como el revival de T¡¯estimo, ets perfecte, ja et canviar¨¦ (I Love You, You¡¯re Perfect, Now Change, 1996), de Joe Di Pietro y Jimmy Roberts, que abarrota el Poliorama, el mismo local donde se estren¨® har¨¢ 13 a?os, a las ¨®rdenes de Esteve Ferrer: fue uno de los grandes ¨¦xitos de la ¨¦poca, con Eduard Farelo, Xavi Mira, Maria Josep Peris y Teresa Vallicrosa, y vuelve a serlo ahora, en la precisa, elegante y espumosa puesta de Elisenda Roca, que no deja escapar ni un solo gag. El libreto contiene algunos lugares comunes sobre el mundo de la pareja (pero contados con simpat¨ªa y agudeza) y varias lecciones pr¨¢cticas (y memorables) acerca de c¨®mo quemar etapas en la primera cita, conseguir una noche de sexo mientras al fin duermen los ni?os o encontrar el amor en la tercera edad (el sketch m¨¢s emotivo de la noche). Frank Capdet, Merc¨¨ Mart¨ªnez, Muntsa Rius y Jordi Vidal rebosan ritmo, gracia, encanto, energ¨ªa, y cantan de perlas. Grandes momentos: Jordi Vidal en Shouldn¡¯t I Be Less In Love With You? y Merc¨¨ Mart¨ªnez en I Will Be Loved Tonight (dos bonitas baladas), Muntsa Rius en el vals-country Always a Bridesmaid (y comiqu¨ªsima en el gran sketch del mon¨®logo en Internet), y el d¨²o Capdet-Mart¨ªnez en I Can Live With That. Buenas versiones, puestas al d¨ªa, de Anna Ullibarri y Roser Batalla, y dos m¨²sicos sensacionales, Andreu Gall¨¦n (piano) y V¨ªctor P¨¦rez (viol¨ªn), que suenan como una orquesta. Otro ¨¦xito merecid¨ªsimo: dev¨®renlo.
El rey tuerto. Sala Flyhard. Barcelona. Hasta el 15 de abril.
T¡¯estimo, ets perfecte, ja et canviar¨¦. Direcci¨®n de Elisenda Roca. Teatro Poliorama. Barcelona. Hasta el 28 de abril.
Babelia
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