Trampear
La desautorizaci¨®n judicial del ERE en Telemadrid demuestra que la crisis financiera es muy a menudo un socorrido recurso para seguir trampeando con el dinero p¨²blico, en lugar de emprender las reformas verdaderamente necesarias. El grito de alarma que llega desde la calle, se transforma en muchos despachos oficiales en una ventaja para seguir imponiendo sus mentiras. La gran mentira consiste en degradar los servicios p¨²blicos mientras no se ahorra en colocaciones a dedo, asesor¨ªas in¨²tiles y se evita la transformaci¨®n de las estructuras para acercar un futuro mejor. Que en una televisi¨®n p¨²blica se dilapide el dinero sin rendir cuentas de calidad y cuando llega la hora del cilicio sean los trabajadores t¨¦cnicos quienes paguen el desaguisado tendr¨ªa que provocar al menos el asombro, pero solo prolonga la perplejidad y el silencio.
Que la reforma propuesta tras la debacle premie a los directivos y castigue a los profesionales no solo no levant¨® ni un rumor ciudadano, sino que adem¨¢s aument¨® las voces que reclaman que deje de existir la televisi¨®n como un servicio p¨²blico. Es algo as¨ª como si los conductores que respetan las normas de tr¨¢fico tuvieran que pagar en colecta las multas de los que se saltaban las reglas y adem¨¢s aceptaran que se cerraran las autopistas como soluci¨®n. No es tiempo de reflexi¨®n sino de histeria, y en ese caldo emocional siempre ganan los m¨¢s atrevidos y los m¨¢s descarados.
La decisi¨®n de los jueces va a ser solventada por un desembolso de dinero mayor. Lo cual confirma que la generosidad de los pol¨ªticos es siempre infinita cuando se trata del dinero ajeno. Pero el cuestionamiento del futuro, la construcci¨®n de unos canales p¨²blicos racionales y ¨²tiles, eso no parece interesarle a nadie. Las televisiones ejercen de ventanilla al mundo. Lo que interesa es que sean opacas, ciegas y sin vistas. Que sus trabajadores sean tratados como mercanc¨ªa a la que no se respeta es grave. Pero que los espectadores sean despreciados como un est¨²pido reba?o a¨²n es peor. La historia de esta crisis se expresa de manera transparente en ese expediente laboral de Telemadrid. Los culpables ejercen de sanadores y las v¨ªctimas pierden sus derechos porque la situaci¨®n es de extrema gravedad. Nunca la desgracia fue tan oportuna.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.