La mejor manera de acercar Nashville a Vega del Pas

Hace tres a?os, el madrile?o Quique Gonz¨¢lez lleg¨® a Nashville, meca de la m¨²sica de ra¨ªz norteamericana, para grabar con algunos de los m¨²sicos m¨¢s prestigiosos del country. Le temblaban las manos y se sent¨ªa peque?o. Durante los ¨²ltimos meses ha repetido la jugada, pero esta vez ha sido distinto. ¡°No te acabas de conocer al 100%, pero la anterior grabaci¨®n cre¨® algo, una especie de peque?a sociedad a la que logr¨¦ pertenecer, como si tuvi¨¦ramos un secreto todos¡±, rememora hoy el propio Quique Gonz¨¢lez. ¡°Eso hace que tengas m¨¢s complicidad y que todo sea m¨¢s sencillo, m¨¢s natural¡±.

Esa espontaneidad desemboc¨® en Delantera m¨ªtica, el nuevo disco del cantautor, n¨²mero uno en la lista de ventas espa?ola. Un ¨¢lbum, en definitiva, menos preciosista y m¨¢s crudo que su predecesor, Daiquiri blues, ambos grabados en los mismos estudios de Nashville. Asegura entre calada y calada haber encontrado en sus dos ¨²ltimos discos, por fin, su voz personal, la que conjuga la tradici¨®n de la canci¨®n de autor espa?ola (Enrique Urquijo, Joaqu¨ªn Sabina) y el toque folk norteamericano (Tom Petty, Neil Young). Ahora este resultado crudo y directo tiene su plasmaci¨®n en el directo, con una gira que recorre toda Espa?a.

Quique Gonz¨¢lez siempre se ha rodeado de m¨²sicos expertos y de talento un¨¢nimemente reconocido. Al hecho de tocar con los m¨²sicos con los que ha grabado Delantera m¨ªtica, escuderos de popes del country como Emmylou Harris, dice que es como ¡°jugar en la NBA¡±. ¡°He tenido la suerte de tocar con los mejores m¨²sicos de Espa?a¡­ el guitarrista Carlos Raya, el bajista Jacob Reguil¨®n, el bater¨ªa Toni Jurado...¡±. ?Y para esta gira? ¡°No viene ninguno de ellos¡±, responde entre risas. Ha formado una banda para la ocasi¨®n, capaz de sonar m¨¢s contundente que en ocasiones anteriores. ¡°En la gira anterior me empe?¨¦ demasiado en llevar las canciones de Daiquiri blues al directo, y creo que me equivoqu¨¦ en algunas cosas¡±.

Ahora entiende que una cosa es la intenci¨®n del creador en la grabaci¨®n y otra la libre interpretaci¨®n que sus m¨²sicos hacen del material surgido de su pu?o. ¡°Necesito otra cosa, y no hay nada feo ni sucio¡±, afirma el cantautor sobre sus nuevos escuderos. ¡°Aunque va a ser muy raro salir al escenario, girarme y no ver a Toni y a Jacob¡±. Ahora se encontrar¨¢ con Edu Ortega, multiinstrumentista, fiel colaborador en su carrera que vuelve al redil tras a?os de distanciamiento. Y tambi¨¦n ver¨¢ al guitarrista Pepo L¨®pez, colaborador de Lichis; y a la secci¨®n r¨ªtmica de los valencianos Se?or Mostaza.

¡°He aprendido la lecci¨®n: lo que tiene que pasar es que una banda con qu¨ªmica, con la que te entiendes, pueda seguir aportando cosas¡±, asegura el cantante. En el directo, la ausencia de teclados y ¨®rganos simboliza la cara m¨¢s cruda del nuevo Quique Gonz¨¢lez. ¡°Pesa mucho, no quiero piano en esta gira¡±, dice, medio en serio, medio en broma. ¡°Quiero que sea otra cosa: rock, pero tambi¨¦n ac¨²stico, sin que haya pianos¡±.

A Quique Gonz¨¢lez le gusta pensar en sus discos como ¨¢lbumes de vivencias que le ocurren durante su gestaci¨®n. O de cosas que observa en su entorno. Y ese ambiente es, desde hace ocho a?os, el monta?oso que rodea a su casa en medio de la Vega del Pas (Cantabria). ¡°Me gusta entrar y salir de los sitios y no cansarme¡±, dice el cantante, hasta hace poco urbanita convencido. ¡°Quiz¨¢ he estado demasiado aislado all¨ª en algunos momentos, para lo bueno y para lo malo; pero aprendes a estar solo. Al final estoy en medio de una colina, yo solo con mi perro¡±.

En Delantera m¨ªtica hay historias procedentes de su retiro en el norte, de las historias que se le cruzan en el d¨ªa a d¨ªa del pueblo y que influyen, de alguna manera, en lo que cuenta. ¡°Muchos d¨ªas bajo al restaurante de uno de mis mejores amigos en Carriedo, como con ¨¦l unas alb¨®ndigas espectaculares, hablamos de las ¨²ltimas noticias del pueblo, leo El Diario Monta?¨¦s y vuelvo a casa para ver el telediario¡±. Su ¨²ltimo disco, dice, es su obra m¨¢s pol¨ªtica y comprometida. A trav¨¦s de las historias personales que oye en la tasca del pueblo o criticando abiertamente la picaresca espa?ola, como ¨¦l dice, ¡°al ladr¨®n que tenemos dentro, como si estuvi¨¦ramos enfermos¡±. ¡°Muestro unas im¨¢genes de lo que yo veo que est¨¢ pasando, sin intenrar sentar c¨¢tedra¡±.

A Quique Gonz¨¢lez le cambia la cara cuando se le pregunta por su retiro, por su exilio voluntario alejado del ruido de la ciudad. Una situaci¨®n similar a la que vivi¨® su admirado Neil Young en un rancho a principios de los setenta. ¡°Tampoco soy muy mit¨®mano, pero un poco s¨ª¡±, reconoce entre risas. ¡°Me he enganchado a vivir en una casa en el campo, a oler la tierra y ver el espect¨¢culo de la naturaleza. Yo, que, que he sido un urbanita toda la vida. Ha acabado contaminado mi m¨²sica¡±.

Cuando habla de su trabajo y de su carrera lo hace de forma m¨¢s autom¨¢tica. Cuando enumera a los artistas que le han marcado y los discos que acaba de descubrir lo hace de forma impetuosa, enlazando a unos artistas con otros, entusiasmado. ¡°?Has visto Searching for Sugar Man? Creo que es incre¨ªble¡±, dice refiri¨¦ndose al documental que ha rescatado del olvido al cantautor de los setenta Sixto Rodriguez. En la conversaci¨®n tambi¨¦n afloran los nuevos discos de David Bowie y de los cantautores Josh Rouse o Ron Sexsmith, siempre con la emoci¨®n del mel¨®mano que acaba de descubrir su ¨²ltima obra maestra. Y tambi¨¦n aparecen pel¨ªculas como Mapa o Drive. O escritores como John Connelly o Luis Garc¨ªa Montero, con el que est¨¢ escribiendo nuevas canciones. ¡°Es mi poeta favorito¡±, afirma. ¡°Para m¨ª, Luis Garc¨ªa Montero y Vicente del Bosque deber¨ªan ser presidente y vicepresidente del Gobierno¡±.