La escritura como arte pl¨¢stico
El autor colombiano Juan C¨¢rdenas publica la novela ¡®Los estratos¡¯, dotada de un lenguaje influido por su trabajo de encargado en una galer¨ªa de arte
Por contradictorio que parezca, para el escritor colombiano Juan C¨¢rdenas (Popay¨¢n, 1978) vivir en Madrid es la mejor manera de sumergirse en el motivo de su gran obsesi¨®n, Am¨¦rica Latina. Incluso m¨¢s que si viviera en su pa¨ªs natal o en Bolivia, Brasil o Argentina, por nombrar aquellos territorios con los que tiene ¡°m¨¢s ligaci¨®n¡±. ¡°Espa?a es un lugar extra?o porque, de alguna forma, me permite estar cerca de Latinoam¨¦rica, aqu¨ª confluye mucha gente de all¨ª¡±, comentaba ayer C¨¢rdenas en un caf¨¦ del barrio de Lavapi¨¦s. ¡°Si te das cuenta, no tengo nada de acento espa?ol¡±, se?ala. ¡°No es que lo rechace, es que mi construcci¨®n del mundo desde Madrid es realmente muy latinoamericana¡±.
Su segundo libro, Los estratos (Perif¨¦rica), est¨¢ ambientado en una ciudad innombrada de la Colombia que vosea, la que representa la mitad del pa¨ªs. La novela cuenta la historia de un hombre que busca clarificar un recuerdo de su infancia que en su mente permanece borroso, con solo algunas pistas. A la vez, el protagonista asiste al desmoronamiento de su vida afectiva y laboral. Esta historia que C¨¢rdenas ha concebido como ¡°celebratoria¡±, a algunos lectores les puede parecer todo lo contrario, ¡°y est¨¢ bien que cada uno lo interprete a su modo¡±, admite. ?l narra por medio de una ¨²nica voz, pero el libro no es un mon¨®logo. A trav¨¦s de su protagonista ¡ªcuyo nombre tampoco conocemos¡ª se expresan las voces de todos los dem¨¢s personajes, igualmente an¨®nimos y representativos de las diferentes capas de la sociedad.
¡°Siempre he pensado que buena parte de los libros de la modernidad habla de c¨®mo se destruye la vida de una persona. Yo me plante¨¦ lo contrario, un proceso de sanaci¨®n. Es un libro sobre c¨®mo una persona que est¨¢ enferma piensa en curarse¡±, explica. Aunque Los estratos haya sido escrita pensando en ciudades colombianas, la descripci¨®n del tr¨¢fico ca¨®tico, de las plantas industriales, vertederos, galer¨ªas de arte y centros comerciales como escenario para ¡°chicas modernitas¡± ¡ªcomo ¨¦l las llama¡ª, empresarios, campesinos y prostitutas refleja indudablemente a un pu?ado de urbes latinoamericanas.
C¨¢rdenas lleva m¨¢s de 10 a?os viviendo en Espa?a. En ese per¨ªodo han sido frecuentes sus viajes a Am¨¦rica Latina, ¡°el lugar donde se est¨¢ redefiniendo el Occidente¡±. Ahora vive inmerso en la planificaci¨®n de un nuevo libro. Traductor de portugu¨¦s e ingl¨¦s, es adem¨¢s uno de los encargados de una galer¨ªa de arte, lo que influye en su literatura. ¡°Me interesa tratar el lenguaje escrito como si fuera un arte pl¨¢stico, como si fuera una cosa viva que vamos construyendo¡±.
Este autor considera Los estratos como una obra gemela de su novela anterior, Zumbido, con la que debut¨® y que escribi¨® entre 2008 y 2010 gracias a una beca de la Residencia de Estudiantes. Zumbido, que vio la luz en la modesta editorial 451 Editores, logr¨® alabanzas de la cr¨ªtica. Mientras explica todo esto, C¨¢rdenas pide permiso para decir algo que, advierte, ¡°quiz¨¢s suene a broma¡±. ¡°Mis dos libros se pueden leer como un manual de instrucciones para acabar con el hombre blanco¡±. ?Y c¨®mo es que un hombre blanco quiere destruir al hombre blanco? ¡°?Yo no soy el hombre blanco!¡±, proclama. ?l argumenta que no se refiere, obviamente, a una cuesti¨®n racial, sino a ¡°algo m¨¢s difuso y extra?o¡±. Entonces desarrolla su idea: ¡°El hombre blanco es el mito que ha propiciado un horror hist¨®rico en Am¨¦rica Latina. Es esa especie de racionalidad violenta que intenta imponerse a lo que all¨ª ocurre en aras de un supuesto progreso, de una supuesta civilizaci¨®n, negando que implique cualquier tipo de barbarie. Son este tipo de esquemas, maniqueos, que se generan en la regi¨®n¡±.
Cuando se sent¨® a escribir, el colombiano tard¨® ¡°solo dos o tres¡± meses en concluir su obra. M¨¢s largo hab¨ªa sido el proceso de gestaci¨®n, el que necesit¨® para ¡°vivir el libro¡±. C¨¢rdenas pas¨® dos a?os acumulando lecturas, notas y experiencias. Fue fundamental haber vivido las profundas diferencias de clases de la sociedad colombiana. ¡°En mi pa¨ªs hay unos estratos muy marcados por la posici¨®n econ¨®mica¡±. Es una situaci¨®n que condiciona incluso cu¨¢nto pagas de luz o de agua, seg¨²n el barrio en que vivas. ¡°Es decir, est¨¢ oficializada la estratificaci¨®n¡± (de ah¨ª la idea que titula el libro). ¡°Esta divisi¨®n que implantaron las autoridades con buena intenci¨®n se acab¨® convirtiendo, de manera perversa, en una manera contundente de fijar los estratos¡±.
El autor dice que esa separaci¨®n ¡°obviamente¡± se acab¨® trasladando a la cultura, a las relaciones, al habla. ¡°He llegado a o¨ªr comentarios como ¡®lleg¨® con unos zapatos estrato 2¡±. Una terrible descripci¨®n para se?alar al que proven¨ªa de un estrato muy humilde.
Babelia
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