Richie Havens, coraje folk en Greenwich Village

Pas¨® a la historia por ser el m¨²sico encargado de abrir el c¨¦lebre festival de Woodstock en 1969, aunque algunos tambi¨¦n le recordaban por sus sentidas interpretaciones de canciones de Bob Dylan o The Beatles. Pero Richie Havens, fallecido de un ataque al coraz¨®n a los 72 a?os el lunes en su casa de Jersey, era m¨¢s que todo eso. Era un artista de talla ¨²nica, de verdadera raza folk, esencia misma de la escena de Greenwich Village que ilumin¨® la m¨²sica norteamericana en los sesenta.

Nacido en 1941 en el barrio neoyorquino de Brooklyn, Richard Pierce Richie Havens fue el mayor de nueve hermanos. Sinti¨® la llamada de la m¨²sica por influencia de su padre, que tocaba el piano en casa. Como tantos otros chavales afroamericanos de principios de los cincuenta, empez¨® como artista callejero con tan solo 12 a?os, cantando en esquinas cuando el doo-wop dominaba las calles de Nueva York. Pero Havens, que ingres¨® en una escuela de gospel, guio sus pasos hacia el folk cuando en edad adolescente decidi¨® instalarse en Greenwich Village, semillero bohemio de escritores, activistas pol¨ªticos y cantautores. Corr¨ªan los principios de los sesenta.

M¨²sico hecho a s¨ª mismo, sin apenas t¨¦cnica con la guitarra, se curti¨® en los clubs nocturnos mientras, pasando la cesta para conseguir unos d¨®lares en garitos como Why Not?, tocaba ¡°14 veces por noche en actuaciones de 20 minutos¡±, seg¨²n asegur¨® en una entrevista que concedi¨® a la CNN. En plena ¨¦poca de la flor y la nata de los revisionistas del folk, se code¨® con Dave Van Ronk, Pete Seeger, The Weavers, Doc Watson o Bob Dylan, al que admir¨® desde el primer d¨ªa. Pero pertenec¨ªa al grupo de cantantes negros, criados en los m¨¢rgenes del blues y el gospel, que dieron temperamento al folk del Village sin alcanzar nunca la trascendencia comercial de sus colegas blancos. Una pandilla jam¨¢s reunida ni oficializada pero de influencia sobresaliente, desde sus aportaciones solitarias, formada por Odetta, John Lee Hooker o Josh White, entre otros. Como ellos, su condici¨®n de negro y su origen humilde definieron su conciencia social en un folk aguerrido.

En este sentido, Havens, junto a Pete Seeger, fue uno de los primeros artistas que interpret¨® canciones de Dylan en el Village, dando un mayor cariz pol¨ªtico, que su autor sol¨ªa rechazar, a composiciones como A hard rain¡¯s a-gonna fall cuando Estados Unidos se encontraba en el apogeo de la crisis de los misiles con Cuba. Asimismo, destac¨® pronto por transitar caudales sonoros que daban otro ritmo al folk de autor. Como bien demostr¨® en el magistral Mixed Bag en 1967, rastreaba ecos del blues y el jazz, asoci¨¢ndose a la sugerente experimentaci¨®n de otro coet¨¢neo como Fred Neil. En Mixed Bag, se recog¨ªan maravillosas versiones, cantadas como un soul callejero, de Just like a woman de Dylan y Eleanor Rigby de los Beatles.

Un list¨®n parecido ofreci¨® en Something else again (1968) y Richard P. Havens, 1983 (1969), donde volvi¨® a incluir versiones de Dylan y los Beatles. Su carisma y la fuerza de sus letras le llevaron a Woodstock. Estaba programado el primer d¨ªa en la quinta posici¨®n pero la ausencia de Sweetwater, que llegaron tarde a su cita como primeros del cartel, le oblig¨® a abrir el festival m¨¢s famoso de la historia. Sobre el escenario improvis¨® Freedom, tal vez el momento m¨¢s recordado de su carrera por su poderosa interpretaci¨®n y el significado que adquiri¨® para la generaci¨®n de la lucha contra la guerra de Vietnam. Otro punto culminante fue cuando el latido soul de su emotiva versi¨®n de Here comes the sun de los Beatles alcanz¨® en 1970 las listas de ¨¦xitos.

Sin dejar de sacar vinilos ni actuar en directo, su declive vino en los setenta, acentu¨¢ndose en los ochenta, aunque sac¨® un interesante homenaje a Dylan y los Beatles o Wishing Well, aplaudido por la cr¨ªtica en 2002 y con versiones de Pink Floyd o Willie Nile.

Aunque Havens lleg¨® a actuar en la Casa Blanca durante la primera presidencia de Bill Clinton, lo verdaderamente importante de su obra fue el coraje que imprimi¨® a su folk, que posteriormente dejar¨ªa su impronta en artistas como Crosby, Stills and Nash o Ben Harper.