¡®Masclet¨¢¡¯ de ingenio
La pel¨ªcula da a su p¨²blico lo que pide, al tiempo que juega a cuestionar el arquetipo del superh¨¦roe
En una secuencia de esta tercera entrega de la saga que ha inyectado cinismo adulto al corpus marveliano, una volc¨¢nica enemiga decide atacar al h¨¦roe Tony Stark con una pulla verbal: ¡°?Esto es todo lo que das de s¨ª? ?Un truco barato y una r¨¦plica ingeniosa?¡±. ¡°De hecho, ese podr¨ªa ser el t¨ªtulo de mi autobiograf¨ªa¡±, contesta Robert Downey jr., disfrutando de un papel que incrementa su densidad al entrar en contacto directo con el turbulento pasado del actor. S¨ª, Iron man funciona, a su retorcida manera, como un papel autobiogr¨¢fico para Downey, del mismo modo que esa frase resuena como certera autoiron¨ªa en manos del director que aqu¨ª toma el relevo: Shane Black, superviviente de ese Hollywood de los ochenta donde los guionistas pod¨ªan convertirse en s¨²perestrellas de sueldos astron¨®micos, a partir del h¨¢bil manejo del truco barato y la r¨¦plica ingeniosa. Shane Black y Joe Eszterhas, respectivos guionistas de Arma letal e Instinto b¨¢sico, crearon un estilo particular que recog¨ªa la herencia pulp para dispararla en dolby stereo con una vehemencia algo cocain¨®mana.
IRON MAN 3
Direcci¨®n: Shane Black.
Int¨¦rpretes: Robert Downey, jr., Gwyneth Paltrow, Ben Kingsley, Guy Pearce, Rebecca Hall.
G¨¦nero: aventuras. EE UU, 2013.
Duraci¨®n: 130 minutos.
Tras un debut como director que funcionaba como eficaz juguete posmoderno y peculiar exorcismo personal, ¡ªKiss kiss, bang bang, cuyo t¨ªtulo y esp¨ªritu hubiesen complacido a Pauline Kael¡ª, Black demuestra en Iron man 3 que no ha perdido m¨²sculo, que entendi¨® perfectamente lo que propon¨ªa Jon Favreau en el primer Iron man y que parece estar al corriente de la progresiva exigencia y sofisticaci¨®n del contempor¨¢neo consumidor de blockbusters. Su pel¨ªcula no se anda por las ramas: da a su p¨²blico lo que pide, al tiempo que juega a cuestionar, con lo que bien podr¨ªa ser la deriva cyberpunk del viejo slapstick, el arquetipo del superh¨¦roe, que aqu¨ª es falible, est¨¢ desubicado y corta de ra¨ªz cualquier concesi¨®n al sentimentalismo.
La pel¨ªcula est¨¢ plagada de ideas brillantes: desde las alusiones a Los vengadores como foco de los ataques de p¨¢nico de Stark hasta la verdadera naturaleza del villano encarnado por Ben Kingsley. Con todo, la intensidad con que la pel¨ªcula desgrana sus ocurrencias, su perseverante apuesta por el ingenio ametrallado, y el ruido y la furia de sus momentos de acci¨®n impiden darse cuenta de que quiz¨¢ el ingrediente omitido en el c¨®ctel sea el genio: Iron man 3 es una asombrosa masclet¨¢ que, como todas, es de un solo uso.
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