Pol¨ªtica de superviviente

Lo primero que sabemos de Bertrand Saint-Jean (Olivier Gourmet) es que tiene extra?os sue?os er¨®ticos en los que comparecen logias secretas, mujeres desnudas y fauces de cocodrilo. Una llamada urgente le rescatar¨¢ de un espacio on¨ªrico tan poco ben¨¦volo para sumergirle en algo peor, la tensa y crispada realidad del ejercicio pol¨ªtico: Bertrand es Ministro de Transportes y su secretario le informa de que se requiere su presencia en el escenario del accidente nocturno sufrido por un autob¨²s en el que viajaban unos estudiantes. A El ejercicio del poder, tercer largometraje de Pierre Schoeller, se le ha reprochado algo que deber¨ªa ser considerado un m¨¦rito: el esfuerzo por comprender, desde dentro, a su personaje central¡­ ese ministro al que la pel¨ªcula no ha podido presentarnos en situaci¨®n m¨¢s vulnerable y comprometedora, un sujeto complejo, lleno de contradicciones, capaz de impulsos nobles por razones equivocadas, v¨ªctima de s¨ª mismo y de las servidumbres y mezquindades de su carrera¡­ un tipo, en suma, irredimible, pero al que Schoeller no ha trazado con un solo color. Que se le eche en cara al cineasta el esfuerzo por hilar fino, por no convertir esta mirada implacable y desencantada a las bambalinas de la pol¨ªtica en una historia de buenos y malas solo confirma que no son los mejores tiempos para la sutileza.

La privatizaci¨®n de las estaciones ferroviarias y el gesto populista y condescendiente de la (ef¨ªmera) integraci¨®n laboral de un parado componen el tel¨®n de fondo de un trabajo tan l¨²cido como sofisticado en sus formas, que incide en las perversiones del lenguaje de una pol¨ªtica que solo busca salvarse a s¨ª misma.