Frederic Franklin, proteica figura del ballet del siglo XX

El bailar¨ªn, core¨®grafo y maestro anglonorteamericano Frederic Franklin (Liverpool, 1914) muri¨® el pasado s¨¢bado en Nueva York a los 98 a?os. Hasta pasados los 90 a?os se mantuvo en activo dando clases, reponiendo ballets y transmitiendo su saber a trav¨¦s de una personalidad carism¨¢tica y llena de humanidad.

A Frederic Franklin lo llevaron sus padres con 4 a?os a ver un Peter Pan y ah¨ª naci¨® su vocaci¨®n por volar. Empez¨® a estudiar danza con Marjorie Nelly y Shelagh Clarke en su ciudad natal para continuar, tras una colecta de su madre y su abuela, entren¨¢ndose en Londres con Nicholas Legat, Lidia Kiasht, Lidia Sokolova y Ant¨®n Dolin. Tambi¨¦n viaj¨® a Par¨ªs para recibir clases de Lubov Egorova. Hizo su debut en el casino de Par¨ªs junto a la legendaria estrella de musicales Mistinguett; luego sigui¨® apareciendo en vodeviles (con Josephine Baker) y musicales del West End como bailar¨ªn de tap con The Lancashire Lads; en esta etapa fue pareja esc¨¦nica de Wendy Toye en 1934 tanto en obras musicales como bailando en los restaurantes con espect¨¢culo. Entre 1935 y 1937 se uni¨® al Markova-Dolin Ballet y en 1938 entr¨® en el Ballet Russe de Monte Carlo como primer bailar¨ªn, donde se mantiene hasta 1950. Durante la II Guerra Mundial el conjunto viaja a los Estados Unidos y luego se desarticula, siendo Franklin, junto a Maria Tallchief, quienes reorganizan la compa?¨ªa en 1954, etapa que durar¨¢ hasta 1960.

En toda su dilatada carrera de bailar¨ªn, Frederic Franklin acumul¨® un impresionante repertorio de roles, estando en las distribuciones originales de creaci¨®n de piezas hist¨®ricas como las de Leonidas Massine (Ga?t¨¦ Parisiense, S¨¦ptima Sinfon¨ªa, Rojo y negro, The New Yorker o Saratoga); en Devil¡¯s holliday, de Fredeirck Ashton; Rodeo, de Agnes de Mille; Billy Sunday y Las campanas, de Ruth Page. Tambi¨¦n bail¨® en origen muchas obras de George Balanchine (Serenade, La son¨¢mbula, Mozartiana, Poker game, El beso del hada, Danzas concertantes y Raymonda). Recre¨® el papel del esclavo en el Sheredzade de Fokin y hizo muchas versiones de grandes cl¨¢sicos: Sigfrido de El lago de los cisnes, Franz de Coppelia y Albrecht de Giselle o el h¨²sar de El bello Danubio.

Una fecha importante en la carrera de Franklin fue cuando en 1944 danz¨® con el Ballet Russe Monte Carlo en Broadway Song of Norway. Balanchine le convence y le nombra maestro de ballet. Era la ¨¦poca en que aparec¨ªa con Alexandra Danilova, y juntos van como estrellas invitadas al Sadler Wells Royal Ballet de Londres en 1949, ya como una pareja m¨ªtica. Siempre emprendedor, en 1951 forma el Slavenska-Franklin Ballet con su partenaire rusa Mia Slavenska y juntos crean el primer ballet sobre la pieza teatral Un tranv¨ªa llamado deseo con coreograf¨ªa de Valerie Bettis, girando por Estados Unidos, Canad¨¢ y Jap¨®n. Despu¨¦s, siempre con Danilova, viaj¨® por Latinoam¨¦rica con el Ballet Russe.

En 1959 es nombrado codirector del Washington Ballet; despu¨¦s refundado como Ballet Nacional en 1962, dirigi¨¦ndolo hasta 1974, a?o en que es disuelto. Fue asesor art¨ªstico del American Ballet Thatre y del Chicago Ballet y entre 1975 y 1977 codirector del Pittsburg Ballet. Se vincul¨® despu¨¦s al Cincinnati Ballet como core¨®grafo residente desde 1977 dirigiendo la agrupaci¨®n de 1984 a 1986. Su calidad como repositor de ballets era legendaria. Entre sus propias coreograf¨ªas destacaron Tribute (Cesar Frank, Boston 1961) y Poema l¨ªrico (Ravel). Coreografi¨® Giselle para el Ballet de Harlem (la memorable Giselle creole, trasladando la acci¨®n de Centroeuropa al sur de Missipip¨ª). En 1984 recibi¨® el premio Laurence Oliver al mejor core¨®grafo. Fue tambi¨¦n core¨®grafo de las compa?¨ªas de Oakland y Tulsa.

Franklin sigui¨® apareciendo en papeles de car¨¢cter (Drosselmeyer de Cascanueces o el Doctor Coppelius, tambi¨¦n el fraile de Romeo y Julieta o la bruja Madge de La Sylphide). Era todo vitalidad y afabilidad.

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