En el ¨²ltimo suspiro de Dillinger
Ma?ana con EL PA?S por 2,95 euros, ¡®Enemigos p¨²blicos¡¯, de Michael Mann
John Herbert Dillinger sal¨ªa del cine Biograph ¡ªhoy a¨²n en pie con el nombre de Victoria Gardens Biograph¡ª de ver El enemigo p¨²blico n¨²mero 1, un filme de g¨¢nsteres en el que el m¨ªtico ladr¨®n pudo verse reflejado en el personaje que encarna Clark Gable, cuando le estaban esperando una treintena de detectives del FBI que le acribillaron a balazos. ¡°Yo fui a ese cine de peque?o. Y a los 17 a?os, mi madre trabaj¨® en la gran exposici¨®n El Siglo del Progreso, en 1933, que revolucion¨® la ciudad. Seguramente se cruz¨® con Dillinger. En mi infancia era un h¨¦roe local¡±, contaba Michael Mann, nacido en Chicago, que vio recompensado su amor a la realidad en esta localizaci¨®n. Porque en Enemigos p¨²blicos, Johnny Depp, que da vida al atracador, cae muerto exactamente en el mismo lugar en que lo hizo John Dillinger el 22 de julio de 1934.
Michael Mann es uno de los directores que mejor han rodado atracos en la historia del cine. El thriller no parece tener secretos para ¨¦l. Y Dillinger, tampoco. ¡°Era guapo, con un bigotito a lo Gable. En los 14 meses que transcurrieron de mayo de 1933, cuando obtuvo la libertad condicional, a su muerte en julio de 1934, el hijo de un tendero de Indiana se convirti¨® en el bandido m¨¢s popular y en el grano en el culo de John Edgar Hoover, que comenzaba su carrera como todopoderoso responsable del FBI, y de Melvin Purvis, el agente especial encargado del caso. En plena Gran Depresi¨®n, Dillinger mut¨® en el h¨¦roe de muchos ciudadanos¡±. Ese bigote, ese porte, solo pod¨ªan ser resucitados por Depp, que tambi¨¦n naci¨® cerca, a unos 250 kil¨®metros de Chicago. Asesino despiadado, ladr¨®n ambicioso, trasmutaba en tipo elegante en cuanto ten¨ªa p¨²blico delante. ¡°La gente m¨¢s maltratada por la crisis le ve¨ªa como su representante. Antes de entrar en la prisi¨®n de Indiana, dio una rueda de prensa en la que supo manipular a los periodistas. Era el retorno del hijo pr¨®digo. En los robos abroncaba a sus compa?eros si estos soltaban alg¨²n taco. As¨ª cre¨® el mito del bandido caballero: agradable, amigo de sus amigos y a la vez duro¡±, seg¨²n el director. Amante de las pel¨ªculas, su vida nunca hab¨ªa quedado bien reflejada en la pantalla.
En 1974 John Milius dirigi¨® Dillinger, con Warren Oates como protagonista. Mann encontr¨® m¨¢s realidad, m¨¢s escenarios perfectamente conservados que le sirvieron de localizaciones de la pel¨ªcula. ¡°Decid¨ª rodar en esos sitios porque espero que el p¨²blico advierta esos detalles que le hagan decir: ¡®S¨¦ que eso pas¨® y me lo creo en la pantalla¡¯. Pero no te enga?es, la acumulaci¨®n de detalles no provoca verdad. Tienes que cuidarlos y, a la vez, recordar que est¨¢s haciendo cine. Y que el p¨²blico entienda que el m¨ªtico Dillinger vivi¨® cada d¨ªa como si fuera el ¨²ltimo¡±. As¨ª que ma?ana con EL PA?S, adem¨¢s de un thriller, una clase de historia: la que da Enemigos p¨²blicos sobre el Estados Unidos de los a?os treinta.
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