Aleksei Balab¨¢nov, el ¡®enfant terrible¡¯ del cine ruso

El director de cine ruso Aleksei Balab¨¢nov (Sverdlovsk, actual Ekaterinburgo, 1959) falleci¨® el pasado d¨ªa 18 en San Petersburgo a los 54 a?os tras sufrir un infarto. Muchas de las pel¨ªculas de Balabanov son comedias negras extremadamente violentas ambientadas en los estertores del comunismo sovi¨¦tico y en la ag¨®nica instauraci¨®n del capitalismo gansteril tras el desplome de la URSS. Algunas de sus obras m¨¢s conocidas, como Hermano (1997) y su secuela Hermano 2 (2000), que le dieron un gran ¨¦xito comercial en Rusia, han sido comparadas con la cinematograf¨ªa de Tarantino.

Varias de sus creaciones son adaptaciones lib¨¦rrimas de cl¨¢sicos contempor¨¢neos, como sus dos primeros largometrajes, D¨ªas felices (1991) y El castillo (1994), en los que llev¨® al cine las obras hom¨®nimas de Samuel Beckett y Franz Kafka. Tambi¨¦n se inspir¨® en Nikol¨¢i Gogol, Fi¨®dor Dostoievski o Mija¨ªl Bulg¨¢kov (Morfina, 2008).

Ajeno, por no decir abiertamente hostil, al establishment cinematogr¨¢fico ruso, en 1994 fund¨®, junto con Sergei Selyanov y Viktor Sergeyev, el estudio independiente CTB, a trav¨¦s del cual produjo todas sus pel¨ªculas.

Balab¨¢nov, que hab¨ªa estudiado idiomas en la universidad, trabaj¨® como traductor en el Ej¨¦rcito sovi¨¦tico en ?frica y Oriente Pr¨®ximo. Posteriormente fue ayudante de direcci¨®n en su ciudad natal y m¨¢s tarde se instal¨® en San Petersburgo, ciudad que en sus filmes aparece retratada como un lugar de pesadilla que tritura a sus habitantes.

Ambientados con un agresivo fondo de rock ruso, en sus filmes figuran sanguinarios matones chechenos, funcionarios s¨¢dicos y corruptos, mafiosos en busca de redenci¨®n, grotescos escenarios de horror de los a?os ochenta (Cargo 200, premio a la mejor direcci¨®n en el Festival Internacional de Cine de Gij¨®n) o pioneros de la pornograf¨ªa en la Rusia zarista (De monstruos y hombres, 1998). Yo tambi¨¦n (2012), ¨²ltima pel¨ªcula que complet¨®, presentada hace pocos meses en Rotterdam, es una peculiar r¨¦plica al Stalker de Tarkovski.

Pese a su constante b¨²squeda del enfrentamiento y la provocaci¨®n, que muchas veces toc¨® los l¨ªmites de la tolerancia oficial, la filmograf¨ªa de Balab¨¢nov ha recibido numerosos premios en Rusia. Tambi¨¦n ha sido bien acogida en diversos cert¨¢menes internacionales. En 2009, el Festival de Gij¨®n le dedic¨® una retrospectiva.

¡°Las pel¨ªculas de Aleksei Balab¨¢nov son un retrato colectivo de nuestro pa¨ªs en la ¨¦poca m¨¢s dram¨¢tica de su historia¡±, escribi¨® en su p¨¢gina de Facebook el primer ministro ruso, Dmitri Medv¨¦dev, tras conocer la muerte del cineasta.