Baja la apuesta por las apuestas de nuevos escritores en espa?ol
La tendencia de las editoriales a no publicar ¨®peras primas de escritores en espa?ol se agudiza con la crisis econ¨®mica a favor de `pelotazos? literarios
Los jefes y Ojos azules son los t¨ªtulos de dos libros que a mucha gente no les dir¨¢ nada, pero hoy sus autores poseen el Nobel de Literatura. El primero es el volumen de cuentos de Mario Vargas Llosa con el cual obtuvo el premio Leopoldo Alas en 1959 y el segundo el debut novel¨ªstico de Toni Morrison en 1970. Obras en pa¨ªses e idiomas distintos que en su momento pertenec¨ªan a dos desconocidos pero en los que un premio y un editor crey¨®. Un ejercicio de apuesta literaria que ha mermado con los a?os, a favor de la b¨²squeda de pelotazos literarios que cuadren las cuentas. En el caso de Espa?a la edici¨®n de nuevas voces hispanohablantes cada vez es menor.
Ir a lo seguro, parece, la consigna, ir a lo fijo, el mantra.
Una mirada sobre las 353 casetas de la 72? Feria del Libro de Madrid en el parque del Retiro es la prueba. ¡°Un an¨¢lisis sobre nuestras mesas de novedades¡±, reconoce Juan Casamayor, de P¨¢ginas de Espuma, ¡°muestra un predominio claro de la recuperaci¨®n del cl¨¢sico o cl¨¢sico contempor¨¢neo y la traducci¨®n, frente a la nueva literatura en espa?ol¡±. Algo que lamenta Casamayor, porque para ¨¦l hay una parte insustituible del editor: ¡°El compromiso con su entorno m¨¢s cercano¡±. En este sentido, afirma, ¡°editar a autores coet¨¢neos y nuevos de mi lengua es una esencia¡±.
Tres ser¨ªan los motivos de este descenso en las apuestas editoriales por nuevas voces hispanohablantes. La crisis econ¨®mica, que evita este tipo de riesgos; la elecci¨®n de ir por el camino de escritores y temas seguros; y el aumento en la facilidad de la autoedici¨®n; a lo que se sumar¨ªa una cuarta: la baja calidad literaria.
¡°El tejido editorial espa?ol no es muy favorable a este tipo de libros¡±, aclara Constantino B¨¦rtolo, editor de Caballo de Troya, especializado en otear el panorama literario en espa?ol y descubrir escritores. En general, explica, es complicado publicar a los debutantes porque no tienen nombre conocido y sus expectativas de venta son bajas.
¡°?Qu¨¦ sentido tiene la existencia de un editor si es incapaz de apostar por nuevos valores o por autores noveles?¡±, se pregunta Manuel Borr¨¢s, editor de Pre-Textos, que agrega: ¡°Quien no arriesga no es para m¨ª un buen editor¡±. No obstante, reconoce que la crisis tiene parte de culpa en la merma de estas apuestas, incluso en editoriales medianas, como la suya, y en las peque?as. Precisamente las que hab¨ªan asumido parte de esta funci¨®n ante el vac¨ªo dejado por los sellos grandes que, seg¨²n Borr¨¢s, ¡°con o sin crisis, se han caracterizado por arriesgar lo m¨ªnimo en esta l¨ªnea¡±.
Lo contrario a editoriales como Demipage, que dedica buena parte de sus t¨ªtulos a noveles. Su compromiso, cuenta Paula Roses, es sobre todo con la creaci¨®n contempor¨¢nea y, a partir de oto?o, m¨¢s con Am¨¦rica Latina. Junto a obras individuales de debutantes, Demipage tambi¨¦n los presenta en vol¨²menes colectivos junto a consagrados. Es el caso de la reciente Diez bicicletas para treinta son¨¢mbulos, con relatos de Antonio Mu?oz Molina o Luis Landero, al lado de otros con, seg¨²n Roses, ¡°gran proyecci¨®n, como Guillermo Aguirre, Sara Mesa, Isabel Mellado, Eduardo Laporte o ?ngela Medina¡±.
A los motivos de la crisis y poca apuesta premeditada, se suma el aumento en la facilidad para la autoedici¨®n en papel y digital, recuerda Chus Visor, de editorial Visor. Aunque una de sus consecuencias, aclara, es que los autores terminan sus libros demasiado pronto, ¡°sin trabajarlos lo suficiente, mientras en Internet abundan los halagos desmesurados que suelen perjudicarlos¡±. A ello se suma, agrega, un motivo indiscutible, en el descenso de edici¨®n de ¨®peras primas en castellano: ¡°Los escritores no suelen leer lo necesario y lo hacen sin conocimientos literarios suficientes¡±.
Lo que s¨ª hacen cada vez m¨¢s las editoriales es presentar en Espa?a a autores latinoamericanos con buena acogida en sus pa¨ªses. Ya sea con su primera, segunda o tercera novela, pero ya bendecidos all¨¢ por cr¨ªtica y/o p¨²blico. Lengua de Trapo, con sedes en Espa?a y Argentina, se ha especializado en autores revelaci¨®n, algunos en edici¨®n simult¨¢nea, como acaba de hacer con la bonaerense Ariana Harwicz y Matate amor. Aunque luego suceda lo que suele ocurrir: una vez descubierto el autor por una editorial peque?a o mediana, una grande lo ficha.
Con pocas o muchas ¨®peras primas, la realidad es que en este curso 2012-2013 editoriales grandes, medianas y peque?as han descubierto escritores bien recibidos por cr¨ªtica y p¨²blico. Autores que ampl¨ªan el mapa de la literatura en espa?ol e invitan a no perderlos de vista. Es el rastro del futuro literario de creadores como Pablo Mart¨ªn S¨¢nchez, con El anarquista que se llamaba como yo (Acantilado), Jes¨²s Carrasco con Intemperie (Seix Barral), Juan Soto Ivars, con Siberia (El olivo azul), Rosario Izquierdo, con Diario de campo (Caballo de Troya), Jon¨¢s Trueba, con Las ilusiones (Perif¨¦rica), Dolores Redondo, El guardi¨¢n invisible (Destino), V¨ªctor Sabat¨¦, con El joven Nathaniel Hathorne (Rayo Verde), Gin¨¦s S¨¢nchez, con Lobis¨®n (Tusquets), Sergio del Molino, con No habr¨¢ m¨¢s enemigo (Tropo)...
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