Los libreros brit¨¢nicos se suman al coro de cr¨ªticas contra Amazon

La dura cr¨ªtica del Gobierno franc¨¦s a las arrolladoras pr¨¢cticas comerciales del gigante Amazon, acompa?ada adem¨¢s del anuncio de un plan de ayudas a los libreros independientes, suena a m¨²sica celestial para los o¨ªdos de este sector en Reino Unido. Una m¨²sica ajena, porque el proteccionismo cultural no forma parte del acervo de esta sociedad eminentemente mercantil, pero acicate para que los libreros brit¨¢nicos hayan vuelto a reclamar el apoyo de su Gobierno frente a lo que consideran ¡°competencia desleal¡± de la multinacional estadounidense. Perdida toda esperanza de que se les rebaje una insostenible presi¨®n impositiva, exigen al menos que el rival Amazon tambi¨¦n tribute de acuerdo con el volumen de su negocio en las islas. No lo ha hecho hasta ahora, gracias a la magia de la ingenier¨ªa fiscal.

En la l¨ªnea de las declaraciones de la ministra francesa de Cultura, Aur¨¦lie Filipetti, sobre ¡°determinados operadores que emplean todos los medios para introducirse en el mercado del libro europeo¡±, la Asociaci¨®n de Vendedores de Libros brit¨¢nica (Bookseller Association) tilda directamente a Amazon de ¡°la principal amenaza para nuestro negocio¡±, en palabras de su presidente Tim Godfray. Cuando m¨¢s de una librer¨ªa a la semana echa hoy el cierre en Reino Unido, la ¡°expansi¨®n implacable¡± de una compa?¨ªa ¡ªque revienta precios desde su plataforma de Internet (a?adiendo la gratuidad del transporte), para luego subirlos una vez implantada en el mercado¡ª amenaza con disparar esa media.

La asociaci¨®n brit¨¢nica representa a m¨¢s de un millar de entidades, tanto a librer¨ªas independientes como a grandes cadenas y supermercados que no siempre comparten los mismos intereses. La competencia de Amazon supone, sin embargo, una causa com¨²n, dado que todos ellos ofertan su producto (en este caso el libro) en puntos de venta f¨ªsicos y pr¨®ximos al p¨²blico, lo que en Reino Unido se denomina la high street. ¡°Las comunidades locales necesitan sus librer¨ªas u otro tipo de establecimientos que tambi¨¦n venden libros, porque son los que realmente promueven la lectura y la alfabetizaci¨®n, especialmente en el actual contexto de crisis que ha forzado a cerrar muchas bibliotecas p¨²blicas¡±, subraya a este diario el responsable de la asociaci¨®n Sydney Davis.

Davis entiende que la gran diferencia que establece la llamada ¡°excepci¨®n francesa¡± es ese empe?o en ¡°proteger una cultura y una lengua, mientras que aqu¨ª nos centramos en las leyes del mercado¡±, y le resulta inimaginable que el Gobierno de Londres contemplara un proyecto de ayudas al sector de nueve millones de euros, como ha hecho la ministra Filipetti. Pero s¨ª considera realista y necesario demandar al primer ministro, David Cameron, una acci¨®n decidida contra los abusos de compa?¨ªas como Amazon a la hora de pagar sus impuestos.

En ese punto, el gremio cuenta con el respaldo de una opini¨®n p¨²blica brit¨¢nica que ha descubierto con aprensi¨®n c¨®mo las grandes multinacionales eluden sus responsabilidades con el fisco (impuesto de sociedades) instal¨¢ndose, por ejemplo, en Luxemburgo.