Mandawuy Yunupingu, cantante y l¨ªder de los abor¨ªgenes australianos
Con su grupo, Yothu Yindi, luch¨® por la integraci¨®n de los nativos oce¨¢nicos
Era la encarnaci¨®n de la voluntad de integraci¨®n de muchos abor¨ªgenes australianos, que no supon¨ªa renunciar a su tenaz cultura milenaria. Mandawuy Yunupingu, de 56 a?os, falleci¨® el domingo 2 de junio en su pueblo natal de Yirrkala, tras a?os de lucha contra una enfermedad renal.
Cantante del grupo Yothu Yindi, que convirti¨® en himnos temas como Treaty y Tribal voice, tambi¨¦n destac¨® como educador. Mandawuy defendi¨® con textos acad¨¦micos y en la pr¨¢ctica el sistema conocido como Ambos Caminos: se buscaba integrar las tradiciones abor¨ªgenes y el plan de estudios nacional, bajo la direcci¨®n de profesores nativos.
La penosa situaci¨®n de los abor¨ªgenes sigue siendo una asignatura pendiente en Australia. Yunupingu fue el primero de los habitantes de la reserva de Arnhem Land en pasar por la Universidad. Pertenec¨ªa a los gumatj, uno de los 16 clanes del pueblo yolngu, habitantes del Territorio del Norte australiano, y segu¨ªa sus costumbres: adquiri¨® el nombre de Mandawuy tras la muerte de un respetado antecesor.
Durante los a?os ochenta, Mandawuy altern¨® sus trabajos como maestro y director de escuela con la formaci¨®n de un grupo, Yothu Yindi (Madre Ni?o). Entend¨ªa la m¨²sica como un instrumento poderoso para exigir justicia social y mejorar el entendimiento con los balanda, el resto de los australianos. De hecho, no tuvo ning¨²n problema en trabajar con m¨²sicos balanda cercanos al rock o en aprovechar la tecnolog¨ªa puntera de los estudios de grabaci¨®n. Instrumentos aut¨®ctonos como el bilma y el yikadi se integraban con los teclados, la bater¨ªa o las guitarras el¨¦ctricas.
Yothu Yindi gir¨® con Midnight Oil, una de las bandas australianas m¨¢s politizadas. Mandawuy mantuvo una estrecha relaci¨®n con su cantante, Peter Garrett, que luego ser¨ªa ministro en Canberra, como parte de un gabinete laborista. Yothu Yindi, inicialmente un grupo a tiempo parcial, que trabajaba durante las vacaciones escolares, se profesionaliz¨® y alcanz¨® su mayor ¨¦xito a partir de 1991, con Treaty.
El tema hac¨ªa referencia al anhelo de un tratado que oficializara los derechos de los nativos respecto a sus tierras de origen, modificando el principio de terra nullius, vigente en la jurisprudencia de los balanda. Las reivindicaciones pol¨ªticas, que se dispararon en 1988, con la celebraci¨®n del bicentenario de Australia, fueron un elemento central del repertorio de Yothu Yindi, que simult¨¢neamente celebraba la cultura ind¨ªgena con la exuberante dimensi¨®n coreogr¨¢fica de sus conciertos. Los mitos de la creaci¨®n que Bruce Chatwin explor¨® en su libro Los trazos de la canci¨®n se hac¨ªan m¨¢s comprensibles con los tel¨²ricos cantos y bailes de Yothu Yindi.
Yothu Yindi contribuy¨® decisivamente a la aceptaci¨®n del movimiento del rock aborigen por parte de la sociedad australiana. Y tambi¨¦n present¨® al mundo el talento del sobrino de Mandawuy, Geoffrey Gurrumul Yunupingu, un m¨²sico ciego que triunf¨® a partir de 2008 con sus canciones et¨¦reas y doloridas, una propuesta menos mestiza que, parad¨®jicamente, result¨® m¨¢s exportable.
Seg¨²n avanzaron los a?os, Mandawuy redujo su presencia en Yothu Yindi, que disminuy¨® sus grabaciones. Como suele ocurrir con los abor¨ªgenes, carec¨ªa de defensas ante el alcohol y su salud empeor¨® dr¨¢sticamente. Aun as¨ª, demostr¨® su resiliencia: ¡°Quiero ver firmado el tratado que nos devuelva el control de nuestras tierras. Somos gente paciente: llevamos aqu¨ª 50.000 a?os y la era de los balanda solo cubre dos siglos. Si yo muero antes, s¨¦ que mis hijos o mis nietos ver¨¢n el tratado¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.