La emoci¨®n de las m¨¢quinas
Ralf H¨¹tter, fundador de Kraftwerk y ¨²ltimo miembro original de la revolucionaria banda, analiza la trayectoria de un grupo que cambi¨® el pop para siempre introduciendo la variable electr¨®nica
Durante su actuaci¨®n en el club Ritz de Nueva York en 1981, como tantas otras veces, Ralf H¨¹tter, l¨ªder de Kraftwerk, se baj¨® del escenario y dej¨® al p¨²blico aporrear su peque?o teclado. Quer¨ªa demostrar que todo el mundo pod¨ªa hacer m¨²sica electr¨®nica. Era la puesta en escena del advenimiento de la democracia musical impulsada por la tecnolog¨ªa y el lenguaje de lo cotidiano. El ¡°Volkswagen de la m¨²sica¡±, dice hoy H¨¹tter (Krefeld, 1946), que entonces no ten¨ªa ni idea de lo prof¨¦tico de aquel acto ni de la enorme influencia que llegar¨ªa a tener su banda en la historia del pop 32 a?os despu¨¦s. Incluso perdiendo a tres cuartas partes de sus miembros ¡ªoperadores, se hac¨ªan llamar¡ª y sustituy¨¦ndolos por reci¨¦n llegados. Uno podr¨ªa pensar que la m¨¢quina funciona sola. ¡°Puede ser. Pero no olvide que yo sigo aqu¨ª, por favor¡±, suelta H¨¹tter con socarroner¨ªa, en la ¨²nica entrevista concedida en Europa tras su paso por la Tate Modern de Londres y en v¨ªsperas de su actuaci¨®n en la 20? edici¨®n de S¨®nar el pr¨®ximo 14 de junio.
Nuestra generaci¨®n carec¨ªa de m¨²sica contempor¨¢nea que hablara del presente¡± Ralf H¨¹tter
La banda (su nombre significa "central el¨¦ctrica"), fundada en 1970 por H¨¹tter y Florian Schneider, aterriza en Barcelona con un show en 3D que desat¨® la locura en sus tres anteriores paradas. A su paso por el MoMA las entradas llegaron a revenderse por 2.000 d¨®lares o a cambiarse por una ardiente noche con una pareja de swingers. El espect¨¢culo es un recorrido actualizado y digitalizado durante ocho noches por ocho de sus ¨¢lbumes (en el caso de S¨®nar, se har¨¢ una selecci¨®n, tambi¨¦n en 3D). ¡°El cat¨¢logo¡±, lo llama H¨¹tter. Todos los discos que editaron a partir de Autobahn, publicado en 1974 y origen de la narrativa de la m¨²sica electr¨®nica moderna. Un universo po¨¦tico construido alrededor de lo cotidiano. ¡°Etnom¨²sica¡±, prefiere llamarlo H¨¹tter por su utilizaci¨®n del entorno. Lo m¨¢s parecido a aquello era lo que hac¨ªa el transexual Wendy Carlos remodelando a Bach con un sintetizador Moog.
¡°Podr¨ªa decirse que inventamos ese lenguaje. Nuestra generaci¨®n en D¨¹sseldorf carec¨ªa de una m¨²sica contempor¨¢nea que hablara del presente. Hab¨ªa m¨²sica cl¨¢sica, m¨²sica de bares¡ pero ninguna utilizaba el lenguaje de la vida cotidiana. Tuvimos que desarrollarlo a finales de los 60 y a principios de los setenta. Autobahn es el primer ¨¢lbum que lo introduc¨ªa. Como luego hizo el rap¡±, dice tarareando el famoso ¡°fahrn, fahrh, fahrn, ¡¡± del single.
David Bowie, New Order, Jay-Z, Coldplay o Afrika Baambaata han bebido de su obra
Precisamente, uno de los pioneros del hip hop, Afrika Baambaata, utiliz¨® en 1982 la melod¨ªa de Trans-Europe Express y el ritmo de Numbers para crear Planet Rock, uno de los temas fundacionales del g¨¦nero. Pero la influencia va mucho m¨¢s all¨¢. David Bowie, por ejemplo, adoraba a la banda, y en 1977 escribi¨® V-2 Schneider (del ¨¢lbum Heroes) como tributo al cofundador del combo. El grupo de electro Cybotron recicl¨® en 1983 un loop de Hall of Mirrors para uno de sus temas. Su l¨ªder, Juan Atkins se convirti¨® poco despu¨¦s en uno de los tres padres del techno (¡°la hermandad de Detroit¡±, los llama H¨¹tter), que siempre reconocieron la influencia. Uno de ellos, Derrick May, lo resume as¨ª por tel¨¦fono: ¡°Encontramos en su m¨²sica una visi¨®n del futuro, encantadora, dura y suave a la vez. M¨¢s que una influencia, fueron un sue?o. Cerrabas los ojos, les escuchabas e imaginabas otro mundo¡±.
Tambi¨¦n debi¨® serlo para New Order, que sample¨® un pedazo de Uranium para su himno generacional Blue Monday. Los homenajes sonoros se han extendido hasta Jay-Z, LCD Soundsystem, Missy Elliot o incluso Coldplay, que descaradamente tom¨® la melod¨ªa de Computer Love para uno de sus temas. Hay quien dice que el n¨²mero de elementos de Kraftwerk hallados en el c¨®digo gen¨¦tico de la m¨²sica pop actual (por no decir en la de baile) es incluso superior al de los Beatles. ¡°Bueno, esto no es una competici¨®n deportiva. Se han escrito muchas fantas¨ªas¡±, rebate H¨¹tter.
Para un grupo capaz de predecir el futuro en 1981 desde actitudes o t¨ªtulos como Computer world ¡ªcuando nadie ten¨ªa un ordenador en casa¡ª podr¨ªa parecer un acto de nostalgia gratuita (o lucrativa) volver sobre los pasos del legado. H¨¹tter dice que todo aquello fue ¡°una visi¨®n¡± pero no aprecia melancol¨ªa. ¡°Cambiamos y reprogramamos las m¨¢quinas. En los ¨²ltimos 30 a?os hemos transformado Kraftwerk a digital. Hemos pasado todos los sonidos de los 70 a este formato. Kraftwerk es un organismo vivo, una orquesta en directo. No es algo r¨ªgido, es una escultura viviente. No es nostalgia, el concepto es dar vida a la m¨²sica¡±.
En los 70 est¨¢bamos aislados. Hoy todos tienen su ordenador y hacen m¨²sica¡± Ralf H¨¹tter
Un alumbramiento producido en los ¨²tlimos tiempos entre las paredes de museos como el MoMA y la Tate Gallery. ¡°Cuando empezamos a finales de los 60, casi solo toc¨¢bamos en galer¨ªas o museos en un ambiente de libertad art¨ªstica con nuestros amigos de D¨¹sseldorf. No venimos de una escena musical, sino del arte. Pero durante muchos a?os hemos estado girando por salas de conciertos y teatros. Recibimos esta petici¨®n del museo de M¨²nich, del Moma y la Tate para presentar el cat¨¢logo en retrospectiva. Fue como volver a esa ¨¦poca¡±.
Pero las reverencias actuales fueron aceradas cr¨ªticas al principio. Su aseado aspecto y nacionalidad contribuyeron a ello. A H¨¹tter llegaron a preguntarle en su momento si su trabajo era ¡°la soluci¨®n final de la m¨²sica¡±, en referencia a los m¨¦todos nazis y como met¨¢fora de la aniquilaci¨®n del arte musical. ¡°?Apartad a los robots de la m¨²sica!¡±, lanz¨® un cr¨ªtico del Melody Maker. ¡°En los 70 est¨¢bamos aislados, atacados o menospreciados por la escena de m¨²sica tradicional o los medios. Hubo mucho rechazo por ignorancia. Pero ahora todo el mundo tiene su ordenador y su m¨®vil, se puede hacer m¨²sica con ellos, y lo entienden perfectamente¡±, suelta H¨¹tter con cierto tono de venganza.
Las m¨¢quinas est¨¢n llenas de emoci¨®n. Son muy sensibles¡± Ralf H¨¹tter
Alguien crey¨® que las emociones, esa cosa tan difusa y a veces tramposa para referirse a la m¨²sica, no pod¨ªan relacionarse con la tecnolog¨ªa. Gran error. ¡°Las m¨¢quinas est¨¢n llenas de emoci¨®n, son muy sensibles. Nuestros ordenadores o sintetizadores tienen un rango de frecuencias de 20.000 a 22.000 hercios. Mucha m¨¢s sensibilidad que los instrumentos del pasado. Adem¨¢s, tenemos m¨¢s medios de expresi¨®n con las im¨¢genes que nosotros mismos construimos. Muchos m¨¢s que tocando un piano o un viol¨ªn de cuatro cuerdas. Con la electr¨®nica, todo es posible. Tiene solo que ver con la creatividad del compositor¡±, explica H¨¹tter.
Cuando el pop se lanzaba a la caza de nuevos ¨ªdolos, Kraftwerk se opuso frontalmente al culto a la personalidad que configurar¨ªa los pilares del pop y la industria del videoclip. Se adelant¨® tambi¨¦n a las modas pasajeras en algunas estrellas actuales de ocultar el rostro para subrayar la autonom¨ªa de la creaci¨®n. Pero para ellos era distinto. Una cuesti¨®n casi fabril. ¡°No nos interesaba tanto eso, sino el proceso creativo que ideamos para Kraftwerk: la semana de 168 horas. Para nosotros es una situaci¨®n constante de trabajo: el hombre y la m¨¢quina trabajando en la m¨²sica. El resto, el culto a la personalidad, es algo hist¨®ricamente muy aburrido".
Con la creaci¨®n del Kling Klang Studio en D¨¹sseldorf (que hoy llevan dentro de sus ordenadores) fundaron tambi¨¦n una manera de hacer en la industria musical: el famoso hazlo t¨² mismo, que en los ¨²ltimos tiempos ha revolucionado (o aniquilado) el negocio. ¡°Nosotros lo hicimos obteniendo los ruidos de lo cotidiano¡±, recuerda. Hoy est¨¢n abiertos a la influencia de quienes nacieron al calor de su idea. Incluso en la pista de baile. Y preparan (aunque lo lleven diciendo a?os) un nuevo ¨¢lbum. ¡°Trabajamos en canciones. Saldr¨¢ temprano, pero de momento estamos concentrados en el cat¨¢logo¡±. As¨ª que si les ven, no les distraigan demasiado.
Babelia
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