El zapato de baile como emblema
La Compa?¨ªa Nacional de Danza trae al Teatro de La Zarzuela su propuesta reivindicativa del uso de las zapatillas de punta
Las zapatillas de punta son una herramienta de trabajo. El resto de la responsabilidad (y por ende los resultados de su uso) est¨¢ en el creador. El artilugio ha cumplido 200 a?os y no es estrictamente franc¨¦s. Al C¨¦sar lo que es del C¨¦sar y hasta en la wikipedia se encuentra la verdad, eso s¨ª, un poco esquem¨¢ticamente. Digamos que hay tres nombres en liza para la primac¨ªa de quien fue la primera que se encaram¨® sobre las puntas de los dedos de sus pies para girar, saltar y sostenerse en equilibrio. La historia no miente y los grabados menos. Existe la imagen de Fanny Bias (Par¨ªs, 1789 ¨C 1825) en 1819 ataviada a la griega y sostenida sobre sus elementales zapatillas de punta. Una compa?era suya, ?milie Bigottini (Tolouse, 1784 ¨C Par¨ªs, 1858), tambi¨¦n disc¨ªpula de Louis Milon en la ?pera, se sum¨® a la novedad y experiment¨® algunos bailes y poses sobre sus puntas antes de que la milanesa Amalia Brugnoli (Mil¨¢n, 1802 ¨C 1892) protagonizara en Viena en 1823 ¡°El hada y el caballero¡± con Augusto Vestris hijo, obra en la que, lo cuentan detalladamente las cr¨ªticas, hab¨ªa al menos tres danzas bailadas sobre las zapatillas de puntas. Faltaban casi 10 a?os para que Maria Taglioni bailara La s¨ªlfide y no se las descalzara en toda la funci¨®n. La Compa?¨ªa Nacional de Danza usa como cebo publicitario este icono y titula su programa en el Teatro de La Zarzuela En puntas, como literalidad m¨¢s que alegor¨ªa de que la agrupaci¨®n se dirige a un cambio en la concepci¨®n y en lo que es m¨¢s importante, el repertorio. Aunque no hay ni una sola pincelada que anote la tradici¨®n decimon¨®nica y lo m¨¢s cercano al cl¨¢sico ser¨¢ que en las cuatro primeras funciones la guipuzcoana Luc¨ªa Lacarra y su partenaire habitual Marion Dino (ambos en la plantilla del ballet de Munich) bailar¨¢n el paso a dos de La dama de las camelias de John Neumeier, un d¨²o de amor que fuera creado para Marcia Hayd¨¦e e Ivan Liska.
El programa de CND se abre con una suite de Who cares? de George Balanchine, especie de versi¨®n concierto sobre la m¨²sica de George Gershwin en arreglos de Hershy Kay. Le siguen Tres Preludios de Ben Stevenson sobre las piezas para piano de Serguei Rachmaninov y se a?ade Herman Schmerman, de William Forsythe, sobre el sonido electroac¨²stico del holand¨¦s Thom Willems. Tras la presencia de los invitados Lacarra y Dino se ver¨¢ Sonatas, coreograf¨ªa ampliada de Jos¨¦ Carlos Mart¨ªnez sobre piezas de Antonio Soler y Domenico Scarlatti en arreglos orquestales de Alfredo Aracil. La Orquesta de la Comunidad de Madrid [ORCAM] sonar¨¢ bajo la batuta del director Marzio Conti.
Regresa as¨ª la pieza de Fosythe al repertorio activo de la CND. La primera parte de Herman Schmerman fue creada para el New York City Ballet en 1992. M¨¢s tarde y ese mismo a?o, Forsythe somete a este ballet a ese ejercicio mudular de agregados y traslaciones, y se le a?adi¨® un paso a dos en origen creado para el Ballet de Frankfurt, la agrupaci¨®n que el propio Forsythe dirigi¨® durante veinte a?os. William Forsythe sigue estando considerado uno de los m¨¢s importantes e influyentes core¨®grafos de nuestros d¨ªas. Frecuentemente se le califica como el ¡°deconstructor¡± de la t¨¦cnica acad¨¦mica (t¨¦rminos que ¨¦l mismo rechaza enf¨¢ticamente). Su trabajo ha sido tambi¨¦n calificado como una reorientaci¨®n en la pr¨¢ctica del ballet desde su identificaci¨®n exclusiva con el repertorio cl¨¢sico hasta un arte din¨¢mico de movimiento del siglo XXI y m¨¢s ligado al devenir de las corrientes m¨¢s actuales de las artes, ya sean visuales o esc¨¦nicas.
Compa?¨ªa Nacional de Danza. En puntas. Teatro de La Zarzuela, Madrid. Del 14 al 23 de junio.
Babelia
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