?pera en medio de la tempestad
La apuesta por la calidad y la excelencia del Palau de les Arts vive amenazada por la crisis, los recortes y la falta de compromiso pol¨ªtico de las instituciones
Valencia quiso su teatro de ¨®pera. Y lo tuvo. Valencia luch¨® por convertirlo en el n¨²mero uno en Espa?a y un referente en Europa en poco tiempo. Y en gran parte, lo consigui¨®. Hoy, todo ese esfuerzo, que sigue dando frutos pese a la penuria econ¨®mica, pende de un hilo. La ca¨ªda a la mitad del presupuesto, la espada de Damocles de un ERE que planea sobre los 300 empleados, la fuga de talento musical con la disminuci¨®n de la plantilla de la orquesta y la reducci¨®n del n¨²mero de t¨ªtulos (se ha pasado de 13 en 2009 a cinco este a?o) amenazan el proyecto.
?La propuesta art¨ªstica que cobija el excesivo edificio de Santiago Calatrava (478 millones de euros) cont¨® con dos elementos fundamentales: una econom¨ªa boyante en el momento de su inauguraci¨®n en 2005 y un presidente de la Generalitat (Francisco Camps) dispuesto a poner todo el dinero que la Administraci¨®n central se neg¨® a desembolsar inicialmente. A golpe de talonario y con la destreza de Helga Schmidt, su intendente, Lorin Maazel (4,5 millones de euros en tres a?os) y Zubin Mehta (2,5 millones en el mismo tiempo) construyeron una formidable orquesta ¡ªpara muchos la mejor de Espa?a¡ª en tiempo r¨¦cord. La calidad de las producciones esc¨¦nicas lleg¨® a cotas de excelencia con montajes como El anillo de La Fura dels Baus en 2008-2009, justo en el momento de m¨¢ximo esplendor econ¨®mico del teatro. A pesar de la crisis actual, la apuesta decidida por la excelencia sigue dando sus frutos.
Esta orquesta es sin duda una de las mejores de Europa¡±, dice Zubin Mehta
El mejor ejemplo para ilustrar esta situaci¨®n es el gran ¨¦xito de Otello (la ¨²ltima de las cuatro funciones, agotadas las entradas, se representa el domingo). El montaje, dirigido por el italiano Davide Livermore y en el foso por Zubin Mehta, parte de un concepto art¨ªstico congruente y equilibrado. Sobrio y solvente, despliega un gran n¨²mero de ideas y matices en los segundos planos. Posee grandes hallazgos, como la escena del mar y la llegada de Otello (con proyecciones audiovisuales sobre finas cortinas de flecos) o el minimalismo en la entrada de Desd¨¦mona en un jard¨ªn que podr¨ªa evocar la est¨¦tica de Madame Butterfly. El reparto resulta muy equilibrado y bien perfilado (Gregory Kunde, Maria Agresta, Carlos ?lvarez). Todo ello fundamentado sobre el gran pilar de este teatro: una orquesta de alto nivel (brillantes solistas, con un ataque espectacular capaz de desatar el fuego verdiano). El p¨²blico ha respondido de manera espectacular con interminables ovaciones al equipo art¨ªstico y musical. Pero, de seguir as¨ª la situaci¨®n econ¨®mica, ?hasta cu¨¢ndo es sostenible este proyecto?
La situaci¨®n es la siguiente. Este a?o, con la mitad de presupuesto que en 2012 (la propia intendente tambi¨¦n cobra un 50% menos: unos 60.000 euros m¨¢s dietas) y en pleno bicentenario de Wagner, el Palau no ha podido ni reponer su propia producci¨®n de El anillo (que hab¨ªa costado 880.000 euros y estaba amortizada con su alquiler en Houston y La Maestranza). La orquesta tiene 54 m¨²sicos fijos (tuvo 61), ampliables hasta una plantilla de 92 con refuerzos. Mantiene su alto nivel, pero muchos int¨¦rpretes han emigrado y solo 35 forman parte del equipo seleccionado originalmente por Maazel. No hay presupuesto para nuevas audiciones. A Zubin Mehta, muy implicado en el proyecto desde el comienzo ¡ªle acaba de arrancar el compromiso al presidente Alberto Fabra de no rebajar ni un euro m¨¢s la asignaci¨®n presupuestaria¡ª, no le parece grave. ¡°Se han quedado los buenos. Los principales. Esta orquesta es sin duda una de las mejores de Europa¡±.
Solo 35 m¨²sicos forman parte del equipo original de Lorin Maazel
Todo ya no se puede tener. El p¨²blico, que ha acudido en masa a ver este Otello (fuera de abono), rebaja su inter¨¦s cuando desaparecen los grandes nombres del cartel. As¨ª que Schmidt ha optado por reducir el n¨²mero de funciones y t¨ªtulos. ¡°Solo me interesa hacer las cosas si tienen una calidad muy alta. Si debo reducir el n¨²mero de funciones, lo hago. Pero nunca la calidad. Decidimos hacer este Otello en casa sabiendo que costar¨ªa mucho trabajo. Pero tuvo una armon¨ªa estupenda desde el principio. Ha habido una gran solidaridad. Si trabajas as¨ª puedes obtener mucho m¨¢s¡±, explica la intendente.
La f¨®rmula para el futuro es sencilla. Combinar estrellas con j¨®venes cantantes. Muchos salidos del programa de perfeccionamiento de Pl¨¢cido Domingo y El Palau. Pocos t¨ªtulos y gran repertorio. Incluso alg¨²n musical como Los miserables, que aterriza en diciembre. Sin dinero, no hay experimentos. Schmidt cree que dif¨ªcilmente pueden hacerse hoy ¨®peras wagnerianas en estas condiciones. ¡°En un futuro deber¨¢ existir la posibilidad de autofinanciarse con los ingresos de taquilla. Eso solo se puede hacer con ¨®peras populares (traviatas, boh¨¨mes¡)¡±. Habr¨¢ que tirar del fondo de armario y lograr unos patrocinios que, sin una nueva ley, andan a la fuga.
El Palau de les Arts fue un empe?o de la Generalitat Valenciana. El Ministerio de Cultura, primero con el posible recelo del PSOE y hasta ahora con la indiferencia del PP, no se hab¨ªa implicado ni institucional ni econ¨®micamente. Nunca les pareci¨® necesario un nuevo teatro de ¨®pera. Su aportaci¨®n m¨¢xima fue de 1,5 millones en 2008 y hoy ha descendido hasta 423.000 euros. Cultura entrar¨¢ en el Patronato finalmente y se espera un aumento de su aportaci¨®n. ¡°Siempre nos ha tratado quit¨¢ndonos un cero. Es una l¨¢stima, pero vamos a ver si mejora¡±, se?ala la intendente en referencia a los m¨¢s de ocho millones asignados al Real y al Liceo.
Mehta tambi¨¦n critica los agravios perif¨¦ricos. El director indio considera que la instituci¨®n no ha vivido por encima de sus posibilidades. Tampoco cree que haya reventado cach¨¦s, cr¨ªtica frecuente desde teatros de la competencia. ¡°El Palau recib¨ªa una cierta cantidad de dinero con la que hizo grandes temporadas. No es que estuviera en una burbuja, lo estaba Valencia. En una buena burbuja: la copa Am¨¦rica, la f¨®rmula 1... Sin ese dinero no hubi¨¦ramos podido hacer cosas como la Tetralog¨ªa de La Fura¡±. ?Y lo que cobran los cantantes? ?Y los directores? ¡°Ya nos hemos bajado los honorarios. Dos a?os atr¨¢s, yo lo hice en m¨¢s de un 10%, y los cantantes son muy razonables. Algunos no quieren venir, pero hay muchos m¨¢s¡±. Su sueldo este a?o no ha sido revelado por el Palau. Eso s¨ª, denuncia que, pese a haber un pacto entre los principales teatros para poner un l¨ªmite en los cach¨¦s, ¡°hay algunos intendentes que lo dan por debajo de la mesa¡±.
El a?o que viene volver¨¢ a dirigir el Festival del Mediterrani e inaugurar¨¢ la temporada con La traviata. Tiene claro que el proyecto no puede adelgazar m¨¢s: ¡°Si el Gobierno no puede mantenerlo, que le den al pueblo la oportunidad de hacerlo con una buena ley de mecenazgo¡±.
Valencia, una ciudad de nula historia en la escena oper¨ªstica europea, construy¨® al final su gran teatro de ¨®pera. La inc¨®gnita hoy es c¨®mo podr¨¢ mantenerlo.
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