M¨²sica y c¨®mic para Stravinski
¡®La consagraci¨®n de la primavera¡¯ vuelve un siglo despu¨¦s de su estreno al Th¨¦?tre des Champs-Elys¨¦es, con direcci¨®n de Daniele Gatti y escenograf¨ªa de Sagar Forni¨¦s

Hace un siglo, en un teatro de Par¨ªs, volaron los asientos, hubo gritos desaforados de protesta y la polic¨ªa tuvo que acudir para aplacar los ¨¢nimos y sofocar la revuelta de una parte considerable del p¨²blico. Ocurri¨®, seg¨²n los testigos de la ¨¦poca, en el Th¨¦?tre des Champs-?lys¨¦es de la avenue Montaigne de Par¨ªs. Era el 29 de mayo de 1913. El montaje de La consagraci¨®n de la primavera, de Igor Stravinski con los Ballets Rusos de Sergu¨¦i Di¨¢guilev, coreografiado por Vaslav Nijinski y dise?ado por Nicholas (Nikolai) Roerich fue acogido con una muy polarizada disparidad de criterios y pas¨® a la historia como un s¨ªmbolo de la innovaci¨®n en la composici¨®n, la danza y la escenograf¨ªa.
Con ocasi¨®n del centenario de la partitura y del propio teatro, el maestro italiano Daniele Gatti dirige desde ayer en el mismo teatro parisiense a la Orquesta Nacional de Francia en una nueva versi¨®n de La consagraci¨®n... A la m¨²sica no le acompa?ar¨¢ esta vez la danza, sino una videoproyecci¨®n basada en las ilustraciones creadas ex profeso por el autor de c¨®mic catal¨¢n Sagar Forni¨¦s.
No hubo ayer en el patio de butacas del Champs-?lys¨¦es la petite r¨¦volution de hace un siglo, y que relat¨® as¨ª Nicholas Roerich: ¡°Recuerdo que todo el p¨²blico se puso a silbar y a aullar; no se o¨ªa nada. Qui¨¦n sabe, quiz¨¢ estaban disfrutando de las mismas emociones de los pueblos primitivos¡±, escribi¨® en alusi¨®n a la tem¨¢tica pagana y sacrificial de la obra.
Ante p¨²blicos con gustos m¨¢s ecl¨¦cticos que los de 1913, son varios los homenajes que se han rendido en todo el mundo y especialmente en Francia al Sacre du printemps: desde la core¨®grafa Sasha Waltz y la orquesta del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, el mismo d¨ªa del aniversario en el Th¨¦?tre des Champs- ?lys¨¦es, al director Esa-Pekka Salonen con la orquesta Philarmonia (el 10 de junio).
En una sala del teatro parisiense, Daniele Gatti se alegraba de estas celebraciones, ¡°no del nacimiento o muerte de un artista, sino de una obra¡±. La consagraci¨®n de la primavera le parece a Gatti ¡°muy fresca, como si hubiera sido compuesta hace dos semanas¡±. El director emplea los t¨¦rminos ¡°magia¡±, ¡°misticismo¡± y ¡°virtuosismo¡± para describir el talento de la obra de Stravinski, de la que, matiza, ¡°no hay que olvidar que fue escrita para ballet¡±. Acerca del esc¨¢ndalo y de la relevancia de la obra, Gatti no tiene claro si fue debido a la coreograf¨ªa de Nijinski o a la propia partitura del compositor ruso. ¡°El p¨²blico de Par¨ªs ya hab¨ªa escuchado Petrushka o El p¨¢jaro de fuego, pero en estas obras no se encuentra el tipo de anarqu¨ªa extrema ¡ªaunque controlada¡ª que emplea Stravinski en esta pieza¡±, dice Gatti. ¡°A las partes m¨¢s horizontales se a?ade una sucesi¨®n interminable de ostinatos que crean ansia y angustia en el oyente¡±. En suma, seg¨²n el maestro, ¡°Stravinski utiliza a la orquesta como un gran instrumento de percusi¨®n coral para expresar su simbolismo sobre la relaci¨®n entre el hombre y la naturaleza¡±. ¡°Si en el ballet de la obra original las tribus ofrec¨ªan a una virgen como sacrificio, en este montaje es la naturaleza la que ofrece al progreso moderno como sacrificio¡±, explica Gatti. ¡°Hemos olvidado que formamos parte de la naturaleza. Por eso me gusta la colaboraci¨®n con Sagar: no hay animaci¨®n, no hay 3D¡ es un trabajo amanuense, artesanal, como una pel¨ªcula muda que sumerge al oyente en la m¨²sica, en lugar de sustraerlo de ella¡±.
Sagar Forni¨¦s ha creado el rico imaginario tel¨²rico que sirve de fondo a La consagraci¨®n. ¡°En el primer acto muestro a la Tierra funcionando con autonom¨ªa propia, y al final del acto incluyo la aparici¨®n del hombre como un eslab¨®n dentro de la cadena evolutiva de la Tierra¡±, afirma el ilustrador. Seg¨²n avanza la m¨²sica, ¡°esa visi¨®n natural se convierte en la de la raza humana, y aparecen el firmamento y las constelaciones porque el hombre recurre a las deidades para entender el mundo¡±.
En la sucesi¨®n de ilustraciones, presentada como un desplazamiento sin fin, ¡°perdura el sentido religioso a lo largo de los siglos y llega un momento en que los templos se solapan con los rascacielos como nuevas iglesias¡±, en palabras de Forni¨¦s, quien explica: ¡°A trav¨¦s del desarrollismo, nos acercamos al momento actual, que en el v¨ªdeo es la representaci¨®n de Par¨ªs, y se presenta una visi¨®n del futuro: la superproducci¨®n tecnol¨®gica y la decadencia producida por el agotamiento de los recursos¡±.
Finalmente, con los ¨²ltimos compases de Stravinski, encontramos que la Tierra s¨ª sobrevive. ¡°Nos sobrevive¡±, dice Forni¨¦s. ¡°Cuando trabajaba con Daniele en el montaje pens¨¢bamos que la bailarina de Stravinski [la virgen que es obligada a bailar hasta la muerte] es la Tierra. Y esta sigue bailando, mientras regresa la primavera de forma c¨ªclica¡±.
En opini¨®n de Daniele Gatti, ¡°si hoy la inform¨¢tica y la tecnolog¨ªa est¨¢n omnipresentes en las artes, esto son 35 minutos de m¨²sica amanuense, en el sentido de que cada signo ha sido escrito a mano. Es un retorno a la forma artesanal de crear¡±.
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