La soledad del mundo desde Islandia
El escritor Hallgr¨ªmur Helgason recorre en 'La mujer a 1000?' los acontecimientos hist¨®ricos m¨¢s importantes del siglo XX
La soledad que rodea al individuo en su vejez; los acontecimientos hist¨®ricos m¨¢s importantes que han ocurrido en el siglo XX a trav¨¦s de una voz que los vivi¨®; la importancia de Internet para sacar a un pa¨ªs como Islandia del mundo del hielo y situarlo en el mapa, son algunos de los temas que aborda Hallgr¨ªmur Helgason en La mujer a 1000¡ã(Lumen), una de las revelaciones de la temporada europea. Una muestra m¨¢s de que la literatura islandesa es m¨¢s que novela negra de autores como Ottar Martin Nordfj?rd y Arnaldur Indridason.
Helgason explica que la anciana de su novela es ¡°todo un s¨ªmbolo en Islandia, y con esta obra se ha recuperado una vida rica, dura y compleja, que ha sacado de los rincones de la oscuridad muchas an¨¦cdotas sociales y personales de este peque?o pa¨ªs glacial de 320.000 habitantes¡±. Al hablar de la historia de ella, que era nieta del primer presidente island¨¦s, ¡°he hablado de nuestra propia historia, de la oficial y de la m¨¢s secreta¡±.
La creaci¨®n y la actividad cultural han sido unos de los pilares que han sacado a Islandia de una profunda crisis econ¨®mica. Sus habitantes poseen los ¨ªndices m¨¢s altos de lectura, unos 40 libros al a?o, y si se comprueba cu¨¢ntos escritores hay se llega a la conclusi¨®n de que 1 de cada 10 islandeses escriben al menos un libro a lo largo de su vida. La demostraci¨®n de que en ese pa¨ªs hay buenos escritores se traduce en obras como la de Hallgr¨ªmur Helgason (Reikiavik, 1959) en la que narra una historia que conoci¨® tras dos horas de conversaci¨®n telef¨®nica. ¡°Estaba ayudando a mi exmujer en un campa?a electoral y me dio una lista de tel¨¦fonos. Fue a la tercera llamada cuando descubr¨ª a una anciana de 80 a?os que viv¨ªa en un garaje de Reikiavik y se conectaba con el mundo a trav¨¦s de Internet, televisi¨®n por sat¨¦lite y m¨®vil¡±. Inmediatamente Helgason se percat¨® que ten¨ªa frente a ¨¦l un buen relato. Tard¨® un a?o en madurar la novela y cuando se present¨® en el garaje donde viv¨ªa la anciana le comunicaron que hab¨ªa muerto. Entre sus pertenencias hab¨ªa una biograf¨ªa suya, otra de su padre ¡ªcolaborador de los nazis¡ª, y una tercera sobre su abuelo ¡ªel primer presidente de Islandia Sveinn Bj?rnsson¡ª. Entonces, seg¨²n relata el escritor, ¡°me tuve que replantear la historia porque hab¨ªa datos que desconoc¨ªa y que pod¨ªan armar mi novela de manera diferente¡±.
La protagonista de La mujer a 1000¡ã, Herra, es una se?ora que sufri¨® un c¨¢ncer de pulm¨®n a los 63 a?os. Le dieron un a?o de vida. Sin embargo se mantuvo postrada 18 en una cama despu¨¦s de haber cogido un virus. ¡°A los 80 a?os decidi¨® que no quer¨ªa vivir m¨¢s y prepar¨® todo para su muerte, consult¨® varias funerarias y pidi¨® que el horno estuviese preparado a 1.000¡ã, temperatura en la que se produce la cremaci¨®n del cuerpo, para el d¨ªa que ella decidiese abandonar este mundo¡±.
En el tiempo que Helgason, que inici¨® su carrera profesional como pintor, estuvo al tel¨¦fono con Herra, nombre ficticio, esta le cont¨® c¨®mo fue su vida en los pa¨ªses que hab¨ªa estado, desde Sud¨¢frica, Argentina, Dinamarca, Alemania, hasta una granja de Islandia. ¡°Si por s¨ª misma ten¨ªa una historia que narrar, los elementos familiares le hac¨ªan m¨¢s interesante¡±, puntualiza el escritor.
Helgason construye una novela de casi 600 p¨¢ginas, publicada en Espa?a y Am¨¦rica Latina por Lumen y en catal¨¢n por Edicions 62, cargada de iron¨ªa y sarcasmo sobre la historia de Islandia, Europa y el mundo m¨¢s actual. ¡°Casi lo m¨¢s dif¨ªcil fue la parte ling¨¹¨ªstica porque tuve que utilizar un lenguaje de una mujer de 80 a?os, que sonara aut¨¦ntico, adem¨¢s de combinarlo con el m¨¢s actual. No ha sido muy f¨¢cil para los traductores. Hubo algunos que me mandaban correos con m¨¢s de 100 preguntas¡±.
Helgason recuerda que estuvieron aislados en la oscuridad y el fr¨ªo durante mucho tiempo: ¡°Se nos mir¨® cuando se dieron cuenta de que ¨¦ramos un pa¨ªs que viv¨ªa bien, cuando se produjo la crisis y cuando entr¨® en erupci¨®n el volc¨¢n de Grimsv?tn. El mundo se dio cuenta del valor del pueblo que ha sabido remontar la crisis apostando por la cultura¡±.
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