Dudar, pensar, tal vez vivir
La pel¨ªcula de la veterana Margarethe Von Trotta aborda todas las esquinas de la fil¨®sofa y polit¨®loga jud¨ªa
Solo una persona tan segura de s¨ª misma es capaz de dudar como lo hizo Hannah Arendt. La duda lleva al pensamiento y este, a las conclusiones, por muy pol¨¦micas que puedan llegar a ser. Adolf Eichmann, en cambio, incapaz de pensar y solo de obrar, un mediocre que nunca dud¨®, seguramente debido a su inseguridad, lleg¨® a cometer actos terribles. Arendt, fil¨®sofa y polit¨®loga jud¨ªa, y Eichmann, responsable directo de la soluci¨®n final de los jud¨ªos desde su cargo en la log¨ªstica de los transportes hacia los campos de concentraci¨®n durante la II Guerra Mundial, quedaron unidos para siempre por el extraordinario ensayo Eichmann en Jerusal¨¦n, escrito por la primera durante el juicio en Israel del segundo, en el a?o 1961. Un periodo al que ahora se acerca la interesant¨ªsima Hannah Arendt, pel¨ªcula de la veterana Margarethe Von Trotta que aborda todas las esquinas de la pol¨¦mica.
HANNAH ARENDT
Direcci¨®n: Margarethe Von Trotta.
Int¨¦rpretes: Barbara Sukowa, Axel Milberg, Janet McTeer, Klaus Pohl, Julia Jentsch.
G¨¦nero: drama. Alemania, 2012.
Duraci¨®n: 113 minutos.
¡°Para los jud¨ªos, el papel que desempe?aron sus dirigentes en la destrucci¨®n de su propio pueblo constituye, sin duda alguna, uno de los m¨¢s tenebrosos cap¨ªtulos de la tenebrosa historia de los padecimientos de los jud¨ªos en Europa¡±, escribi¨® Arendt en el ensayo. La colaboraci¨®n con los verdugos, he ah¨ª la bomba que dinamit¨® el trabajo de Hannah y, como consecuencia, tambi¨¦n su vida. Una existencia ya marcada por su amor juvenil con el hombre que la ense?¨® a pensar, Martin Heidegger, mito de la filosof¨ªa ca¨ªdo del p¨²lpito tras su adhesi¨®n al Partido Nazi, relaci¨®n que tambi¨¦n aborda la pel¨ªcula a trav¨¦s de flashbacks. Son las contradicciones del ser humano, de la vida, as¨ª de perra, as¨ª de cruel. Von Trotta, lejos de la hagiograf¨ªa, tambi¨¦n se hace eco de las acusaciones de ciertos c¨ªrculos jud¨ªos contra la teor¨ªa, y coloca reiteradamente a su criatura en una posici¨®n que usa como imagen clave de la pel¨ªcula, y que incluso le sirve como plano final: Hannah recostada en un sof¨¢, dormitando, cigarro perpetuo entre los dedos, cenicero a un lado. ?Qu¨¦ muestra? Alguien que piensa, alguien que duda.
¡°Donde todos son culpables, nadie lo es. Las confesiones de una culpa colectiva son la mejor salvaguardia contra el descubrimiento de los culpables¡±, escribi¨® en Sobre la violencia. En estos tiempos de cerraz¨®n, de palabras vanas, de correcci¨®n pol¨ªtica y de reiteraci¨®n de esquemas faltos de personalidad, experimentar en el cine las vivencias de alguien como ella es un agradecido volc¨¢n de sabidur¨ªa.
Se podr¨ªa decir que Hannah Arendt es la pel¨ªcula ideal para cualquier estudiante de Filosof¨ªa, de Derecho, de Ciencias Pol¨ªticas, de Sociolog¨ªa, de Periodismo. ?Solo estudiantes? No, tambi¨¦n para los profesionales que a¨²n tengan la capacidad de dudar, cada vez menos, de hacerse preguntas. Pensar, no como Eichmann, para intentar llegar a certezas.
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