La profesi¨®n se vuelca en el adi¨®s a Miguel Narros

¡°?Encima de un escenario no se pone un f¨¦retro que eso trae mal yuyu!¡±. Quien dijo eso hace a?os, est¨¢ hoy dentro de un f¨¦retro encima de un escenario. Pero su vida no ha estado marcada precisamente por la mala suerte, sino por una trayectoria profesional feliz, luminosa, llena de ¨¦xitos, de deseos cumplidos y de cientos de profesionales del teatro espa?ol contempor¨¢neo profundamente agradecidos por haber podido compartir oficio y vida con ¨¦l.

El autor de esas palabras fue el director esc¨¦nico Miguel Narros, cuando al montar El caballero de Olmedo por segunda vez, en 1992 (la primera fue en 1957), quer¨ªa empezar el espect¨¢culo con un velatorio, pero esa superstici¨®n que siempre parece ir unida a los ateos y a las gentes del teatro, no permiti¨® que la escena fuera acompa?ada de ata¨²d y el director resolvi¨® con otros recursos esc¨¦nicos y, sobre todo, con ese talento esc¨¦nico que le acompa?¨® toda la vida, el espect¨¢culo.

Quien recordaba ayer especialmente esta an¨¦cdota fue el actor Carmelo G¨®mez, que protagoniz¨® aquel montaje y que esta ma?ana ha sido uno de los primeros disc¨ªpulos de Narros en presentarse en el Teatro Espa?ol de Madrid, donde el director ha sido velado por compa?eros, amigos, alumnos y gentes que han acudido a darle un ¨²ltimo adi¨®s al director fallecido ayer en Madrid a los 84 a?os, a causa de un paro cardiaco mientras dorm¨ªa.

El f¨¦retro fue recibido a las 10 de la ma?ana por su viudo, el productor Celestino Aranda, familiares y Pedro Corral, delegado de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, administraci¨®n de la que depende el Teatro Espa?ol, templo esc¨¦nico que Narros dirigi¨® en dos ocasiones, de 1967 a 1971 y de 1984 a 1989.

A partir de ah¨ª fue imparable el desfile de coronas, ramos de flores, actores, directores, productores, escen¨®grafos, figurinistas, dramaturgos, alg¨²n pol¨ªtico como Tom¨¢s G¨®mez y Jes¨²s Mart¨ªn, alcalde de Valdepe?as que ofici¨® el matrimonio de Narros, cuando la ley lo permiti¨®, Miguel ?ngel Recio, director del Inaem, y representantes de todos los oficios imaginables del mundo esc¨¦nico, porque con todos ellos trat¨® Narros y todos esos profesionales le quer¨ªan, le admiraban, le respetaban. Y las ausencias de dos grandes amigas y actrices fetiche de Narros durante d¨¦cadas, Berta Riaza, ya retirada y sin poder enterarse que Narros hab¨ªa muerto, y Margarita Lozano, sumida en una profunda tristeza que la invitaba a encerrarse y no viajar a Madrid, desde la costa murciana.

Compa?eros con los que pase¨® por la vida, de la mano, como Andrea D¡¯Odorico escen¨®grafo con el que form¨® equipo y binomio inseparable durante cuarenta a?os, Ana Bel¨¦n, Jos¨¦ Carlos Plaza, Miguel Palenzuela, Elio Bernhanyer, Bego?a Valle, Ver¨®nica Forqu¨¦, Helio Pedregal, Jos¨¦ Pedro Carri¨®n, Carlos Hip¨®lito, Nuria Gallardo, Paca Ojea, Julieta Serrano, Juan Rib¨®, Bego?a Valle, Jos¨¦ Luis Pellicena, V¨ªctor Dogar, Uge Cuesta y su ayudante de direcci¨®n, Luis Luque, hombre de gran talento que no quiso abandonar a Narros hasta el ¨²ltimo momento a pesar de tener proyectos personales m¨¢s que interesantes que desarrollar.

No faltaron Natalio Grueso, director actual del Teatro Espa?ol, Alicia Moreno que fuera primera delegada de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, el periodista y cineasta Diego Gal¨¢n, los cantantes Miguel R¨ªos y V¨ªctor Manuel, el abogado y escritor Antonio Garrigues, Andr¨¦s Pel¨¢ez, director del Museo Nacional del Teatro, Natalia Men¨¦ndez, directora del Festival de Almagro.

Los actores Nuria Espert, Concha Velasco, Charo L¨®pez, Emilio Guti¨¦rrez Caba, Silvia Mars¨®, Aitana S¨¢nchez Gij¨®n, Marisa Paredes, Blanca Portillo,Ra¨²l Prieto, Mar¨ªa Ad¨¢nez, Jos¨¦ Sacrist¨¢n, Patora Vega, Natacha Sese?a, Claudia Gravi, Ana Mar¨ªa Ventura, Amaya Curieses, Pedro Miguel Mart¨ªnez, Ainhoa Amestoy, Joaqu¨ªn Kremel, Tina Sainz, Petra Mart¨ªnez, Ana Marzoa, Miguel Palenzuela, el elenco de Los negros, obra de Genet que mont¨® Narros hace tres a?os, Santiago Ramos, Julia Trujillo, Macarena Vargas, Enriqueta Carballeira, Ana Fr¨ªgola, Pilar Sim¨®n, Soledad Mallol, Rosa Vivas, Amparo Climent, Charo Soriano.

Los directores Mario Gas, Gerardo Vera, Juan Ca?o, Pedro Olea, Carmen Losa, Guillermo Heras, Mariano Barroso. El iluminador de cabecera desde hace a?os de Narros, Juan G¨®mez Cornejo. Escen¨®grafos como Ricardo S¨¢nchez Cuerda, los profesionales de Ode¨®n decorados. Los figurinistas Pedro Moreno, Paco Delgado, la familia Cornejo, Tony Ben¨ªtez. Dramaturgos como Jos¨¦ Ram¨®n Fern¨¢ndez, Ignacio Amestoy, El maquillador Juan Pedro Hern¨¢ndez, los peluqueros Anto?ita viuda de Ruiz y Chema Noci. Los productores Jes¨²s Cimarro, Concha Busto, Juanjo Seoane.

?ngel Roger, director de la Escuela de Arte Dram¨¢tico en la que Narros lleg¨® a ser catedr¨¢tico y Pedro V¨ªllora, dramaturgo y responsable de la versi¨®n de La dama duende, ¨²ltimo montaje del director desaparecido¡±

La mayor¨ªa de ellos permanecieron hasta las cuatro de la tarde en el Teatro Espa?ol, desde donde la comitiva f¨²nebre se dirigi¨® al tanatorio de La Paz, en Tres Cantos, donde Miguel Narros fue incinerado en la intimidad quedando en el aire e irrealizables sus ¨²ltimos proyectos, poner en pie A puerta cerrada, de Jean Paul Sartre, con Blanca Portillo y Carlos Hip¨®lito, y el deseo de montar Requiem para una mujer, de Faulkner.