Xavier Dolan: ¡°No soy un cineasta superficial¡±
El director quebequ¨¦s, ni?o prodigio del cine de autor, dirige 'Laurence Anyways', retrato de un profesor de literatura que decide convertirse en mujer
A Xavier Dolan le han llamado arrogante, insolente, pretencioso y todos los adjetivos que quepan en un diccionario de sin¨®nimos. As¨ª que, en las distancias cortas, no se producir¨¢ ninguna sorpresa. El director se presenta con su habitual mecha ondulada coronando un rostro que no cuesta adivinar encantado con su reflejo en el espejo, en el que se distingue un moh¨ªn de suficiencia tal vez no justificable, pero s¨ª comprensible. Porque otra cosa que le han llamado sin parar es prometedor, cuando no directamente genio. "Siempre fui un ni?o precoz. Empec¨¦ a actuar a los cuatro a?os, as¨ª que ya tengo veinte a?os de carrera a mis espaldas", dir¨¢ Dolan, fiel a su leyenda, al presentarse. A los 24 a?os, el cineasta quebequ¨¦s ya ha rodado tres pel¨ªculas, todas ellas seleccionada en el Festival de Cannes, que le ha convertido en su particular beb¨¦ probeta. Cualquier otro dar¨ªa brincos de alegr¨ªa, pero Dolan no es como los dem¨¢s. El a?o pasado, cuando Laurence Anyways fue incluida en la secci¨®n paralela Un Certain Regard, Dolan protest¨®. ?l se ve¨ªa m¨¢s bien en la secci¨®n competitiva. A ser posible, con la Palma de Oro en el lote, para hacer historia como el director m¨¢s joven en ganar el certamen. Despu¨¦s de todo, cuando era un preadolescente ya dej¨® escrito en una redacci¨®n escolar que, de mayor, se ve¨ªa "frecuentando a los m¨¢s grandes de este mundo, haciendo grandes cosas".
La obra de este ni?o prodigio permanec¨ªa in¨¦dita en las salas espa?olas. Pero eso era hasta la semana pasada, cuando Laurence Anyways desembarc¨® en la cartelera. En ella, un profesor de literatura anuncia a su novia que siempre se ha sentido mujer. Ella decidir¨¢ acompa?arlo en una larga transformaci¨®n que pondr¨¢ en peligro este amor incondicional. Coincidiendo con el estreno, sus dos filmes anteriores -su debut He matado a mi madre (2009) y su consagraci¨®n Los amores imaginarios (2010)- aparecen a la vez en DVD y en VOD. Todas ellas, repletas de relaciones tormentosas, amistades nocivas y amores patol¨®gicos experimentados como tr¨¢gicas enfermedades para las que la ciencia no ha encontrado remedio ni vacuna. "Todas mis pel¨ªculas hablan del mismo tema: el amor no correspondido", concede Dolan. "?La corrupci¨®n de la belleza? No es eso. En todo caso, ser¨ªa la corrupci¨®n del amor. La belleza no me interesa en absoluto", sostiene el autor. Curiosa respuesta para un director acusado de ultraestilizar su lenguaje cinematogr¨¢fico, repleto de c¨¢maras lentas, canciones pop, luces de colores y vestidos suntuosos, que han hecho que se gane comparaciones con Pedro Almod¨®var y Wong Kar Wai, cuando no s¨ªmiles peyorativos con el videoclip.
Dolan asegura que le gusta m¨¢s John Cassavetes. "Me sorprende mucho que la gente tenga esta fijaci¨®n. Si se fija, el 80% de la pel¨ªcula est¨¢ rodado c¨¢mara en mano, mal iluminada y en plano secuencia", responde Dolan. "Vale, s¨ª, me gustan los vestidos bonitos, ?y qu¨¦? Lo que pasa es que muchos directores no tienen ni idea sobre moda y lo dejan en manos de otros. A m¨ª no se me pasar¨ªa por la cabeza rodar una escena sin decidir personalmente lo que viste cada personaje. No por eso soy un cineasta superficial. Mi pel¨ªcula est¨¢ llena de emoci¨®n", dice este hijo de actor egipcio y funcionaria franco-canadiense.
Tras abandonar el instituto en el Mile End de Montreal, barrio donde jud¨ªos ultraortodoxos se cruzan con los abanderados locales de la vida hipster, Dolan decidi¨® rodar su primera pel¨ªcula, relato autobiogr¨¢fico sobre la relaci¨®n de un adolescente homosexual con una madre sobreprotectora (y algo s¨¢dica y psic¨®tica). Nunca hab¨ªa cogido una c¨¢mara. "Me lanc¨¦ al agua sin saber nadar", dice. Una met¨¢fora adecuada para un tipo que asegura que Titanic es su pel¨ªcula favorita. "La he visto 35 veces. Veinte de ellas en el cine", asegura. Incluso la compara con Laurence Anyways, puesto que "tambi¨¦n es una pel¨ªcula-r¨ªo de casi tres horas". Adem¨¢s de un estudio a flor de piel sobre la metamorfosis de su protagonista, interpretado por el actor franc¨¦s Melvil Poupaud, que relev¨® a Louis Garrel cuando este se sinti¨® incapaz de asumir el personaje (un cap¨ªtulo satirizado en Un ch?teau en Italie, la nueva pel¨ªcula de Valeria Bruni-Tedeschi, hermana de Carla Bruni y expareja de Garrel).
Hace unos a?os, al volver de un rodaje, una ayudante de producci¨®n le cont¨® haber vivido la misma historia con un exnovio. Pero, si Dolan escogi¨® la transexualidad como asunto central, no fue para hacer un estudio sobre la identidad de g¨¦nero. "Espero que los transexuales no se sientan ofendidos por la pel¨ªcula. No lo eleg¨ª como un tema accesorio, pero s¨ª como una simple excusa para abordar la aceptaci¨®n de la diferencia", afirma. Tanto para una sociedad intolerante como dentro de la pareja, donde la mutaci¨®n de la protagonista parece simbolizar esos peque?os cambios casi imperceptibles en el otro que pueden provocar el final de una relaci¨®n. "Dentro de la pareja, aceptar la diferencia todav¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil. Puedes amar mucho al otro pero no querer acompa?arlo en su proceso de cambio. ?Hasta d¨®nde estamos dispuestos a llegar por el otro?", se pregunta Dolan.
Laurence Anyways empieza en 1989, a?o de nacimiento del director. La pel¨ªcula transcurre a lo largo de los noventa y termina en el cambio de milenio, cuando Laurence, a punto de concluir su transformaci¨®n, concluye que la sociedad ya est¨¢ preparada para aceptarle. "Laurence observa el mundo desde el prisma del a?o 2000, cuando nos invadi¨® un optimismo explicable por la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, el progreso m¨¦dico contra el sida y la normalizaci¨®n relativa de la homosexualidad", explica Dolan. "Pero nos equivocamos. Desde 2000, solo nos han pasado cosas malas. Solo hemos presenciado mierda y m¨¢s mierda". ?No lo tendr¨ªa su protagonista un poco m¨¢s f¨¢cil en 2013? "Puede que un poco. Pero siempre habr¨¢ alguien que pensar¨¢ que est¨¢ mal y que dir¨¢ que tal vez es contagioso", concluye Dolan. Su mueca afectada se ha transformado en una sonrisa triste, la misma con la que se sale de su pel¨ªcula.
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